EUGENIA GARCÍA, ALBERTO ARCE, BELÉN G. HIDALGO, GLORIA POMARADA, JUAN CARLOS ABAD, MÓNICA RIVERO, PABLO SUÁREZ Y SHEYLA GONZÁLEZ,
GIJÓN.
Viernes, 15 de noviembre 2019, 01:21
El temporal más adverso en lo que va de otoño puso ayer en alerta a los vecinos de gran parte de la región. Era la primera vez en trece años que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activaba la alerta roja por nieve ... en los Picos de Europa y el resto de la cordillera cantábrica y a las tres de la tarde de ayer emitía un aviso específico por riesgo de aludes en la zona del Parque Nacional. Además, las fuertes lluvias aumentaron el caudal de varios ríos que amenazaron con desbordarse y causaron desperfectos en varias infraestructuras. A la vista de las previsiones, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se trasladaron ayer por la tarde a Noreña ante la posibilidad de que hoy sea necesaria su intervención.
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En Siero, la subida del cauce del río Noreña obligó incluso a cerrar un puente por peligro de derrumbe. La abundante maleza y árboles caídos en el río, así como la velocidad y la fuerza del agua motivaron el empuje de los estribos y apoyos del puente, lo que puso su estructura en «grave peligro», según los técnicos que evaluaron la construcción. El parte de los próximos días no hace sino enfatizar el peligro de derrumbe, por lo que el Ayuntamiento de Siero se verá obligado a actuar «de manera inmediata». Los trabajos de emergencia necesarios pasan por efectuar un dragado del cauce en la zona afectada y la construcción de muros de recalce, así como de escollera, para reforzar tres estribos. Se baraja incluso la posibilidad de sustituir la barandilla existente.
Tampoco pudo más el río Raíces, que llevaba un par de días con su caudal al máximo. A causa también de la abundante presencia de maleza y residuos, se desbordó a su paso por Salinas, en Castrillón. El agua alcanzó cuatro viviendas y algunos de los garajes cercanos a la zona del parque de la Deva, considerada «inundable» por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC). Los vecinos llevaban meses reclamando su limpieza. En los concejos ribereños del Bajo Nalón, sin embargo, el control ejercido por la Comisaría de Aguas en los embalses logró mejorar notablemente la situación. Por el momento, la cosecha de kiwi que se prevé recoger estos días no ha sufrido daños, algo que podría ocurrir si los ríos vuelven a desbordarse. A última hora de ayer se mantenía en seguimiento el río Pigüeña, el Narcea en tres puntos diferentes y el Nalón a su paso por Sama.
Como ya es habitual en Gijón cada vez que se registran abundantes precipitaciones, el río Piles volvió a sufrir alivios intermitentes desde la red de saneamiento, cuyos colectores quedaron colapsados, y algunas zonas de la ciudad se vieron parcialmente inundadas, caso del parque fluvial de Viesques. Las fuertes rachas de viento dejaron desperfectos por toda la ciudad. De hecho, se acordó posponer las obras en la cubierta de la pista ubicada junto al colegio Honesto Batalón ante la posibilidad de que hubiese que lamentar desperfectos.
En Oviedo, los peores augurios que vaticinaban el desborde de los ríos Trubia y Nalón a su paso por el concejo no se cumplieron, aunque el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento espera lo peor para la mañana de hoy y mantendrá durante toda la jornada los planes de alerta activados. De igual modo, en previsión de fuertes vientos se baraja cortar el acceso al Campo de San Francisco.
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Las precipitaciones devolvieron a Trubia el triste recuerdo de las últimas inundaciones de hace casi un año. En la localidad de Piedrallasa, las riadas del pasado enero dejaron sin casa a Luis López y Mónica Sánchez, padres de seis hijos. Todos residen desde entonces en un piso de alquiler facilitado por Servicios Sociales, pero la familia, ahora con una boca más que alimentar, carece de recursos para afrontar los 30.000 euros de obras que exige su antigua casa para ser habitable. «Toda nuestra vida estaba allí, pero con un salario bajo es imposible que podamos pagarlo», lamenta el padre. Un año después, las fuertes lluvias vuelven a amenazar su vivienda. «El agua ya está a menos de 50 centímetros otra vez y va a volver a ocurrir lo mismo».
En el oriente, la nieve volvió -y con fuerza- durante la noche de ayer a los Picos de Europa. No obstante, los vecinos de localidades como Sotres esperaban nevadas más copiosas esta madrugada. Peores consecuencias tuvieron los aguaceros, que originaron un hundimiento en el subsuelo que provocó a su vez una fractura en el asfalto en la carretera AS-257, que conecta Colunga con Lastres, y anegaron accesos en zonas de Llanes como La Galguera, Soberón y el barrio de La Huera de La Portilla.
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Dado que lo peor, parece, está por llegar, para afrontar lo que queda de temporal conviene tener en cuenta las lecciones aprendidas en uno de los puntos más crudos de la región, el puerto de Leitariegos. Allí, Valentín Flórez abre los 365 días del año -llueva o nieve- La Chabola de Vallao. Fundado en 1898, es el único alto en el camino donde tomar un café caliente antes de ascender por encima de los mil metros. En la estantería de su barra y los fogones de la cocina residen los mejores remedios contra el frío: «Los más de 43 tipos de licores caseros que ofrecemos al público y la cocina casera».
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