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A. FUENTE / M. MENÉNDEZ
LENA / GIJÓN.
Jueves, 8 de febrero 2018, 03:11
A la una y media de la tarde, la larga cola de camiones estacionados en el carril derecho de la autopista A-66, en la estación de servicio de Villallana (Lena), comenzaba a moverse lentamente en sentido a León. Los agentes ... de la Guardia Civil acababan de autorizar el tránsito de vehículos articulados por la principal conexión por carretera con la meseta. Salían del arcén y entraban directamente al carril izquierdo, lo que obligaba a detener el tráfico por momentos. La restricción comenzó hacia las nueve de la mañana debido al fuerte temporal de nieve y viento. Llegaron a concentrarse más de 200 camiones a la espera de poder pasar hacia León. El malestar de los profesionales de la carretera era monumental. Muchos, tras horas de espera, retomaron la marcha a sus destinos con sus cargas, aliviados de poder volver a la carretera aunque con horas de retraso. Para otros ya era tarde; no llegaban al destino porque habían sobrepasado la hora prevista de descarga. Todos coincidían en una opinión: «Nos han dejado tirados aquí toda la mañana cuando no había motivo para ello, ya que se podía circular sin problema. Algunos no sufrimos retrasos, sino que perdemos toda una jornada de trabajo». Cada día en esta situación, un camionero pierde en torno a los 500 euros.
«No, ya no voy a ningún lado; a mí ya se me pasó la hora de entrega de la mercancía. Ahora tengo que esperar a mañana -por hoy-; ha sido un día perdido. ¿Que si se puede prevenir este tipo de incidencias antes de emprender el viaje? Pues no lo sé, desconozco si alguien puede arreglar situaciones de este tipo», señaló Javier Fernández, quien llevaba desde las once parado forzosamente en el área de servicio lenense.
Él formaba parte del grupo de camioneros que quedaban en el lugar poco después de levantarse la restricción, los que ya no tenían destino a dónde ir. «A Palencia me dirigía, desde Gijón. Me dieron el alto a las nueve y media de esta mañana. Pero ha sido incomprensible, una medida que no comparto porque se permitió durante toda la mañana el tránsito de coches; la calzada estaba limpia. Si los turismos pueden circular, nosotros también. Es una ruina estar aquí parados. Además, se organizaron convoyes a media mañana. ¿Esos camiones sí podían transitar?», cuestionaba Enrique García desde la cabina de su camión. Su malestar era evidente porque no es la primera jornada que se tiene que quedar varado en la explanada del área de servicio esta semana.
Los pocos profesionales que quedaban en la gasolinera coincidían en su pregunta: ¿por qué les detuvieron y no les dejaron pasar? La cara de enfado de Teodor Cuc era representativa del cabreo. Su destino era Valladolid y no sabía cuándo volvería a tener hora para proceder a la descarga de la mercancía. Se bajaba del camión y estiraba un poco las piernas, ya que era uno de los que estuvieron detenidos en el arcén de la autopista sin poder salir de la cabina de su vehículo. Tras llegar a Lena, por lo menos, pudo ir a la cafetería del área recreativa.
En el acceso a Mieres Sur desde la A-66 había apostada una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico. En los momentos en los que la nevada era más copiosa, se desviaba a los camiones hacía el polígono industrial de Gonzalín, con la ayuda de agentes de la Policía Local. José Antonio Álvarez tuvo tiempo para hacer todo el recorrido. «Salí de Gijón a las nueve de la mañana y ya tuve que parar al llegar a Mieres», relata este camionero que llevaba su carga a León. «Después, nos dejaron circular un rato pero al poco nos ordenaron parar de nuevo; esta vez, en la calzada de la A-66. Y acabo de llegar a Villallana», comentaba ya a las dos menos cuarto de la tarde. «¿Que qué voy a hacer? Pues la verdad es que no lo sé; la hora para realizar la descarga ya se pasó, por lo que estoy a la espera de lo que me digan de la central. De momento, me quedo aquí», decía con resignación.
El sector del transporte se está viendo muy afectado por las nevadas. Lo reconoce el presidente de la patronal Asetra, Ovidio de la Roza, quien calcula en unas ocho horas el retraso medio de los camioneros, debido a que «son tormentas bastante fuertes». De todas formas, apunta que en los últimos años la situación en la autopista del Huerna cambió bastante, ya que «tratan de limpiar la carretera y abrir ventanas para que puedan pasar algunos camiones. Pero nos falta información más detallada. Los camioneros están parados y no siempre en las mejores condiciones».
De la Roza indica que los camiones articulados tienen que transitar por el Huerna, porque Pajares «es un puerto con mayor dificultad. La seguridad prima por encima de todo». Por eso reclama que el aparcamiento que va a construir Fomento en Villallana para 350 camiones «no sea solo para casos excepcionales como este, porque sería un despilfarro. Lo que hay que hacer es un área de descanso con todas las condiciones de servicios y seguridad para los conductores, los camiones y las mercancías».
Por otro lado, poco a poco se van arreglando los problemas de suministro de energía eléctrica y de telefonía fija y móvil. Las empresas que prestan servicio energético tienen trabajando sobre el terreno a 300 personas. A última hora de ayer se habían reducido a 285 abonados sin servicio. La reparación es complicada por la dificultad para acceder a las centrales donde están las averías. Los afectados son 150 en Belmonte, 20 en Ibias, 10 en Taramundi, 80 en Tarna y 25 en Quirós. En cuanto a la red de telefonía, los técnicos han podido llegar a las centrales de comunicaciones del Gamoniteiro y de Vega de Riosa, que funcionan en pruebas y se prevé que hoy se pueda restablecer el servicio. Anoche aún no funcionaba correctamente la segunda de las centrales, afectando a 314 usuarios de telefonía fija y 21 estaciones de la red móvil. Además, otro operador móvil tienen seis nodos de comunicación caídos en Cudillero, Pola de Laviana, Valledor y Tineo.
El gerente del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias, Eugenio García, explicó que «las líneas eléctricas están teniendo problemas de congelación, con capas de hielo que llegan a los quince centímetros de diámetro». García rechazó, de momento, solicitar la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), aunque reconoció estar en contacto permanente con sus responsables.
Y es que la nieve acumulada en la red viaria asturiana es mucha, hasta el punto de que la mitad de los 400 centros educativos públicos de la región se vieron afectados por el temporal, principalmente por problemas con las líneas de transporte, y casi el 11% tuvieron que cerrar sus puertas. Además, el 38,6% tuvieron problemas con el suministro de electricidad o calefacción.
La nieve llegó a afectar ayer a 33 puertos y 89 carreteras asturianas. Anoche estaban cerrados los puertos de Pozo de las Mujeres Muertas, La Marta, San Isidro, Leitariegos, El Connio, Tarna, Arnicio, La Colladona, Moandi, La Cobertora, El Cordal, La Colladiella, San Lorenzo y Ventana. Otros 20 precisaban cadenas. Además, tanto Pajares como la autopista del Huerna estaban cerradas al tránsito de camiones. También estaban cortadas catorce carreteras de la red autonómica en Allande, Cabrales, Cangas de Onís, Cangas del Narcea, Lena, Piloña, Ponga, Quirós y Villanueva de Oscos. En otras 70 carreteras se necesitaban cadenas o neumáticos de invierno, casi todas en concejos de montaña.
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