El Gobierno central ultima ceses en Adif y Renfe y encarga una auditoría ante el fiasco de Feve

Durante dos años y medio el tema fue enterrado en un manto de silencio. CAF remitía toda explicación a Renfe, y Renfe se limitaba a decir que estaba comprometido con la inversión pero declinaba dar fechas de entrega. Así estaban las cosas hasta que EL COMERCIO confirmó por cuatro vías distintas un escándalo ante el que los altos mandos del ministerio han salido a dar la cara.

Primero lo hizo la secretaria de Estado, Isabel Pardo de Vera, en Asturias. A preguntas de este periódico reconoció el asunto y dijo haber intervenido en las conversaciones entre la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, Renfe, Adif y CAF para desbloquearlo. «Saben que es prioridad absoluta; me han dado un plazo de entre dos años y tres para sacar el material», detalló. También dijo tener constituido «un gabinete de seguimiento porque por desgracia estas cosas o se siguen o se destensan».

Los planes de cercanías en vigor conceden diez nuevos trenes de ancho métrico a Asturias y entre 21 y 22 a Cantabria, lo que le permitiría renovar toda su flota. Esta semana quien se hizo eco de la noticia fue el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, quien montó en cólera, tachó de «chapuza monumental» el asunto y exigió «que rueden cabezas». El viernes trató de aplacar las aguas el secretario de Infraestructuras del ministerio, Xavier Flores, quien pidió perdón, se comprometió a minimizar el retraso y defendió que el peor de los escenarios habría sido sacar adelante los trenes con los parámetros iniciales o con otros que se llegaron a estudiar y habrían producido «trenes de juguete», más pequeños que los que llevan décadas circulando por la red. «A mí me gusta que rueden los trenes sobre los raíles. que es lo importante, no que rueden cabezas», expresó.

La polémica sin embargo siguió ganando enteros, siendo replicada por la prensa nacional y anticipando una oleada de iniciativas parlamentarias. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, tenía ayer comprometida una visita a Castro Urdiales y la mantuvo para mandar un mensaje contundente.

«Hace unos días se conoció la situación que hemos padecido con esta contratación de trenes para Cantabria y Asturias y tenía que venir a dar explicaciones, dar la cara y asumir las responsabilidades que nos corresponde a los responsables políticos», declaró la ministra.

Sánchez solicitó «disculpas» a la ciudadanía y confirmó que a quien primero se las había trasladado es al propio Revilla. «Comparto su enfado e indignación», señaló. «He encargado una auditoría interna para determinar con el mayor detalle dónde se produjo ese error y quiero transmitir que no me temblará la mano para depurar responsabilidades», comprometió. «Evidentemente se van a producir ceses de manera inminente en Adif y Renfe por este error», aseguró. «Lo que estoy haciendo es conocer todos los datos para proceder a esos ceses que serán inminentes, en las próximas horas», concretó.

Además de exigir cuentas y auditar los errores para no volver a cometerlos, la ministra se comprometió a agilizar el contrato. «Hemos tomado la decisión de constituir un grupo de trabajo que haga seguimiento de todo este proceso, que va a personarse y estar aquí en Cantabria la semana que viene», comprometió. «Está invitado a participar del mismo el Gobierno de Cantabria y el de Asturias», anotó.

«Estamos hablando con CAF desde el ministerio y, ahora sí liderando el ministerio», recalcó Raquel Sánchez. «El compromiso es poder tener listo este verano el diseño para inmediatamente iniciar su producción y fabricación», anotó. «Haremos todos los esfuerzos», subrayó.

Quien ayer no rebajó la presión fue el presidente cántabro. Revilla exclamó que esta «chapuza» debería tener «algún responsable» porque «no es presentable que una cosa se licite en 2019 y nos enteremos ahora que el ancho de los trenes no coincidía con el de los túneles», manifestó.

Su máxima preocupación es que los trenes lleguen a Asturias y Cantabria lo antes posible: «Ya firmaba porque fueran dos años; espero que sean dos y no tres. Pero la chapuza es monumental e impresentable que eso ocurra en un Gobierno medianamente serio».

El plan de renovación de la red llega tras más de 40 años sin mejoras. Raquel Sánchez quiso recordarlo pese a que su discurso estuvo centrado en las disculpas. «Me gustaría decir que la red de cercanías llevaba más de cuarenta años funcionando, y que ha sido este Gobierno el que se ha propuesto renovarla por completo con una inversión que supera los 3.000 millones de euros en toda España», se defendió.