Comienza el juicio contra Javier Ledo, acusado de la muerte de Paz Fernández Borrego

El inicio del juicio ha coincidido esta mañana con la concentracción de los colectivos feministas ante la Audiencia Provincial para reclamar «justicia» por el «asesinato machista» de Paz Fernández Borrego.

El ministerio fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio y pide para el procesado una pena de quince años de prisión. Por su parte, la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, mantiene que el crimen de Paz es constitutivo de un delito de asesinado y solicita una condena de 25 años de cárcel. Serán los miembros del jurado los que tengan la última palabra tras escuchar desde hoy y hasta el jueves las declaraciones del acusado, de los guardia civiles que llevaron a cabo la investigación, así como de otros peritos y testigos que ayuden a componer el puzzle del caso que conmocionó el occidente asturiano.

El cuerpo sin vida de Paz Fernández Borrego -de 43 años, vecina de Nuevo Roces y madre de dos hijos- fue hallado en el embalse de Arbón quince días después de que se le perdiese la pista tras desplazarse de Gijón a Navia, algo que hacía con frecuencia. Durante esas dos semanas sus familiares y amigos la buscaron día y noche. También la Guardia Civil, que llegó a entrevistarse en varias ocasiones con Javier Ledo, con quien la víctima mantenía una relación sentimental.

Fueron las distintas versiones ofrecidas sobre lo ocurrido lo que llevaron a considerarlo el principal sospechoso prácticamente desde el inicio. Eso, y que los testigos aseguraron haberlos visto juntos la noche de la desaparición.

Fue arrestado tres días después de que apareciese flotando el cadáver. En un primer momento negó los hechos y más tarde confesó haber tirado el cadáver al río Arbón después de que Paz se cayese por las escaleras de su casa y se matase. Según su versión, ocultó el cadáver por miedo, ya que tenía pendientes juicios con su expareja.

La fiscalía detalla en su escrito de acusación que Javier Ledo «cogió un rodillo de cocina envuelto en una bolsa y golpeó con fuerza a la mujer en los brazos y en la parte izquierda de la cara, provocándole la fractura de la clavícula izquierda». Ella habría intentado huir, «pero el procesado, muy alterado y con evidente intención de acabar con su vida, cogió una piedra de grandes dimensiones que estaba apoyada en la escalera y golpeó con ella con fuerza, lo que determinó la muerte».

Al darse cuenta de que «la había matado», prosigue la fiscalía, Javier Ledo decidió «deshacerse del cadáver». Para ello, «lo envolvió en una manta, le cubrió la cabeza con unas bolsas y lo introdujo en el coche la mujer». Condujo varios kilómetros y lo arrojó al río que desemboca en el embalse. El acusado manifestó en una de sus muchas versiones que ella le había cogido dinero de su casa.