«Recibió numerosos golpes en la cabeza de gran intensidad con un objeto contundente»

Además, la víctima, cuyo cadáver permaneció 21 días en el agua del embalse de Arbón, presentaba heridas defensivas «en las manos de haber intentado repeler el ataque».

«Categóricamente las fracturas no se produjeron por una caída de una escalera, no presentaba fractura cervical y tenía múltiples lesiones», añadieron en la sala de vistas de la Sección Octava de la Audiencia Provincial ante los miembros del jurado popular.

El cadáver apareció parcialmente mutilado «como consecuencia de la acción de los roedores y los animales» y según los análisis practicados, Paz Fernández Borrego presentaba altos niveles de alcohol en sangre, 0,83 gramos por litro de sangre. El acusado, Javier Ledo, escuchó impasible el duro relato de los dos médicos forenses.

En la tercera sesión de la vista oral declararon como testigos la madre de la fallecida, su hijo, su hermana, su expareja con la que tenía una hija de corta edad, así como un cliente con el que se vio el mismo día de su desaparición. Sus allegados manifestaron que Paz «tenía una relación de pareja con Javier Ledo desde hacía meses», si bien ninguno coincidió con él en una comida o actividad lúdica.