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Embargados por la emoción, Milín Llamedo y Pedro Vázquez Llenín no se lo acababan de creer cuando cruzaron bajo el puente de Ribadesella y se vieron vencedores de la carrera que para ellos es más que un Campeonato del Mundo o que unos Juegos ... Olímpicos. Además, de nuevo dos piragüistas asturianos se hacían con el triunfo en el Descenso Internacional del Sella desde que Monchu Cerra y Fran Llera, en 1996, lo consiguieran.
Pero lo verdaderamente importante de la victoria de estos dos piragüistas de Arriondas es que nadie daba un euro por ellos hace menos de una semana cuando el martes decidieron bajar el río después de que Milín se quedase fuera tras ser sancionado el argentino Franco Balboa, el compañero con el que en un principio iba a tomar parte en la fiesta de las piraguas. Pero el piragüista sudamericano resultó sancionado por la Federación de su país. Así las cosas, en solo cuatro días, los dos palistas parragueses, compañeros además en el Kayak Tudense, se pusieron manos a la obra y obtuvieron el premio al trabajo y a la confianza.
Milín, con los ojos bañados en lágrimas, tras salir del pantalán ubicado en la meta dijo que «si mi abuelo viese esto después de los quince días que lo llevamos pasando tan mal, porque no sabíamos si ni siquiera íbamos a participar». El sobrino del que fuera una de las almas del Sella tenía claro que «no teníamos nada que perder. Solo estar en la salida ya era bueno, pero fuimos conscientes de que contábamos con nuestras opciones tras la buena crono que hicimos el jueves, aunque lo fundamental es que supimos jugar nuestra baza».
Pedro Vázquez confesó que una de las claves del éxito radicó en que «me ví entero en la recta final de la carrera, porque no estaba al 100%, pero si al 95% y resultó determinante», aunque también reconoce que la «experiencia de mi compañero ayudó mucho».
Mientras, Milín, a la vez que recibía una felicitación tras otra, subrayó que «mañana (por hoy) lo asimilaré, pues aún estoy levitando. Y es que ganar con un amigo en el Sella para mí no tiene precio». Para ambos suceder a dos campeones como Walter y Fiuza, con ocho victorias seguidas, «es todo un orgullo. Esta semana recibí los consejos de ellos cuando nos entrenamos, aunque no sé si al final hice lo contrario».
Asimismo, Llamedo y Vázquez explican que el triunfo se cimentó en que «llegamos a Toraño enteros y luego supimos guardar fuerzas», aunque confiesan que lo decisivo «fue que nos plantamos en Llovio muy enteros».
Milín, además, se siente feliz del triunfo que consiguieron su padre y su tío en 1984 (Maxi y Emilio), a los que también se los dedica de forma particular, al igual que su otro tío Emilio Llamedo Oliveira, expresidente del Codis.
Por su parte, Julio Martínez, toda una leyenda viva del Sella que lleva once victorias con cinco compañeros distintos, reconocía que «este segundo puesto es como si hubiéramos ganado, porque al final resultó muy apretado y emocionante, por lo que el balance es positivo», aunque por otra parte recalcó que «en el porteo no cogimos la corriente adecuada». Su compañero Rubén González también estaba contento, «porque para ser mi primer Sella es como si hubiese ganado».
El leonés Guillermo Fidalgo y el vasco Borja Estomba, del Oviedo Kayak, lograron el primer puesto exaequo en el K-1 sénior (1.12.27). El primero de ellos comentó que «me pareció que la organización tomó una decisión justa al darnos como vencedores a los dos, aunque a cada uno nos hubiese gustado más ganar». El piragüista de Irún, por su parte, se mostró conforme, «porque no me voy a enfadar porque haya dos vencedores». Sobre el desarrollo de la carrera, el palista del equipo carbayón destacó que «Plaza me pasó como un misil, pero empezó a sufrir y yo comencé a recuperar posiciones y me vi con bastantes opciones de disputar la victoria».
Amaia Osaba, vencedora en K-2, junto a Eva Barrios, dijo que «veníamos muy bien preparadas y salió como quisimos, porque llegamos muy bien a la recta final de la carrera». Su compañera también señaló que «hicimos un buen Sella y llegamos ahora en un buen momento para clasificarnos para el Mundial de maratón».
Arantza Toledo, vencedora en K-1, resaltó que «salí de mano mal, pero me motivé muchísimo cuando me ví en cabeza cuando solo faltaban cinco kilómetros, por lo que estoymuy contenta. Ganar en una prueba como el Descenso Internacional del Sella es lo máximo para un piragüista».
Por su parte, Celia Remis, del Grupo Covadonga, fue la segunda clasificada en el K-1 sénior femenino y vio cumplido su sueño de estar entre las mejores del Sella. «Por fin me meto en el podio. Es algo que llevaba esperando muchos años y lo he podido hacer rodeado de mis amigos y compañeros». La palista parraguesa de la entidad de Las Mestas fue felicitada a su llegada por Antonio Corripio y Almudena Ávila, presidente y entrenadora grupista, respectivamente, en una jornada que resultó inolvidable para ella.
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