El anuncio del fin de los toros en Gijón desata la polémica

'Feminista': cinco años y medio, pelo negro y 541 kilos de peso. 'Nigeriano': de junio de 2017, también negro y de 542 kilos. De nuevo 'Nigeriano': mayo de 2017, colorado y 492 kilos. Son los tres toros de la corrida dominical de Begoña, lidiados por El Juli y Morante de la Puebla, que han servido a la alcaldesa, Ana González, para dar la estocada a la celebración de la feria taurina de Gijón. «Si al final el mundo de los toros es esto, sinceramente no aporta demasiado a una ciudad como la nuestra», señaló tras indicar, tal y como adelantó EL COMERCIO en su edición digital, que el Ayuntamiento no aprobará una nueva prórroga del contrato de concesión de la plaza de El Bibio a la empresa Circuitos Taurinos ni tampoco convocará otro concurso para su explotación. «Se ha acabado la feria taurina», dijo con rotundidad.

González explicó que ya estaba previsto dar ese paso el próximo año, una vez venciera la última prórroga que permite el contrato adjudicado en 2016 por el anterior equipo de gobierno. «En sus resoluciones de congresos, el PSOE lleva que no haya corridas de toros. Y es verdad que, como teníamos esta concesión, creíamos que debía agotarse para luego ya no seguir más». Sin embargo, la lidia y posterior muerte sobre la arena de El Bibio de las tres reses mencionadas «ha adelantado un poco esto, porque hemos visto que se juega con cosas demasiado importantes. Si los toros ya estaban claramente cuestionados, además parece que escondían demasiadas cosas».

La alcaldesa argumentó que con los nombres elegidos para los toros «se han cruzado varias líneas. Una, la referente a la igualdad entre hombres y mujeres. Y otra, la de una sociedad que cree en la integración y en las puertas abiertas a todo el mundo» y añadió que «este tipo de cosas no se pueden permitir».

En su opinión, «se han utilizado los toros para desplegar una ideología contraria a los derechos humanos y por ahí el Ayuntamiento no puede pasar. No podemos obviar el que se sobrepasen esas líneas ni dejar de tener en cuenta para qué están usando la feria taurina, así que el contrato de los toros se acabó. Ni habrá más prórrogas ni se va a sacar una nueva concesión».

Si bien el nombre puesto a los toros ha sido el desencadenante final a la hora de adoptar esta decisión, Ana González también se refirió al rechazo de la tauromaquia por parte de la sociedad gijonesa. «En los últimos años las voces pidiendo que los toros no continuaran en Gijón son cada vez más. Y es verdad que también hay personas que quieren que sigan. Pero hasta ahora les hemos hecho caso a ellas y ahora toca escuchar también a la otra parte de la ciudad que no los quiere. Hemos estado todo este tiempo con toros, y ahora, escuchada la parte del 'no', pues no va a haber más toros».

Circuitos Taurinos Sociedad Limitada, de la familia Zúñiga, fue la única empresa que presentó oferta al concurso convocado en 2015 para la explotación y organización de espectáculos taurinos en la plaza de toros de El Bibio, con un canon de 50.000 euros al año más IVA. El contrato se firmó en 2016 por tres años, con opción a tres prórrogas de un año cada una. Transcurridas las ferias de 2016, 2017 y 2018, el anterior equipo de gobierno, de Foro, autorizó la primera prórroga, para 2019.

Ya con el PSOE de vuelta a la Alcaldía, se concedió una segunda prórroga para 2020, aunque la pandemia impidió su celebración, posponiendo la feria a 2021. Además, una vez se conocieron las condiciones en la que podía celebrarse, ambas partes pactaron reducir el canon de este año a la mitad, al celebrarse solo la mitad de corridas y además con un aforo limitado al 50%.

El contrato permite una tercera prórroga, cuya denegación avanzó ayer la alcaldesa. «Las prórrogas máximas posibles eran tres, pero no hay ninguna obligación de concederlas. Quien lo decide es el órgano de contratación, que es la Alcaldía. Y no la habrá».

El anuncio fue acogido con «mucha alegría» -y alguna lágrima- por la asociación Anadel, organizadora durante años de manifestaciones antitaurinas frente a la plaza y que este año, por la pandemia, centró su actividad en la presentación de 22 denuncias contra la feria por supuestos incumplimientos de la normativa sanitaria.

«Esperamos que sea una decisión definitiva», apuntaban en la entidad, que celebraba la noticia con una imagen de El Bibio bajo el lema 'Esta plaza la hemos cerrado' y convocaba a una futura «concentración por la victoria» cuando la situación sanitaria lo permita. «Nuestro esfuerzo y el de todas las personas que luchan para acabar con esta barbarie no ha sido en vano». Lamentaban no obstante que «las razones argumentadas no sean las que esperábamos. Había que acabar con esto por el maltrato animal. Y la alcaldesa y otros grupos políticos tuvieron en sus manos haberlo hecho años atrás y no lo hicieron. Igualmente, es una alegría».

El anuncio de Ana González de poner fin a la feria taurina de Gijón desencadenó ayer toda una ola de reacciones a favor y en contra, no solo en Gijón sino en toda Asturias, toda vez que las corridas de El Bibio son las únicas que se celebran en la región con un carácter regular. Los grupos de la izquierda municipal y regional celebraron la noticia, mientras que desde el centro derecha se repitieron acusaciones de «sectarismo» y de ataque a la libertad de elección de los ciudadanos. El paso dado por la alcaldesa, no obstante, tiene el respaldo de su partido tanto en Gijón como en Asturias.

