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Dos agentes recorren un monte que fue pasto de las llamas en una de las zonas más castigadas en Asturias. Carlos Bernal
Incendios que apagaron el verde del paraíso

Incendios que apagaron el verde del paraíso

Los 191 fuegos que asolaron Asturias en una semana han reabierto el debate sobre la prevención, los recursos y la política forestal en el Principado

Viernes, 7 de abril 2023, 21:31

Asturias pasó del paraíso al infierno en cuestión de horas. Lo que en cualquier otro momento podría haberse celebrado como «buen tiempo», fue una auténtica pesadilla para miles de asturianos. El viento, el sol y, por ende, la falta de lluvia al inicio de la primavera fue el caldo de cultivo perfecto para que la región ardiera durante días. El jueves 23 de marzo el Principado activaba la fase de emergencia en situación 0 —la más baja— del Plan de Incendios Forestales del Principado de Asturias (Infopa) a causa de la veintena de incendios forestales que surgieron de forma simultanea ese día y ante la previsión de que las lluvias tardarían en llegar. Tres días después, el humo empezó a olerse en los concejos de Gijón, Belmonte de Miranda, Aller, Caso, Grado, Gozón, Langreo, Laviana, Llanes, Piloña, Proaza, Riosa, Sobrescobio y Teverga. Fue el inicio de una semana devastadora.

El balance asusta. Entre el 26 de marzo y el 2 de abril se registraron 191 incendios forestales en 37 concejos que calcinaron 27.755 hectáreas, según los cálculos que ofrece el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). Se cortaron carreteras, 375 personas tuvieron que dejar sus casas por precaución, 1.305 alumnos de Valdés y de Villayón vieron sus colegios cerrados, el centro de salud de Cadavedo no pudo abrir sus puertas y el resto de centros de salud del área sanitaria de Jarrio tuvieron que reprogramar las consultas de los servicios a los que no pudo llegar el personal.

La situación pasó de preocupante a grave el miércoles 29 de marzo, cuando el más de medio centenar de incendios, sumado a los fuertes vientos registrados esa jornada, llevaron al Gobierno de Asturias a declarar el paso a nivel 2 del Infopa. Esto permitió solicitar la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Y, por supuesto, lo peor estaba por llegar. «Las condiciones meteorológicas complican la situación de los incendios forestales», advertía el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) en el parte enviado el 30 de marzo en el que notificaba 77 fuegos. Ese mismo día, que finalizó con 90 focos activos, se produjeron los primeros desalojos. Casi ochenta vecinos de los concejos de Valdés, Villayón y Tineo tuvieron que abandonar sus hogares por prevención. También se cortaron carreteras ante la cercanía de las llamas. Pero ese día tampoco fue el peor.

El Naranco, en llamas

Asturias amaneció el 31 de marzo con más de 120 incendios forestales activos, según el balance provisional que el SEPA envió aquella mañana, aunque el Principado ha asegurado posteriormente que la región llegó a vivir 135 fuegos simultaneos. La madrugada del jueves al viernes no pudieron dormir en sus casas 375 vecinos de los concejos de Allande, Aller, Valdés, Belmonte de Muranda, Llanera, Piloña, Siero, Oviedo, Tineo, Valdés y Villayón.

Fue esa noche en la que ardió uno de los emblemas de Asturias: el monte Naranco. Doce focos simultaneos originados entre la una y las dos de la madrugada arrasaron «casi el 25%» del pulmón verde de Oviedo, según el alcalde, Alfredo Canteli, y obligaron a desalojar de sus viviendas a un centenar de vecinos.

El viento sopló con fuerza la madrugada en la que Asturias más ardía. Se llegaron a registrar rachas de más de 100 kilómetros por hora. Además, tuvo que cortarse un tramo de cinco kilómetros de la autovía del Cantábrico (A-8), en Cadavedo, por las llamas que había a ambos lados, la Nacional 492 en Trevías, además de la AS-219 en Naraval y la AS-351 entre Fontoria y Paredes.

En el peor día de los incendios forestales en Asturias trabajaron los bomberos del SEPA, efectivos de la UME, las Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) de Tineo, Tabuyo (León) y Laza (Orense), dos Brigadas de Labores Preventivas del MITECO, cuatro empresas forestales y veintitrés efectivos de extinción de incendios forestales de Galicia y de Bomberos de Oviedo. Inestimable fue la ayuda de las agrupaciones de voluntarios, Guardia Civil, Policía Nacional y Agentes del Medio Natural. En total, más de 700 personas lucharon contra las llamas en Asturias durante los peores días.

La lluvia, tan habitual en Asturias, se hizo de rogar cuando más se la necesitaba. Hubo que esperar a la entrada del mes de abril para que las primeras gotas ayudasen a apagar las llamas. Era la mejor noticia que podría llegar tras un viernes con más de un centenar de incendios forestales. Y nadie, ni siquiera el presidente del Principado, dudó en celebrarlo. «No os podéis imaginar la emoción que siento al ver llover», confesaba entonces Adrián Barbón, que no ha dudado un solo momento que prácticamente la totalidad de los fuegos son provocados por «auténticos terroristas». Ese mismo día bajó el nivel de emergencia por los incendios forestales.

Con la situación controlada, llegó el momento del análisis, la crítica y la búsqueda de responsables. Fueron muchos los representantes políticos que visitaron las zonas devastadas por las llamas, como Adrián Pumares, que pidió no criminalizar a los ganaderos; o Covadonga Tomé, quien lamentó la falta de una política de prevención de incendios. Pero sin duda las críticas más duras llegaron desde el PP. Desde el partido liderado por Diego Canga se aseguró que la catástrofe «no sería tan grande si Barbón hubiera hecho su trabajo».

El debate está abierto. El Principado, que ha solicitado la declaración de zona catastrófica, ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de los acotamientos de las fincas una vez han registrado un incendio. Barbón, dispuesto a que lo sucedido marque «un antes y un después» para que no vuelva a ocurrir, se abre a reformar «de urgencia» la Ley de Montes. Ha anunciado un estudio para verificar si suprimir los acotamientos ha incrementado el número de incendios y conviene recuperar la medida.

La peor parte

El peor de los fuegos, en cuanto a superficie perdida, ha sido el de Valdés. El foco, según los datos del EFFIS, comenzó en la noche del lunes al martes, pero ganó virulencia el viernes y habría calcinado 9.722 hectáreas en base a la información satelital. Es curioso que la nota esperanzadora llegue directamente desde el concejo más castigado.

Lidia Fernández

«Si Vicente aguantó la segunda embestida del fuego, nosotros también lo haremos. Y lo que hoy se tiñe de negro, volverá a ser verde de nuevo para resistir con más fuerza que nunca todas las batallas que la vida nos depare». Son las palabras de Lidia Fernández, vecina de San Feliz y diputada socialista, tras contemplar, asombrada, la cruz que honra la memoria de Vicente Fernández García. Una cruz que recuerda el lugar donde falleció, el 6 de abril de 1949, atrapado en un incendio en los montes de Lago. Tenía 17 años.

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