Familia, amigos y pañales en la jornada de reflexión de los candidatos asturianos

Hoy, pues, se trataba de estar con la familia y los amigos, y en el caso de dos de los candidatos, la socialista Adriana Lastra y José María Figaredo, de Vox, eso incluye una buena ración de mimos con sus hijos, tan pequeños aún que ambos cabeza de lista pudieron disfrutar hasta del relativo placer de cambiar pañales. Lo es, un placer, cuando te has pasado quince días de campaña apenas pudiendo ver a los bebés dormidos en su cuna. Y mientras te comes las uñas en el único día antes de abrirse las urnas en el que no puedes pedir el voto.

Lastra aprovechó la jornada de reflexión para ese tiempo en familiar «que ha dejado un poquito abandonada estas semanas, disfrutando también, en este caso, de los amigos paseando por Oviedo». Le acompañaban la secretaria de Organización de la FSA, Gimena Llamedo, y el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo. Y sin que ninguno pudiera pedir el voto directamente, Lastra animó a los ciudadanos a seguir reflexionando sobre «lo que nos jugamos mañana. Son unas elecciones muy importantes, trascendentales, que nos jugamos muchas cosas, derechos, libertades, crecimiento económico, reparto de esa riqueza, y es importante que la gente vaya a votar», dijo.

Por su parte, la candidata del PP, Esther Llamazares, pasó la jornada en Avilés, también junto a compañeros del partido y la familia, con la que «hace días que no comparto absolutamente nada». La candidata popular señaló que la campaña «ha sido dura porque obviamente se ha dado en un momento en el que nadie contaba con ello», en una reiteración de la crítica a Pedro Sánchez por elegir el 23 de julio y sus calores como domingo electoral. «Acabamos de pasar por unas elecciones autonómicas y municipales que lógicamente ya requieren de ese esfuerzo. No contábamos con esto, yo creo que los ciudadanos tampoco, y es un sobresfuerzo para todos», ahondó.

Como Lastra, Llamazares también insistió en la importancia de la cita con las urnas para todos los ciudadanos e indicó que espera que su deseo para el domingo electoral es que se desarrolle «con absoluta normalidad y que la gente pueda disfrutar también».

También aprovechó el cabeza de lista al Senado por el PP, Pablo González, para reunir a un buen grupo de sus amigos y colaboradores, a los que agradeció «el gran esfuerzo que todos habéis hecho durante la campaña y antes», brindando por una buena jornada «para la democracia».

Por su lado, Rafael Cofiño, cabeza de lista de Sumar, apostó por la soledad, al menos por la mañana. Empezó el día saliendo a pasear por la senda de La Camocha más o menos a la vez que el sol salía, y después se tomó un tiempo para sentarse a anotar «algunas de las reflexiones de todos estos días y un poco las propuestas para lo que va a pasar el lunes». ¿Qué cree él que va a ocurrir? Cree que Sumar hizo una campaña «muy buena, de menos a más» y aseguró que el pacto de gobierno en Asturias –en el que, por el momento, Podemos no toma parte pese a estar integrado con IU en Sumar para la cita electoral– es «un primer paso importante para avanzar en gobiernos progresistas. Lo hemos dicho durante toda la campaña, lo que necesitamos son gobiernos que hagan propuestas y que en el progresista que va a haber esté Convocatoria Por Asturies en el proceso va a ser muy importante», indicó. También le dio tiempo, ya por la tarde, para volver a sus raíces, en Cofiño (Parres) y encontrarse allí con su hermana, con la que se fue a la playa para disfrutar de lo que quedaba del día «aprovechando que hace este sol».

Para el candidato al Congreso por Vox, José María Figaredo, también fue «un día familiar normal y corriente», indicó en el jardín de las Tres Cruces de Somió, frente a la iglesia parroquial, donde tuvo tiempo para saludar a varios miembros del club de moteros del que forma parte. Indicó Figaredo, como lo hizo Cofiño, que «estoy en pie desde temprano», aunque en su caso no tanto por aprovechar para la introspección como «para comenzar con los biberones y los pañales». El futuro de España también pasa por ahí.