La falta de suministros alarma a los supermercados y provoca los primeros cierres

El masivo seguimiento de los paros convocados por la Plataforma en Defensa del Transporte -que en Asturias secunda UITA y apoya Cesintra- está teniendo efectos devastadores en toda la economía regional. En el sector de la alimentación, empresas que cuentan con centros logísticos en la región se están encontrando con enormes problemas para abastecerlos. En muchos casos, los transportistas de otros puntos de España que quieren trabajar no se atreven a traer a Asturias las cargas. A la lista de productos que empezaban a escasear en algunos centros logísticos y que en algunos casos ya tenían reflejo en tienda -pastas, aceites, pollo y harinas, entre otros-, se suman ahora los lácteos, que están ya «en situación crítica». Hay además una «tendencia a la disminución del 'stock' de fresco alarmante».

En Masymas sostienen que durante la jornada de este viernes están operando «con relativa normalidad» y achacan al aprovisionamiento de los clientes la falta de algunos productos. «No cabe duda que si esta situación se dilata en el tiempo esas carencias en el surtido se irán agravando», afirmó Santiago Pulgar, director Comercial y de Marketing de la cadena.

Los problemas son evidentes. Algunos supermercados en ciudades como Gijón arrancaron la jornada con estantes vacíos y otros con falta de algunos productos. La ausencia de suministro ya ha dejado las primeras consecuencias en empresas de distribución de frutas y verduras. Feito y Toyosa, que cuenta con 136 trabajadores, ya ha decidido echar el cierre, «posiblemente, el lunes», afirmó Avelino Feito, socio de la empresa. «No hay nadie que quiera cargar un kilo para Asturias». Con muy poco género en el almacén, esta empresa ya está dando vacaciones a parte de su personal ante una situación que ven insostenible. Avelino Feito pone el foco además en la situación de los comercios a los que abastecen. «De nosotros dependen más de 1.200 autónomos, en su gran mayoría tiendas de barrio. Hay una gran cantidad de gente que no sabe si la semana que viene va a poder trabajar».

En la rula de Avilés la situación también es muy complicada. Con una actividad a lo largo de la semana «por debajo de la mitad» de la habitual, los únicos vehículos que están saliendo con carga son los de las pescaderías que van a abastecerse a este punto de suministro. Los grandes camiones que habitualmente viajan a los mercados centrales de Madrid, Barcelona y Bilbao y que abastecen a los grandes congeladores llevan días sin trabajar. «El lunes, todos los transportistas que trabajan con nosotros lo hicieron. El martes, a base de pinchar ruedas y amenazar a la gente, el transporte se paró», señalan fuentes de la entidad. Muchos barcos que trabajan habitualmente en este puerto han decidido cambiar de destino y los que descargan en Avilés lo hacen con mucho menos pescado del habitual. «El que traía 500 cajas, ahora trae 50».

La rula de Avilés es uno de los principales puntos de venta de pescado de España en el que se abastecen, en parte, grandes cadenas de distribución alimentaria como Alimerka, Masymas, Carrefour y Alcampo.

En lo que se refiere a otros sectores, Orovalle anunció que para su producción en Asturias ante la falta de suministros. AZSA, por su parte, continúa produciendo, pero fuentes de la empresa señalan que no saben «hasta cuándo» podrán seguir haciéndolo ante la falta de transporte y reclaman al Gobierno local y al nacional que «tomen medidas lo antes posible». Desde Química del Nalón sostienen que han conseguido «contener» el impacto de los paros, pero advierten de que, si se prolongan los paros, «podría haber dificultades tanto en aprovisionamiento como en la expedición a los clientes»

Esta quinta jornada de paros ha vuelto a tener un seguimiento masivo en Asturias. Las incidencias reseñadas por la Delegación del Gobierno hasta las 8 horas fueron menores que en jornadas anteriores. Se identificó a 19 personas en cuatro «piquetes violentos» y, entre la 1 las 4 horas, se registraron lanzamientos de clavos en la rotonda de acceso al centro logístico de Alimerka. La Guardia Civil realizó 29 escoltas a convoyes de camiones que suman 165 vehículos. Un total de 857 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil velan por la seguridad del transporte en la región.