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MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Jueves, 14 de noviembre 2019, 00:32
Asturias afrontará hoy y mañana un gran temporal marítimo, fuertes nevadas y lluvias persistentes. Parece que la región se llevará la peor parte de la entrada de una masa de aire muy frío y la llegada de varios frentes atlánticos, lo que ... ha hecho que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advitiera ayer de riesgos importantes que afectan a todo el Principado. Por primera vez en trece años, ha activado la alerta roja por nieve. En concreto, en los Picos de Europa y el resto de la cordillera cantábrica, ya que desde la pasada medianoche se esperan acumulaciones de nieve de 40 centímetros a partir de los 800 metros de altura. Ahora bien, el espesor puede llegar a un metro por encima de los 1.200 metros. El propio Ejecutivo asturiano ha elevado de 0 a 3 el nivel de preemergencia del Plan de Nevadas.
El aviso es naranja en la zona central de la región y los valles mineros por nevadas de más de diez centímetros a partir de los 800 metros. E igual alerta habrá en todo el litoral asturiano por fenómenos costeros que consistirán en vientos del oeste fuerza 8 y olas que pueden llegar a los siete metros de altura. La costa también tiene activo el aviso amarillo por fuertes lluvias, que pueden acumular hasta 40 litros por metro cuadrado en solo doce horas.
Ante esta situación, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha recomendado a los conductores no circular ni hoy ni mañana por las carreteras comarcales y locales y advierte de que pueden presentar complicaciones la autopista AP-66 y la carretera N-630, que unen Asturias con la meseta.
Precisamente, para evitar problemas, los responsables de la autopista del Huerna mantendrán operativos todos sus recursos, con 14 camiones quitanieves, tres palas cargadoras de fundentes, dos máquinas fresadoras de nieve y 72 operarios. Además, dispone de 5.260 toneladas de sal, 300 de cloruro cálcico, 150 de sal para salmuera y 300.000 litros de salmuera. El Ministerio de Fomento también ha movilizado los suyos y cuenta con 603 equipos quitanieves y 126.974 toneladas de fundentes para hacer frente a las necesidades de Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia.
A la espera de la llegada de este fuerte temporal, varios ríos asturianos se desbordaron ayer debido a las fuertes lluvias de estos días y al deshielo de las últimas nevadas. Llegaron a estar en prealerta los cauces del Pigüeña (Belmonte de Miranda), Narcea, Caudal, Nalón, Sella y Cares. Precisamente, las lluvias ocasionaron ayer que durante cerca de diez horas permaneciera cortada la línea de Feve Gijón-Laviana, entre El Entrego y Tuilla. Una acumulación de agua sobre las vías hacía insegura la circulación. La suspensión del tráfico ferroviario comenzó a las 7.10 horas y la incidencia se dio por resuelta a las 17.20.
Varios ríos de la región tuvieron en vilo a los vecinos. En Trubia, las crecidas de los cauces del Nalón y el Trubia no llegaron por ahora a causar los destrozos de años anteriores, pero obligó a los efectivos del área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo y al equipo de bomberos voluntarios de la localidad trubieca a cortar varias carreteras, asegurar el puente de hierro de Quintana y a socorrer a un joven que se había quedado atrapado en su coche en Piedrallasa mientras trataba de llegar al pueblo. Otros lugares, como la senda verde, a su paso por la vía de Caces-Trubia, quedaron anegados.
En Ribera de Arriba, la fuerza del río también se hizo notar. La corriente destrozó ayer parte del pantalán de Soto de Ribera, estrenado hace tres años y ubicado en el remanso que forma la presa de la central térmica. Las intensas acometidas del agua, que arrastraba consigo troncos, árboles y otros desperdicios, dañaron la línea de flotación de la estructura, dejándola casi completamente sumergida.
En Cudillero, el río Esteiro se desbordó a su paso por la senda fluvial de Pramaro, dejando inundado parte del camino y alguna finca aledaña. Una ganadería estuvo a punto de verse afectada, pero el foso que la rodea pudo mantener el agua alejada de los animales. El regidor, Carlos Valle, explicó que la Red de Vigilancia de Ríos trabaja en el control del caudal.
Castrillón y los concejos ribereños del Bajo Nalón también miran al cielo con preocupación. Las intensas lluvias dejaron a los ríos al borde de su capacidad y la amenaza de inundaciones. De hecho, a lo largo de la mañana de ayer el agua anegó algunas zonas verdes de vega en las localidades pravianas de Quinzanas y Forcinas, por lo que el gobierno local lanzó un mensaje de alerta a quienes realizan actividades ganaderas junto al Nalón, para que recojan sus animales. La situación es más preocupante para las empresas productoras de kiwi en el Bajo Nalón, ya que la recogida de la fruta comienza estos días y el desbordamiento del río podría poner en peligro la cosecha de este año.
La carretera AS-15, en Degaña, permaneció cortada al tráfico en ambos sentidos por un argayo durante cuatro horas, cuando los operarios lograron despejar un carril. Fue en Fondos de Vega, debido al desbordamiento de un reguero que vierte al río Ibias. Los vecinos lamentan señalan a los incendios como la causa de los desprendimientos.
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