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Recibió la cristiana sepultura en la capilla de la Descensión de la catedral de Toledo. Iñaki Martínez

Último adiós al cardenal Francisco Álvarez, un hombre «humilde y sencillo»

Cuatro cardenales y decenas de arzobispos y obispos participan en la misa de exequias de la catedral de Toledo

Ana Moriyón

Gijón

Viernes, 7 de enero 2022, 15:11

El cuerpo del llanerense Francisco Álvarez, cardenal y arzobispo emérito de Toledo, descansa ya en la Capilla de la Descensión de la catedral toledana, de la que fue titular entre 1995 y 2002. Sus restos fueron enterrados junto a los de sus padres y hermana ... tras una solemne misa de exequias presidida por el actual arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, en la que participaron cuatro cardenales –su sucesor, Antonio Cañizares, además de Juan José Omeya, Ricardo Blázquez y Carlos Osoro– así como una nutrida representación de arzobispos, obispos y sacerdotes procedentes de diferentes partes del país. Entre ellos, Jesús Sanz Montes, en representación el Arzobispado de Oviedo.

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La ceremonia, aunque limitada en aforo por las actuales circunstancias sanitarias, fue especialmente emotiva por el recuerdo del difunto prelado, del que Cerro Chaves destacó su bondad, misericordia y sencillez. «Vivió con la sencillez y humildad que tienen las almas grandes», dijo durante la misa, seguida por un pequeño grupo de familiares y personas que se encargaron del cuidado y las atenciones del llanerense durante sus últimos años de vida.

Momentos antes de las exequias, el féretro procesionó entre la capilla de la Inmaculada, donde permanecía situada la capilla ardiente, hasta la catedral. Allí se procedió a colocar sobre la tumba como rito inicial sus vestiduras episcopales, casulla y mitra, así como el báculo y el Evangelio abierto. Fue entonces cuando Cerro Chaves hizo un repaso sobre la vida episcopal de Francisco Álvarez, nacido en Santa Eulalia de Ferroñes el 14 de julio de 1925 y fallecido el pasado 5 de enero a los 95 años. Se refirió a él como «un buen pastor», convencido de sus limitaciones y confiado en la misericordia y como un hombre nada pretencioso, servidor y leal. Para finalizar, el vicario general y obispo auxiliar electo, César García Magán, volvió a dar lectura al mensaje que el Papa Francisco envió al Arzobispado toledano por el fallecimiento del cardenal y en el que se refería a él como «abnegado pastor» y anunciaba que ofrecería sufragios por el eterno descanso de su alma. Se entregaron copias a sus familiares y cuidadores.

De nuevo el cortejo fúnebre acompañó al féretro desde el altar de la catedral hasta la Capilla de la Descensión, un lugar privilegiado del templo toledano, donde Francisco Álvarez recibió cristiana sepultura. Sobre su féretro derramaron tierra de forma simbólica varios de representantes eclesiásticos allí presentes.

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