Adiós a Pelayo Novo, «un ejemplo de humildad y sencillez»

Desde que en la noche del pasado martes se conoció el trágico fallecimiento de Pelayo Novo hasta que ayer se celebró su funeral, una sombra de tristeza cubrió Oviedo y el mundo del fútbol en general. La despedida ayer del que fuera jugador del conjunto azul estuvo marcada por una profunda consternación y muestras de afecto hacia sus familiares y amigos.

La iglesia de San Francisco de Asís de Oviedo se quedó pequeña para albergar a todos los que quisieron acompañar a la familia y dar un último y emocionado adiós al que fuera jugador del Real Oviedo.

El encargado de oficiar la ceremonia fue Pedro Fernández, párroco de Puerto de Vega y primo carnal de Pelayo que, a lo largo de la homilía, no pudo contener la emoción y se le entrecortó la voz en varias ocasiones por la emoción del momento. Estuvo acompañado por el capellán del Real Oviedo, Santiago Heras, y Juan José Lastra.

Pedro Fernández comenzó los oficios reconociendo que resultaba muy difícil hablar «con el corazón roto». También, siempre hablando en primera persona como miembro de la familia y persona cercana a él, destacó que para todos «la muerte de Pelayo ha llenado nuestras vidas de oscuridad».

No obstante, también dejó claro que en sus 32 años de vida Pelayo había sido un motivo de especial «orgullo para la familia y amigos». En este sentido, hizo especial hincapié en que a lo largo de su vida, Pelayo había sido capaz de «superar obstáculos y al que veíamos como nuestro 'Rey Pelayo'».

En algo en lo que han coincidido en estos días todas las personas que conocían al malogrado exfutbolista era en destacar su bondad. Lo ratificó Pedro Fernández al asegurar que a lo largo de su vida «destacó por valores que no están de moda: sencillez y humildad».

Recordó, a renglón seguido, que «el camino de la perfección es la humildad». También realizó diversas alusiones personales al jugador y a su familia, en medio de un sepulcral silencio, solo roto por llantos y sollozos de los asistentes que abarrotaban la iglesia. Entre los recuerdos hubo uno para su esposa Iciar a la que conoció en el colegio de las Dominicas, colindante con la iglesia en la que se celebró el funeral.

Los restos mortales de Pelayo llegaron a la iglesia poco antes de las cinco de la tarde y allí sus familiares y amigos recibieron numerosas condolencias de los asistentes antes de dirigirse al templo para el funeral. Entre los amigos, Jadrín, compañero suyo en la etapa del Real Oviedo que portaba un centro de flores.

La representación municipal fue especialmente amplia en la iglesia, ya que en primera fila estaba el alcalde, Alfredo Canteli, acompañado de los concejales Ignacio Cuesta, Mario Arias, Conchita Méndez y José Ramón Prado.

El club estuvo representado por los consejeros Manuel Paredes y Fernando Corral, ya que el presidente, Martín Peláez, y Jesús Martínez se encontraban fuera de Asturias. También estuvo el responsable de la Fundación Real Oviedo, César Martín, y el embajador del club, Carlos Muñoz. No faltaron otros empleados como Victoria Riera, Gabriel Díaz, Michi Menéndez o Miguel Sanz.

La primera plantilla estuvo representada por los jugadores Lucas ,Jimmy, Javi Mier y Tomeu Nadal, este último jugó con Pelayo en el Albacete.

El Sporting estuvo representado por Joaquín Alonso, que ya había estado el miércoles con David Guerra en el tanatorio.

También estuvo el exjugador azul Néstor Susaeta, que fue compañero de Pelayo en el Albacete y ahora es director deportivo del Majadahonda. El también director deportivo del Burgos, Michu, amigo de Pelayo estuvo presente en el funeral, junto al que también había sido jugador del Burgos esta temporada Saúl Berjón.

La representación de exjugadores del conjunto ovetense de todas las épocas fue especialmente extensa y encabezada por el presidente de los veteranos Vicente González Villamil. También estuvieron Esteban, Viti, Prieto, Paco Galán, Luis Manuel, Jaime Álvarez, Mario Prieto, Manolo Simón, Emilio Cañedo, Álvaro Cuello y Carlos Cuello, entre otros.

El actual portero del Girona Juan Carlos, compañero de Pelayo durante su etapa en el Lugo fue otro de los presentes en la ceremonia, al igual que el vicepresidente del Albacete, Víctor Varela, desde ayer en Oviedo.

El presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, José Ramón Cuetos Lobo, fue otro de los presentes. No faltó una representación de la afición encabezada por la presidenta de la Aparo, María Joglar, y toda la junta directiva de la asociación.

Coincidiendo con la salida del féretro que portaba los restos mortales de Pelayo de la iglesia se produjo una espontánea y unánime ovación de los presentes, en medio de las muestras de dolor de los familiares y amigos de Pelayo.

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