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M. VARELA / E. GARCÍA
POLA DE LENA.
Sábado, 16 de noviembre 2019, 02:43
Resignados algunos, cabreados los más; los transportistas fueron de nuevo los más perjudicados por el cierre de la autopista del Huerna. Para la mayoría de los camioneros que habitualmente utilizan esta vía para transitar entre Asturias y la meseta no era la primera vez que se quedaban tirados durante horas. «A primera hora, esperando en los camiones, no nos hacía falta ni hablar. Nos mirábamos sin entender que otra vez nos tuviesen parados en una autopista que, sí, es de montaña, pero también de pago, que no se olvide nadie», reprochaba el cántabro Eugenio Suárez subido en la cabina antes de poder reanudar su ruta hacia Madrid.
Él tenía que haber llegado a su destino a primera hora de la mañana, pero fue uno de los muchos que sufrieron horas de retraso. «Es lo que hay, nieve y problemas. Lo de todos los años», apuntaba un compañero en la estación de servicio de Villallana. Siguen eligiendo el Huerna porque, a pesar de las incomodidades, «los riesgos se multiplican por mil si vas por el puerto».
Jorge Fernández, que hacía la ruta Gijón-Benavente, «tendría que haber entregado la mercancía por la mañana a muchos comercios que quedaron sin servir». Es asalariado y este retraso no le perjudica tanto como a otros, que «perdieron un día de trabajo y ni siquiera cobrarán. Siempre perjudican a los mismos, es lamentable que una autopista de pago se corte cada dos por tres».
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