Cercanías gratis hasta 2026 y remodelación en Transportes por el fiasco de los trenes

El acuerdo compromete a extender la gratuidad de los trenes de cercanías de Renfe y Feve «hasta la entrega de las unidades pendientes en el contrato en curso», lo que, como poco, blinda la promoción hasta el año 2026. La subvención se financiará con cargo al Presupuesto General del Estado. Es un trato diferencial. Hasta ahora el resto de núcleos de cercanías solo tienen blindada la gratuidad en este curso.

El pacto incluye unificar en un solo billete ambas redes y reordenar la malla horaria. «A la mayor brevedad» se fijará un cronograma con las actuaciones previstas en el Plan de Cercanías, programa de mejoras cuyo coste actualizado pasa de los 1.100 millones en Asturias pero que tenían un horizonte temporal, 2017-2025, que se sabe ya imposible de cumplir. El ministerio designará a un comisionado para que esté encima de la mejora de ambas redes.

Respecto a los futuros trenes de Feve, más novedades. Tras poner al día la normativa y hablar con CAF, la ministra Sánchez promete que en verano habrá un diseño válido para que a finales de 2023 «o a inicios de 2024 a más tardar» la empresa vasca inicie la fabricación de una remesa que deberá implicar la entrega de las primeras unidades a inicios de 2026. El contrato en vigor era para producir 31 unidades, pero Renfe ejecutará la opción que permite ampliar la serie hasta los 38, el máximo posible fijado en los pliegos. Además se licitarán nuevos encargos para producir las unidades necesarias para renovar por completo la flota del ancho métrico en Asturias.

«Esto no soluciona el problema, pero sí es una mejora a futuro», valoró el presidente Barbón. «El compromiso queda por escrito, lo exigiremos con contundencia y agradeceremos públicamente que se cumpla», señaló.

«Presidentes, cántabros y asturianos, tenéis en esta ministra a una aliada», aseguró Raquel Sánchez. La titular de Transportes defendió que desde que supo el caso «he dado la cara, he pedido disculpas, he encargado una auditoría para ver qué ha fallado y cómo evitar que se repita y he trabajado en las soluciones». El contrato de la polémica sufrió «un retraso, reprobable, sí, pero que no debe impedirnos reflexionar sobre el mal estructural que rodea a este incidente, y es el abandono de las cercanías por el anterior gobierno».

La ministra confirmó haber aceptado las dimisiones de quienes eran hasta ahora su 'número 2', la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, y del presidente de Renfe, Isaías Táboas. «Les agradezco públicamente el trabajo que han desempeñado, su entrega y que siempre hayan pensado en el bien común», concedió. «Hay momentos en los que toca asumir responsabilidades, es inherente a nuestros cargos. Momentos como este adquieren un significado especial, pero debemos ser honestos y hacer siempre lo mejor para el interés general», justificó.

La reestructuración ministerial llega en un momento en el que a la parte socialista del Gobierno central le interesa que Podemos ejecute también cambios como forma de depurar lo que se entienden como errores.

El Consejo de Ministros de hoy designará como nuevo secretario de Estado a David Lucas, el hasta ahora secretario general de Vivienda. Es un diplomado en Derecho Tributario con una larga carrera en el PSOE de Madrid. Al frente de Renfe quedará Raül Blanco, movimiento con dos paradojas. Hasta diciembre era el predecesor de Pachi Blanco como secretario de Industria. Su pase a Renfe implica que a un aupado por el PSC (Isaías Táboas) le sucede otro de la misma formación.

La salida del presidente de Renfe entraba dentro de los cálculos que confiaban lograr los gobiernos de Asturias y Cantabria, no así la de Pardo de Vera, en quien veían un referente para el noroeste. Para asegurarse su continuidad el propio presidente asturiano, Adrián Barbón, pidió a la oposición en la Junta General que no extendiera a ella su indignación. «No tienen ni idea de lo que nos jugamos si cae Pardo de Vera», llegó a decir.

La salida de la secretaria de Estado, conocida hora y media antes de reunirse con la ministra, cayó como un jarro de agua fría en ambos ejecutivos, además de en buena parte de la estructura ministerial, que tenían en su perfil técnico una referencia para resistir a las habituales presiones políticas que recibe el departamento. Una vez escuchada las explicaciones de la ministra, tanto Barbón como Revilla, tuvieron que asumir las medidas adoptadas por quien ha demostrado mandar en Transportes.

«Hace poco, en nombre del ministerio, Pardo de Vera vino a Asturias y clarificó la situación de la variante de Pajares. Le agradezco su disposición», indicó Barbón. «No tengo más que decir, depurar las responsabilidades es una cuestión interna del ministerio», digirió.

Más contundente se mostró su homólogo cántabro, quien, cierto es, había reconocido que Pardo de Vera había sido «diligente» pero sin hacer de su mantenimiento 'casus belli'. «Lo más grave, y te creo ministra, es que te hayas enterado igual que los demás. Es muy fuerte que un ministro se entere como los demás», lamentó Miguel Ángel Revilla. «Que durante dos años responsables de esta casa supieran lo ocurrido y no hayan dicho nada es una deslealtad de gran calibre», abundó, al tiempo que agradeció a la ministra que reactivara las obras para prolongar la alta velocidad hasta su comunidad.

El cántabro, hablando en rueda de prensa en nombre de las dos comunidades «porque somos el mismo territorio», afirmó que los presidentes «se daban por satisfechos» con los ceses. «Hubo al inicio dos destituciones que nos causaron un poco de hilaridad, porque no parecían los máximos responsables, y lo de hoy es ya una voladura de parte del ministerio», reconoció. «No entramos en esa medida, la ministra ha tomado una decisión, ella sabrá dónde está el origen. Son dimisiones, no ceses, pero bueno en política ya todos sabemos lo que son estas dimisiones», comentó ante las cámaras.

Adrián Barbón recordó que en Asturias «hay políticos que han dicho que esta reunión no iba a servir para nada, y salimos con la gratuidad hasta 2026, la renovación completa de la flota de Feve y un comisionado, de momento», deslizó, en alusión al candidato del PP, Diego Canga.

Antes de la reunión, en la puerta del ministerio, Revilla reconoció que ambos llegaban en nombre de «dos territorios que no se merecen esta humillación, venimos aquí humillados». Los trenes actuales «son más viejos que yo», dijo Barbón. «¡Y que yo!», completó Revilla. «Hasta que no lleguen los nuevos, tienen que mantener la gratuidad en Feve y en Renfe, porque son locomotoras de la época del Kansas City-Oregón. Lo que hay no es decente», dijo, antes de la cita. A espera de cumplir el papel, todo indica que la estrategia funcionó.