Lotería de Navidad 2019 | Asturias jugó 90,6 millones y los grandes premios no dejaron ni el valor de un décimo del Gordo

Ese cuarto caído en Utrera coincidente con su código postal (41710). Los brindis en bares y administraciones de toda España con un creciente protagonismo de Sidra El Gaitero en detrimento del cava... Son algunas de las fotografías del sorteo más esperado del año, que ayer fue especialmente generoso con la díscola Cataluña, correcto con Madrid (Doña Manolita vendió décimos del primero, el segundo y el tercero, un cuarto y varios quintos) y cicatero hasta la desesperación con Asturias, donde apenas dejó calderilla. La suma de todos los picos de un cuarto y cinco quintos no llegó siquiera al valor de un décimo del Gordo. Unos trescientos y pico mil euros en los grandes premios que marcan un subsuelo difícil de rebajar aún más; hasta el punto de que pedreas y terminaciones a buen seguro que superarán con creces dicha cifra.

De las 170 series del Gordo, 90 regaron de felicidad Salou, el enclave turístico tarraconense situado en la Costa Daurada. Traducido en euros, 360 millones. Diez series se despacharon en ventanilla en la administración número 1 y las ochenta restante, en el centro El Cachirulo de Reus, enclave interior situado a apenas nueve kilómetros de Salou. El resto del primer premio viajó por Salamanca (25 series), Alicante (20 en San Vicente del Raspeig, 15 en Alcoy, 5 en Moraira), Barcelona (7), Murcia (6), Madrid (1) y Sevilla (1).

El segundo se volcó en Madrid, con 102 series vendidas en Los Buhitos; y el tercero protagonizó otra de las anécdotas. Almuñécar tuvo en sus manos 20 millones de euros del 00750. Sin embargo, el lotero se vio obligado a devolver tres cuartas partes a no poder 'colocar' tantos ceros. «Es triste tener que devolver dinero», resumía ayer.

En Mollerusa (Lérida) se dio el proceso inverso. Lejos de rechazar esta 'provocación' una sola persona adquirió 36 series por «un presentimiento». De forma que se gastó 7.200 euros y se embolsó 18 millones. Ahí es nada. Utrera por un lado y Madrid por otro acapararon los dos cuartos y los quintos repitieron la historia de siempre; reparto total por la piel de toro, con tres excepciones cada vez más inusuales. Segovia, Soria y Palamós vendieron íntegros tres de los ocho números agraciados con seis mil euros al décimo.

No se cumplió ayer en modo alguno el mal fario que podía augurar la caída de cascotes que obligó a cerrar el sábado por la mañana Doña Manolita durante cinco horas. Dio el aviso la propia dueña, Concha Corona, y pudo reabrir por la tarde una vez asegurada la cornisa de la calle Carmen 22. Al final, batió el singular récord de dar premios de todas las categorías.

El mal fario, la fortuna esquiva, se instaló con buenas agarraderas en territorio asturiano. Oviedo vendió un décimo de un cuarto en la calle Jovellanos y Grado otro en la plaza General Ponte. Eso fue lo más reseñable. Lo demás, décimos suelos de los quintos en Gijón, Oviedo, Avilés, Ribadesella, Laviana, Luanco, Allande... Migajas en definitiva que no sumaron ni los 400.000 euros de un gordo en una región que se gastó 88,12 euros por habitante (90,6 millones en total, el 2,2% más que en 2018) y no permitirán a un solo asturiano emular a la reportera alicantina Natalia Escudero. Ayer, tras su estallido de júbilo en directo junto a otros premiados a los que entrevistaba, le dijo en directo a María Casado: «¡Que mañana no voy!». Por estos pagos no quedará más remedio que seguir yendo.