Secciones
Servicios
Destacamos
ROSANA SUÁREZ
OVIEDO.
Jueves, 16 de junio 2022, 01:27
El Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, hizo llegar anoche al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, un emotivo mensaje de la Santa Sede con motivo del fallecimiento arzobispo emérito de la Diócesis, Gabino Díaz Merchán, fallecido el martes a los ... 96 años en la Casa Sacerdotal de la capital asturiana, donde residía desde su jubilación en 2002. El mensaje de Parolin indica que «el Santo Padre -el Papa Francisco- expresa a vuestra excelencia su profundo sentimiento de pesar, rogándole que tenga la bondad de transmitirlo también al clero, comunidades religiosas y fieles de la archidiócesis, así como a los familiares y conocidos del difunto».
Además, el Papa Francisco, según el mensaje enviado por el secretario de Estado a través de la Nunciatura Apostólica en Madrid, «a la vez que ofrece sufragios por el eterno descanso de este abnegado pastor, que con su dedicación y trabajo entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia», recordando que primero lo hizo en el obispado «de Guadix-Baza y después en Oviedo, lo encomienda a la materna intercesión de la bienaventurada Virgen María, e imparte con afecto la confortadora bendición apostólica, como signo de fe y esperanza en Cristo Resucitado».
El mensaje de Parolin es a todos los efectos un mensaje directo del Papa Francisco, toda vez que el secretario de Estado del Vaticano es el número dos de la Santa Sede y todos sus comunicados se efectúan con el visto bueno del Santo Padre.
Mientras tanto, el Palacio Arzobispal de Oviedo, donde ondean las banderas a media asta, abrió ayer sus puertas para despedir a Merchán. Un goteo constante de personas se acercó durante el transcurso de la jornada para firmar en los dos libros de condolencias por el que fuera el máximo representante de la Iglesia asturiana durante 33 años. «Un arzobispo cercano, justo, admirado, con un talante conciliador», así lo recuerdan quienes ayer quisieron dar muestra de su intenso cariño.
Noticia Relacionada
AZAHARA VILLACORTA
Tras sufrir una complicación a causa de un proceso infeccioso, el arzobispo emérito estuvo ingresado varias semanas, recibió el alta médica el 2 de junio y ahora llevaba semanas en un estado de salud delicado. Tal y como indicó el deán de la Catedral de Oviedo, Benito Gallego, «a pesar de tantos vaivenes de salud, cuesta encajar su pérdida». Díaz Merchán quería ser enterrado a los pies de la Virgen de Covadonga, pues aseguran quienes bien le conocían que guardaba «una relación especial» con la Santina. Su deseo será cumplido, pues será enterrado en la capilla de Covadonga de la Catedral de Oviedo mañana. «Lo pedía como un favor muy especial y con mucha humildad», apuntó ayer el deán, que además recordó algunos de los momentos vividos con Sánchez merchan y que ya pasarán al recuerdo.
Así, Gallego recordó la primera misa en Asturias como arzobispo, que fue el 20 de septiembre de 1969, en la Santa Cueva de Covadonga. Un día después, festividad de San Mateo, entraría en la capital ovetense, al frente de la Archidiócesis de Oviedo. El deán también rememoró otro momento clave en la trayectoria de Díaz Merchán, cuando dos trabajadores despedidos de Duro Felguera se encadenaron a la verja de la Cueva de Covadonga, increpando a los políticos en plena celebración del Día de Asturias de 1993. «Junto a Don Gabino, me tocó vivir la toma de la Catedral. Él supo acoger y apoyar las reivindicaciones de los trabajadores», aseveró.
En el Palacio Arzobispal también se recordó ayer la dura infancia que le tocó vivir, pues él y su hermana se quedaron huérfanos de madre y padre en los albores de la Guerra Civil cuando tan solo tenía diez años. «Una herida profunda que quedó en su corazón, pero supo tender puentes y perdonar», subrayó Gallego. Fue precisamente la pérdida de su hermana, con la que tenía una fuerte unión, en un accidente de tráfico, la que le marcaría de por vida.
«Cuando se va alguien que vale se siente aún más. Era muy allegado al pueblo y podía tratársele con confianza», afirmó Ignacio Gallo, párroco jubilado que sirvió a Llanera durante treinta años. Visiblemente afectado por la pérdida de Díaz Merchán, destacó «su afán de servicio a todos los compañeros y también a los más necesitados». También tuvo palabras de recuerdo el que fuese durante 36 años sacerdote de la iglesia de los Santos Apóstoles de Oviedo, Santiago Velasco. «Él me nombró párroco y me acompañó, me ayudó a seguir adelante y superar los problemas que tuve para constituir la parroquia», destacó Velasco, que lo recuerda como un hombre comprensivo que siempre tenía palabras de ánimo y consejo para quienes lo necesitaban.
Noticias Relacionadas
C. AMADO EN ESTA INFORMACIÓN HAN COLABORADO M. VARELA, C. BERNAL, Á. RODRÍGUEZ, A. FUENTE, M. MORO Y R. AGUDÍN
«Tenemos que recordarle como el ejemplo que ha sido», comentaban a la entrada del Palacio del Arzobispado un grupo de voluntarias de Cruz Roja, que conocían personalmente a Díaz Merchán y que no dudaron en desplazarse hasta Oviedo para despedir a quien fue «su guía». «Fue muy perseguido y malinterpretado. Ante todo, era evangélico», añadió una de las feligresas que ayer se congregaron en los alrededores del edificio. «El Señor le pague con vida eterna todo el bien que en su nombre ha hecho», fue el mensaje que las Hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret le dedicaron. También las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda tuvieron palabras para Don Gabino: «Nuestra gratitud por su vida y hacer, por su sensibilidad social, por ser gran pastor». «No anidaba rencor en su corazón», «Fue un honor servir con él como monaguillo» o «Muchas gracias por tu entrega» decían algunas de las firmas recogidas de quienes «con dolor, pena, cariño, admiración y agradecimiento» quisieron reconocer «su buen hacer por la vida» a través de los libros de condolencias.
Nacido en Mora (Toledo), fue «una persona entrañable y muy querida en toda España, especialmente en Asturias», destacó el cardenal Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, quien recordó la figura del arzobispo a través de las redes sociales. También el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, que le sucedió en la sede episcopal de Oviedo, tuvo palabras para el fallecido. «Con un corazón grande, supo guiar y servir a la Iglesia en Asturias. Gracias por ser padre, consejero y amigo», destacó.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.