«Es una decisión que estaba pendiente de tomar y esta polémica de los nombres de los toros lo que ha hecho es precipitarlo», apuntó el secretario general de los socialistas gijoneses, Iván Fernández Ardura, quien consideró que ha sido un episodio «bastante desagradable. Y si al final se entiende que en el ámbito de los toros esto es normal, pues es una razón más para no querer seguir con la feria». Por su parte la secretaria de Organización de la Federación Socialista Asturiana, Gimena Llamedo, consideró que «es una decisión acertada que la alcaldesa toma en su ámbito municipal», a lo que añadió que «es coherente con las posiciones de los socialistas asturianos aprobadas en el último congreso de la FSA-PSOE, que, al igual que la mayoría de la sociedad, no comparte el maltrato y la tortura animal».

El portavoz municipal de Ciudadanos, José Carlos Fernández Sarasola, ve sin embargo en este anuncio «el penúltimo caso de sectarismo y autoritarismo de la alcaldesa. Parece que sus palabras de hace unos días de 'quien quiera va y quien no, no va' ya no valen nada». El concejal de la formación naranja denuncia «un acto de recorte de libertades con la excusa de los nombres de dos de los toros» y cree que una cuestión como esa «tendría fácil solución a través de las bases del concurso de concesión». Recuerda que «los toros son legales», de asistencia libre, y que además generan actividad económica. «¿Ha pensado en cuántas personas vienen a la feria taurina y cuánto representa eso en la facturación del sector hostelero y hotelero?», se preguntó al tiempo que advertía de que esta decisión «no deja de ser una prohibición de facto, para la que el Ayuntamiento no tiene competencias».

«Si tanto le han preocupado a la alcaldesa los nombres de los toros, que a todas luces son inaceptables, ¿por qué no estuvo el responsable municipal del contrato supervisando el pesaje y la ficha de cada toro?», preguntó el portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, quien cree que «por su inacción ahora la ciudad ve dañada su imagen y por su sectarismo, miles de gijoneses, de todos los colores, se verán privados de disfrutar de una afición que en Gijón es más que centenaria». No obstante, el concejal teme que los argumentos dados por Ana González «no sean más que una excusa». Afea además a la alcaldesa sus acusaciones hacia el sector por lo ocurrido con 'Feminista' y 'Nigeriano': «¿Quiere decir que los taurinos son contrarios a los derechos humanos? Exigimos que lo aclare».

Para el portavoz municipal del PP, Alberto López-Asenjo, el anuncio de ayer también representa «un ejemplo del sectarismo y radicalidad que preside el gobierno municipal, que ignora la normativa del Ministerio de Agricultura sobre la genealogía del toro bravo». Recordó que en el caso de los animales lidiados el domingo «han heredado durante generaciones los nombres de 'Nigeriano o Feminista', al margen de la radicalidad que preside la Alcaldía». El presidente del PP de Gijón, Pablo González, lamentó que «Gijón ya esté en el punto de mira de la izquierda radical» y avanzó que su partido estudiará jurídicamente la decisión adoptada, además de impulsar una iniciativa municipal y poner en marcha una recogida de firmas para garantizar la continuidad de los toros en la ciudad. Se comprometió además a que «en dos años, un gobierno del PP organizará la mejor feria taurina para Gijón».

De modo muy diferente recibió la noticia Podemos-Equo, coalición que durante el pasado mandato -bajo la denominación de Xixón Sí Puede- trató de promover un referéndum para prohibir las corridas de toros en Gijón. «Nos alegra que el PSOE haya llegado por fin a nuestra posición», señaló su portavoz, Laura Tuero, quien recordó que «al inicio de este mandato el PSOE votó en contra de un plan de usos cultural para la plaza del Bibio que terminara con la barbarie contra los derechos de los animales». Señala que «de haberlo hecho antes, podríamos habernos ahorrado situaciones bochornosas como las de este año. Pero al menos por fin da el paso a políticas progresistas». Su compañero de grupo municipal, Rufino Fernández, recordó que su partido, Equo, celebró en 2015 «la primera protesta antitaurina dentro de una plaza» y celebró «que el PSOE decida terminar por fin con un espectáculo anacrónico».

Desde IU Xixón, socio de gobierno de los socialistas, su coordinador local, Faustino Sabio, asegura que «respaldamos la decisión de acabar con un espectáculo que cada vez tiene menos de espectáculo y más de sangre y discurso antidemocrático».

Para el diputado autonómico y presidente de Vox Asturias, Ignacio Blanco, «la cancelación de la Feria de Begoña es otra muesca más en la culata de la Corporación más sectaria y 'anti-Gijón' que haya regido la ciudad en mucho tiempo». Añadió que «la tradición taurina de Gijón es mucho más relevante que la del marginal grupo antitaurino que se opone a los festejos». La portavoz de IU en la Junta General, Ángela Vallina, dijo por su parte no entender «que la alcaldesa haya esperado hasta este momento para tomar esa decisión, pero es una buena noticia y más vale tarde que nunca». También celebró el anuncio la diputada de Podemos Nuria González, quien consideró que era un día «de fiesta para Gijón y para todos los asturianos».

Para el presidente de la federación vecinal urbana (FAV), Manuel Cañete, «ya no se tendría que haber celebrado la feria de este año, pero en definitiva es una buena noticia». «El promotor de la feria y el ganadero han traspasado una barrera y solo lamento que hayan tenido que arder las redes para convencer a la alcaldesa de que lo ocurrido era improcedente», añadió.

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