Vuelta al cole en Asturias | La educación vence «al miedo»

Algunas familias de la plataforma 'Por una educación presencial voluntaria durante la pandemia' -se estima que alrededor de cien- decidieron dejar a sus hijos en casa. Otros, en cambio, lo hicieron por «razones justificadas», según los directores de los centros y por causas de todo tipo. Algunas estuvieron relacionados con presentar fiebre antes de ir a clase. La jornada, en general, transcurrió según lo previsto, pero no estuvo exenta de incidencias puntuales. Porque hubo casos de niños que, estando en clase, se encontraron mal (también con fiebre) y que, tras ser atendidos por los coordinadores covid del centro y ponerse en contacto con sus familias, se fueron a casa. También «hubo algún desajuste aislado» con el transporte y algunos padres se enteraron en la primera jornada de clase de que sus hijos se encontraban en grupos internivel, en los que se juntan alumnos de distintos cursos.

A éstos -que tanta polémica han suscitado- se refirió Carmen Suárez: «Se han autorizado de forma excepcional. Habrá 66 en la concertada (el 8,2% del total) y 99 en la pública (4% del global).

En esta ocasión, no hubo inauguración oficial del curso «para no interferir en las clases presenciales y cumplir estrictamente con los protocolos». Los niños admitían llegar con «muchas ganas» por ver a sus amigos y, según sus padres y profesores, con «las normas muy interiorizadas», como no tocarse la mascarilla y lavarse con frecuencia las manos. Los vídeos, las instrucciones y planos enviados a las familias y hasta algún ensayo realizado el viernes, como en el Miguel de Cervantes de Gijón, sirvieron para que los alumnos supieran que este año tienen que entrar a clase por una puerta concreta, de forma escalonada, manteniendo la distancia y tomándose la temperatura y, una vez dentro, acompañados por sus profesores, seguirán los circuitos diseñados. Después habrá turnos de recreo y, en algunos casos, de comedor, siempre en contacto con los compañeros de su grupo 'burbuja'.

El de ayer fue un día de 'entrenamiento', de comprobar que todo funcionara a la perfección y hacer los reajustes que sean necesarios. Una hora tardaron los casi 400 alumnos del colegio Germán Gómez Ramos, del barrio de Pando en Oviedo, en entrar por los tres puntos de accesos. Cada tutor recogió a su grupo y ya, en fila, aprendieron cómo calcular la distancia de seguridad. «Lo mejor, extender los brazos».

Los padres -para quienes «tener miedo es inevitable»- cumplieron con las normas, aunque en algunos casos les resultara difícil no agolparse «para verlos entrar y comprobar que están tranquilos», reconocía Isabel García, madre de Mateo, que este año inicia quinto de Primaria en el colegio Enrique Alonso, uno de los más grandes de Avilés, donde hubo cortes de tráfico para evitar aglomeraciones.

También en Mieres se había diseñado un plan de apoyo para las entradas y salidas de los centros que, por su ubicación, número de alumnos y transporte escolar, requirieran de colaboración para controlar los momentos de mayor afluencia. No hubo problemas. Eso sí, hay colegios como el Horacio Fernández Inguanzo, de La Foz de Morcín a la espera de tener todos los monitores de comedor. Mientras que Águeda Almaraz, directora del colegio Benedicto Bembibre, llamaba a la «tranquilidad y el sentido común en este curso anómalo», en el oriente hubo momentos en los que reinaron los nervios. En el Peña Tú de Llanes hubo algo de confusión hasta que los niños encontraron sus respectivas filas, pero «hasta que nos acostumbremos». En el occidente persisten los problemas de transporte en algunos puntos de la comarca. En Cangas del Narcea hay diez niños pendientes de una solución que Educación se comprometió a dar en febrero.

En una jornada en la que ANPE pidió un «cambio de gestión y un nuevo liderazgo tras los volantazos de la consejería» y Ciudadanos reprochó a Barbón que «no se haya atrevido a dar la cara ante los padres y docentes el día que empiezan las clases», Educación hizo pública la tercera convocatoria de interinos, con lo que se llegan a casi 5.500 docentes temporales. En ésta saca 341 plazas fundamentalmente para Secundaria, Bachillerato y FP. De ellas, 61 son por los desdobles de aulas y se completa la plantilla de especialistas con 14 profesionales de Pedagogía Terapéutica y 11 de Audición y Lenguaje. Para CC OO, las 61 plazas 'covid', sumadas a las 323 publicadas, quedan lejos de las 565 anunciadas para la pública.