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A. FUENTE / M. MENÉNDEZ
LENA / GIJÓN.
Jueves, 8 de febrero 2018, 09:11
El tráfico ferroviario de los trenes Alvia entre Asturias y León continúa hoy, por cuarto día consecutivo, interrumpido por acumulación de nieve, por lo que Renfe mantiene el plan de transporte alternativo por carretera en ambos sentidos, informa la empresa.
La conexión ferroviaria quedó interrumpida ... el lunes por la acumulación de nieve en el puerto de Pajares, donde estos días han llegado a acumularse sobre la vía de más de 70 centímetros.
Adif tiene movilizadas locomotoras con cuñas quitanieves acopladas para realizar pasadas y evitar la compactación de la nieve.
Además, siguen trabajando brigadas de mantenimiento de infraestructura para la limpieza de cambios o despejar la vía ante la posible caída de árboles o ramas.
El tráfico para camiones ha sido reabierto esta mañana en el puerto de Pajares (N-630), entre Asturias y León, donde los turismos además pueden circular sin cadenas, informan la Dirección General de Tráfico (DGT) y el 112-Asturias.
En la autopista del Huerna (AP-66), que une el Principado con la meseta y donde ayer por la mañana aún hubo restricciones, hay nivel verde para todo tipo de vehículos, informa la concesionaria de la vía, Aucalsa.
En la red secundaria del Principado aún hay once puertos de montaña cerrados al tráfico: la Marta, San Isidro, Connio, Tarna, Collada, Colladona, Puente Tendi, Cordal, Colladiella, San Lorenzo y Ventana.
Además, son necesarias las cadenas en otros trece altos: Palo, Leitariegos, Cerredo, Acebo, San Emiliano, el Fito, la Cobertoria, la Espina, Somiedo, Campo del Río, Aristébano, Bustellán y la Casa del Puerto.
En la red secundaria hay otra decena de tramos cerrados al tráfico y cerca de setenta en los que son necesarios las cadenas.
Según han informado responsables de las compañías eléctricas en la reunión mantenida, esta tarde, por el Comité Asesor del Plan Nevadas en las instalaciones del SEPA (Servicio de Emergencias del Principado de Asturias), en La Morgal, el suministro está prácticamente restablecido en su totalidad en Asturias.
En estos momentos sólo les consta 69 clientes que dependen de la línea eléctrica que discurre entre el alto de La Mirandiella, en los límites de los concejos de Teverga y Somiedo y la localidad de Villaúx en el municipio somedano. Puntualizan que estos usuarios permanecen sin suministro desde las 21.00 horas de ayer miércoles. Esta es una de las líneas que se ha revisado hoy con ayuda de uno de los helicópteros del SEPA pero no se ha podido comprobar el estado de los aisladores que están cubiertos por bloques de hielo. El próximo paso será intentar discriminar donde puede localizarse la avería en los tres dispositivos posibles que hay en esta línea.
Respecto al resto señalan que se están realizando cortes puntuales programados, de entre 30 y 60 minutos, para proceder a reparar de forma definitiva las averías. En algunos puntos se restableció el servicio de forma provisional con grupos electrógenos y generadores y ahora se procederá a su reparación total.
En cuanto a la telefonía, la red fija está totalmente restablecida y en cuanto a la red móvil los diferentes operadores señalan que tienen prácticamente restituido el servicio excepto en algunas zonas localizadas en los concejos de Tineo, Teverga, Ibias y Allande.
Ayer, a la una y media de la tarde, la larga cola de camiones estacionados en el carril derecho de la autopista A-66, en la estación de servicio de Villallana (Lena), comenzaba a moverse lentamente en sentido a León. Los agentes de la Guardia Civil acababan de autorizar el tránsito de vehículos articulados por la principal conexión por carretera con la meseta. Salían del arcén y entraban directamente al carril izquierdo, lo que obligaba a detener el tráfico por momentos. La restricción comenzó hacia las nueve de la mañana debido al fuerte temporal de nieve y viento. Llegaron a concentrarse más de 200 camiones a la espera de poder pasar hacia León. El malestar de los profesionales de la carretera era monumental. Muchos, tras horas de espera, retomaron la marcha a sus destinos con sus cargas, aliviados de poder volver a la carretera aunque con horas de retraso. Para otros ya era tarde; no llegaban al destino porque habían sobrepasado la hora prevista de descarga. Todos coincidían en una opinión: «Nos han dejado tirados aquí toda la mañana cuando no había motivo para ello, ya que se podía circular sin problema. Algunos no sufrimos retrasos, sino que perdemos toda una jornada de trabajo». Cada día en esta situación, un camionero pierde en torno a los 500 euros.
«No, ya no voy a ningún lado; a mí ya se me pasó la hora de entrega de la mercancía. Ahora tengo que esperar a mañana -por hoy-; ha sido un día perdido. ¿Que si se puede prevenir este tipo de incidencias antes de emprender el viaje? Pues no lo sé, desconozco si alguien puede arreglar situaciones de este tipo», señaló Javier Fernández, quien llevaba desde las once parado forzosamente en el área de servicio lenense.
