Secciones
Servicios
Destacamos
JOSÉ L. GONZÁLEZ
GIJÓN.
Martes, 31 de marzo 2020, 01:37
Asturiasconsiguió salvar ayer de la inactividadtreinta empresas del sector industrial, así como a sus auxiliares, después de una jornada caótica. Pasadas las 23.30 horas del domingo el Gobierno publicó un decreto que cayó como una bomba en la región. Los nuevos recortes de actividad que se incluyen en la norma generaron una gran incertidumbre en un sector que ya atravesaba por dificultades y que se vio ayer sumido en el caos. La decisión del Ejecutivo de limitar aún más la movilidad para luchar contra la expansión del coronavirus, con la suspensión de actividades como la construcción, que da empleo a 25.000 personas en Asturias, arrastró a un sector crucial para la economía asturiana en el que eran muchas las empresas que a última hora de ayer aún no sabían a qué acogerse, si cerrar sus puertas o mantenerse firmes en base a ciertas interpretaciones del decreto.
La incógnita trataron de resolverla el Principado y la Delegación del Gobierno en Asturias a las 23 horas. Tras una tarde de reuniones, ambas instituciones consensuaron una lista de 30 empresas asturianas industriales y sus axiliares, el sector sobre el que más dudas había generado el decreto del Gobierno, que contarán con una autorización expresa para seguir operando durante la vigencia de este decreto, cuyos efectos se prolongarán hasta el 9 de abril, al ser consideradas como «esenciales». Una interpretación jurídica que las equipara a las de alimentación, transporte o fabricación de material sanitario, que ya contaban con esta consideración. Grandes firmas como Arcelor-Mittal, Azsa y Tudela Veguín están incorporadas en esta medida.
Las firmas incluidas en esta decisión ya han sido informadas de la nueva situación. Según señalaron fuentes de la Delegación del Gobierno, ninguna de ellas cuenta con limitaciones en su actividad, más allá de su propia capacidad productiva.
El listado facilitado anoche por la Delegación del Gobierno será el mismo que hoy porten Policía Nacional y Guardia Civil. Una interpretación del decreto trasladada al territorio asturiano para saber cuáles son las industrias que Delegación del Gobierno considera que pueden abrir durante estos días y cuáles no. Los agentes, señalan desde Delegación del Gobierno, podrán hacer propuestas de sanción a aquellas industrias que se encuentren abiertas y no estén en la lista, pero no cerrarlas.
La decisión de Principado y Delegación del Gobierno vino a poner fin a dos días de extrema incertidumbre. Durante la jornada del domingo circuló un borrador del decreto que se negociaba en el Consejo de Ministros y que daba esperanzas a las empresas industriales. En él se hacía mención expresa a la siderurgia y las electrointensivas, que ayer funcionaron con toda la normalidad posible en una situación como la actual. Algunas de ellas habían enviado el domingo una comunicación a sus empleados convencidas de que, a falta de confirmación oficial, quedarían excluídas de las prohibiciones. Pero el decreto no lo aclaraba, lo que obligó a que desde primera hora de la mañana las direcciones de las grandes firmas de la región mantuvieran reuniones telemáticas analizando un decreto que, en el peor de los casos, les daba 24 horas para cesar su actividad. Compañías como Arcelor-Mittal, motor económico de la región, y Azsa concluyeron al fin que podían seguir manteniendo una actividad con servicios mínimos, acogiéndose a diferentes preceptos del decreto. Otras firmas como Alu Ibérica, que según el consenso de última hora entre Principado y Delegación del Gobierno podía seguir con su actividad, decidieron que lo mejor era echar el candado mientras que Daorje, auxiliar de ArcelorMittal, optaba por la presentación de un ERTE justificado en la caída de producción, pero sobre el que también pesó la incertidumbre generada. Duro Felguera, otro de los gigantes de la región, se decantó por pedir al Ministerio de Industria una aclaración para saber qué partes de su actividad se podían ver afectadas, mientras que Hunosa, Ence, Química del Nalón o TSK continúan su actividad, bien por estar incluidas entre las permitidas, bien porque la mayor parte de su plantilla desarrolla su labor a través del teletrabajo.
Porque las dudas a lo largo de la jornada fueron muchas: qué actividades concretas estaban afectadas, qué partes de una empresa se podían salvar de la suspensión, qué ocurría con el personal de seguridad, limpieza o mantenimiento...
Los servicios de las patronales y los sindicatos no eran ajenos a la situación. Si las grandes empresas cuentan con gabinetes jurídicos capaces de solventar estas situaciones, muchas pequeñas y medianas compañías han tenido que buscar solución en la Federación Asturiana de Empresarios o en Femetal, que no pararon de resolver dudas en toda la jornada.
Esta última entidad lanzó durante la tarde un comunicado en el que alertaba de la pérdida de empleo que puede producirse si se mantiene el cierre de las pymes de un sector que da empleo a 25.500 personas repartidas en más de 1.100 empresas. Hasta «un 40%» de los puestos de trabajo de este sector se puede llevar por delante, según Femetal, esta medida, que afectaría sobremanera a las firmas más modestas, «con balances contables más ajustados».
La alerta de Femetal iba también dirigida a las firmas exportadoras del sector, que aglutinan «el 70%» del valor de lo que Asturias vende fuera de España. La incapacidad de atender pedidos de muchas de estas empresas exportadoras consideradas «no esenciales» provocará, sostiene Femetal, «que el cliente extranjero busque otras empresas» que puedan atender su demanda.
El presidente de Fade, Belarmino Feito también puso el foco en esta circunstancia. «El parón de la industria puede llevar a la cancelación de los contratos internacionales», afirmó.
El cuadro al que se refieren Fade y Femetal ya se está dibujando. Firmas asturianas han visto cancelados algunos de sus pedidos y rechazadas sus candidaturas para optar a concursos internacionales ante el temor de que la crisis sanitaria se prolongue, y con ella el cese de actividad, y no se puedan atender los encargos.
Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil llevaron a cabo ayer controles para velar por el cumplimento del decreto. Al igual que sucedió dos semanas atrás, con la primera jornada del estado de alarma, ambos cuerpos tenían instrucciones de ser «flexibles» en la aplicación de la norma, según señalaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Asturias. La directriz para la jornada de hoy es otra y harán cumplir un decreto que muchas empresas aún no saben interpretar y que amenaza con prolongar el caos a la jornada de hoy.
Fade trasladó ayer al Principado la necesidad de «mayor concreción y claridad» ante un decreto «confuso» que genera «gran incertidumbre y preocupación» entre los empresarios de la región. Por su parte, el presidente del Ejecutivo regional, Adrián Barbón se mostró confiado en que la gran industria asturiana pudiera salvarse del cierre, aunque se sumó a las críticas a un texto que ha dejado contentos a muy pocos en Asturias, a pesar de que todos, empresarios, políticos y sindicatos defienden la necesidad de afrontar con las mayores garantías la crisis sanitaria y la lucha contra el virus.
El mazazo que ayer se llevó la industria asturiana mermó su actividad, pero el caos generado tuvo respuesta por parte de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que pidió perdón por la tardanza en la publicación del decreto.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Horarios, consejos y precauciones necesarias para ver el eclipse del sábado
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.