El derbi, a la medida del Oviedo

Sale reforzado Cervera y más tocado Abelardo, debutantes ambos como jugadores de la Selección en el viejo Tartiere, en otro tiempo, aunque el Sporting de 'El Pitu' fuera el que mejor entró al partido de los últimos años. Posiblemente, el empate habría encajado más, pero el fútbol no se alimenta de hipótesis. Los dos técnicos entraron en confrontación con lo previsto. Viti se mantuvo frente a Borja Sánchez, de miranda. Y Jony corrió la banda izquierda, con Cuéllar cerrando la portería y Djuka en punta.

El partido nació desnivelado por el empuje visitante, con un primer ataque del Sporting directo al mentón azul. Un centro-chut de Djuka que no embocó Jony por una bota. El Oviedo asomó demasiado chato, con problemas para cerrar su trastienda y poca amplitud de miras. Apenas tuvo un par de acercamientos al inicio, combinando por dentro tras una estampida de Lucas que no llegó a domar Bastón. Poco más hasta que igualó el guión cerca de la caseta. Los rojiblancos, con cuatro ocasiones más que potables en un cuarto de hora, se manifestaban con volumen por la banda de Otero, que medía a Bretones con cambios de ritmo. Uno lo cabeceó Jony en el primer balón que fue a portería. Detuvo sin apuros Braat. Djuka embistió un guiño después al poste derecho del meta francés. Cervera veía señales de humo. Tenía muchos problemas para tapar las estampidas de Otero y las subidas de Guille Rosas. La principal vía de propagación de los gijoneses.

La fortaleza del Oviedo, sometido al inicio, nacía de las estrategias y de la presión. Cuando el Sporting avanzaba desde atrás, con un curro importante de Borja Bastón, Enrich y compañía, había complicaciones para los gijoneses. Pero cuando los de Abelardo prosperaban, la defensa azul sufría mucho por las bandas. Demasiado perímetro que patrullar con el campamento base avanzado por la presión arriba. El Sporting acampó también alto y el Oviedo comenzó a pasar un mal trago, incapaz de esposar a Otero, que dejó secos a Rama y a Bretones, muy exigido, con una filigrana y un acelerón. El zurriagazo centrado de Cote lo detuvo otra vez Braat.

El Oviedo bajó burbuja al partido y a los gijoneses con algo de balón, pero viendo poco de cerca a Cuéllar. A la media hora sí conectó el once de casa, igualando un poco el partido en una preciosa triangulación que acabó con un centro de Jimmy que embolsó 'Pichu' cuando su amigo Bastón ya se relamía. Bretones hizo de palanca en otra acción hermana por la otra banda.

De camino al descanso se formó una bronca monumental. Izquierdoz mandó un balón fuera para que atendieran a Otero tras un choque con Luismi. Rama actuó con picardía, no dejó que el balón saliera y atacó. Pasado el lío, con tarjetas para Guille y Luismi, no hubo más acción en un choque eléctrico. Con más del Sporting, dominador, y menos del Oviedo, que estiró un poco el cuello antes del intermedio. La mejor carta de presentación de los gijoneses de los últimos años. La más floja de los azules.

Modificación tras el descanso

Cervera apretó las tuercas en la caseta. Al segundo asalto salió un mejor Oviedo. De cuerpo entero. Más territorial. No llegaba a dar las luces a Cuéllar, pero encajonó al Sporting en su perímetro. Abelardo hizo un cambio de registro. Metió a Jordan Carrillo y sacó a Djuka, atacando con Otero de falso '9' y Zarfino. Una embestida más liviana. Como en Lugo. El Oviedo siguió comiendo cuadrícula, disparando un 'uy' en un centro de Bretones.

Con el campo inclinado, Cervera dio un giro. Koba, al campo por Enrich, pasando a jugar con el francés de enganche. Desde septiembre que no olía la competición. Abelardo ventiló piernas en la izquierda: Aitor relevó a Jony. La superioridad territorial del Oviedo se compinchó con un error de Izquierdoz, que pisó a Koba dentro del área. Penalti. Bastón venció a Cuéllar y puso patas arriba al Sporting. Cristo saltó al campo de inmediato. Cervera, con el viento a favor, replicó con Borja Sánchez.

A los diez minutos finales se llegó con la partida ganada para el Oviedo, que enchironó al Sporting, muy controlado y sin dejar que el balón corriera. Los gijoneses, sin estar finos, tuvieron una situación más que potable para empatar tras una falta lanzada, con prismáticos, por Cote. Insua cabeceó dentro del área y Cristo, con todo a favor, en situación límite posicional, remató fuera. Ahí se hundió el Sporting. Ahí festejó el Oviedo.