Él formaba parte del grupo de camioneros que quedaban en el lugar poco después de levantarse la restricción, los que ya no tenían destino a dónde ir. «A Palencia me dirigía, desde Gijón. Me dieron el alto a las nueve y media de esta mañana. Pero ha sido incomprensible, una medida que no comparto porque se permitió durante toda la mañana el tránsito de coches; la calzada estaba limpia. Si los turismos pueden circular, nosotros también. Es una ruina estar aquí parados. Además, se organizaron convoyes a media mañana. ¿Esos camiones sí podían transitar?», cuestionaba Enrique García desde la cabina de su camión. Su malestar era evidente porque no es la primera jornada que se tiene que quedar varado en la explanada del área de servicio esta semana.
Los pocos profesionales que quedaban en la gasolinera coincidían en su pregunta: ¿por qué les detuvieron y no les dejaron pasar? La cara de enfado de Teodor Cuc era representativa del cabreo. Su destino era Valladolid y no sabía cuándo volvería a tener hora para proceder a la descarga de la mercancía. Se bajaba del camión y estiraba un poco las piernas, ya que era uno de los que estuvieron detenidos en el arcén de la autopista sin poder salir de la cabina de su vehículo. Tras llegar a Lena, por lo menos, pudo ir a la cafetería del área recreativa.
En el acceso a Mieres Sur desde la A-66 había apostada una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico. En los momentos en los que la nevada era más copiosa, se desviaba a los camiones hacía el polígono industrial de Gonzalín, con la ayuda de agentes de la Policía Local. José Antonio Álvarez tuvo tiempo para hacer todo el recorrido. «Salí de Gijón a las nueve de la mañana y ya tuve que parar al llegar a Mieres», relata este camionero que llevaba su carga a León. «Después, nos dejaron circular un rato pero al poco nos ordenaron parar de nuevo; esta vez, en la calzada de la A-66. Y acabo de llegar a Villallana», comentaba ya a las dos menos cuarto de la tarde. «¿Que qué voy a hacer? Pues la verdad es que no lo sé; la hora para realizar la descarga ya se pasó, por lo que estoy a la espera de lo que me digan de la central. De momento, me quedo aquí», decía con resignación.
El sector del transporte se está viendo muy afectado por las nevadas. Lo reconoce el presidente de la patronal Asetra, Ovidio de la Roza, quien calcula en unas ocho horas el retraso medio de los camioneros, debido a que «son tormentas bastante fuertes». De todas formas, apunta que en los últimos años la situación en la autopista del Huerna cambió bastante, ya que «tratan de limpiar la carretera y abrir ventanas para que puedan pasar algunos camiones. Pero nos falta información más detallada. Los camioneros están parados y no siempre en las mejores condiciones».
De la Roza indica que los camiones articulados tienen que transitar por el Huerna, porque Pajares «es un puerto con mayor dificultad. La seguridad prima por encima de todo». Por eso reclama que el aparcamiento que va a construir Fomento en Villallana para 350 camiones «no sea solo para casos excepcionales como este, porque sería un despilfarro. Lo que hay que hacer es un área de descanso con todas las condiciones de servicios y seguridad para los conductores, los camiones y las mercancías».
Por otro lado, poco a poco se van arreglando los problemas de suministro de energía eléctrica y de telefonía fija y móvil. Las empresas que prestan servicio energético tienen trabajando sobre el terreno a 300 personas. A última hora de ayer se habían reducido a 285 abonados sin servicio. La reparación es complicada por la dificultad para acceder a las centrales donde están las averías. Los afectados son 150 en Belmonte, 20 en Ibias, 10 en Taramundi, 80 en Tarna y 25 en Quirós. En cuanto a la red de telefonía, los técnicos han podido llegar a las centrales de comunicaciones del Gamoniteiro y de Vega de Riosa, que funcionan en pruebas y se prevé que hoy se pueda restablecer el servicio. Anoche aún no funcionaba correctamente la segunda de las centrales, afectando a 314 usuarios de telefonía fija y 21 estaciones de la red móvil. Además, otro operador móvil tienen seis nodos de comunicación caídos en Cudillero, Pola de Laviana, Valledor y Tineo.
Por otro lado, en Villaviciosa, el caudal del río Linares va volviendo a la normalidad. Según la Confederación Hidrográfica del Cantábrico ya se encuentra en cifras fuera de peligro de desborde. En Tazones, los vecinos siguen pendientes del estado del muro del puerto, donde la mar ha provocado la aparición de grietas. "Como venga un golpe de mar más, se lo lleva todo por delante", advierten. Desdel el Ayuntamiento ya se ha dado aviso a la Demarcación de Costas.
En Cabranes, los voluntarios de Protección Civil piden prudencia en las carreteras, sobretodo en las zonas altas del concejo dónde se han formado placas de hielo.
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