Clientes en las terrazas hosteleras ubicadas en El Parche, en Avilés. Marieta

La hostelería «sobrevive» con precios que no compensan el incremento de costes

Los hosteleros en Asturias afirman que ni siquiera aumentan sus precios para ganar más, «si no simplemente para no perder»

Soraya Pérez

Oviedo

Lunes, 29 de enero 2024, 01:17

El año 2024 no solo llega con un día más en el calendario, el 29 de febrero, sino que se presenta gris para la hostelería con subidas importantes en productos y servicios que obliga al sector a reinventarse. Algunos restaurantes de Asturias ya han tenido ... que actualizar sus cartas de precios con incrementos que son inevitables para mantener equilibrada la balanza entre gastos e ingresos.

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La patronal de turismo de Asturias, Otea, ya informaba al cierre de 2023 que la comunidad autónoma había perdido 224 establecimientos, entre bares y restaurantes, en el último año. «La media en el número de autónomos en hostelería en todos los meses de 2023 fue inferior a la de 2022, año en el que ya se inició, a partir de julio, una disminución permanente cada mes en el número de autónomos. Durante el año 2023, la media de aumento mensual con respecto al año anterior en el número de asalariados fue de 1.027 trabajadores frente a la de trabajadores por cuenta propia, donde se contabiliza una disminución media mensual de 238 autónomos», explican desde la patronal asturiana del sector turístico.

El vicepresidente para el área de hotelería de Otea, Fernando Corral, comentó a este periódico, que una de las dificultades que enfrenta actualmente el sector hostelero es la falta de mano de obra cualificada. «Este es uno de los problemas que tenemos que atender este 2024, la mayoría de quienes se dedican a este sector carecen de la formación adecuada. Además de que cada vez hay menos gente que quiera implicarse y trabajar en hostelería», dijo Corral.

Pero más allá de eso, son los hosteleros quienes este 2024 han tenido que «echar cuentas» para seguir manteniendo sus negocios a flote. Una situación que cada vez se complica más ante los altos costes de los alimentos frente a los precios en los que se vende en la calle. «Hay una guerra de precios en la calle, es una continua competencia entre nosotros mismos. Pero la gente tiene que entender que ya hemos llegado a un punto en donde no se suben los precios para ganar más, si no para no perder», comenta a EL COMERCIO el hostelero madrileño Edén Jiménez, quien es dueño de tres restaurantes, una pastelería y un servicio de catering en Asturias, La Esquina del Peso (Oviedo), El Balcón de Bueño (Bueño), Las Terrazas de Sardalla (Sardalla), La Amasería y Picnic Sempiterno (ambos en Oviedo).

Entre los productos con mayores subidas está el aceite de oliva, que en noviembre acumuaba un incremento total del 53,8%. Otros, como las legumbres, han sufrido una variación mucho menor: un 14,2% en 2023. Aunque el Gobierno ha prorrogado hasta junio de 2024 la rebaja del IVA al 5% en la pasta y el aceite y la supresión de este impuesto en el pan, los huevos, la harina o las frutas y verduras, las familias deberán estar atentas ante posible subidas.

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Pero para los hosteleros la subida de los alimentos no es lo único que ha llevado a que los costes se dispararan en este sector. La escalada de los precios de la luz también les está afectando desde el año pasado. «En el último año pasé de pagar 1.500 euros a 3.000 de electridad, es una absoluta barbaridad pero es la realidad con la que tenemos que vivir ahora», apuntó a EL COMERCIO, el hostelero asturiano y reconocido 'bartender', Borja Cortina.

Todo ello en paralelo con la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ha quedado fijado en 1.134 euros. Esto implica para los hosteleros que tienen trabajadores a su cargo un ajuste de salarios que también incrementa sus costos en relación a las ganancias directas por ventas producidas.

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El presidente de la Unión de Hosteleros de Asturias, Óscar Gavino Iglesias, comentó a EL COMERCIO que, aunque las ventas han aumentado en torno a un 10%, dicha subida no se ve compensada ante el brutal incremento de los precios de la mercancía. «La mercancía subió entre un 36 y un 46%, depende del producto que sea, en relación al año anterior, y aunque las ventas también han subido casi un 10%, no vale de nada. Ante este panorama hay dos opciones, o trabajas por amor al arte sin ganar nada, o reduces personal y trabajas más horas», señaló el hostelero.

Además, indicó que muchos locales que están abiertos actualmente no llevan un control preciso de sus cuentas. «Estoy seguro de que la mayoría está perdiendo dinero y trabajar para no ganar, no tiene ningún sentido. Yo echo muchas horas haciendo cuentas, es la nueva realidad del autónomo», subrayó.

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En este contexto, los ciudadanos, que también sufren de primera mano la subida del coste de la vida, también intentan gastar menos. «El cliente tampoco tiene dinero y ahora mira mucho más lo que gasta. Por lo cual, aunque los precios no vayan en relación con nuestros costos, no podemos subirlos abruptamente», dijo Gavino.

El incremento de la luz para 2024

Aunque el cambio de año no implica automáticamente un aumento en el precio de la luz, sí afectará los impuestos que se aplican a este servicio en las facturas. El IVA que se había reducido al 5% por la crisis a raíz de la guerra en Ucrania, volvió en enero al 10% y permanecerá. También el impuesto especial de la electricidad que después de dos años mantuvo una tasa reducida del 0,5%, este año ascenderá al 5.11% y, por último, el impuesto sobre el valor de la producción de la energía eléctrica que había sido eliminado, se reintroduce este año. Al principio, representará un 3,5% de la factura. En marzo, aumentará al 5,25% y, para el verano, se restablecerá al 7%, su porcentaje original.

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