El hombre imita el gesto de orinar ante la Policía Local canguesa. E. C.

Finge ser un perro para no ponerse la mascarilla en Cangas de Onís

Un hombre caminó a cuatro patas por el centro tras ser interpelado por la Policía Local. Tanto él como su acompañante fueron llevados al cuartel

GLORIA POMARADA

CANGAS DE ONÍS.

Lunes, 24 de agosto 2020, 01:50

Los agentes que velan por el cumplimiento del uso de la mascarilla están acostumbrados a excusas como la del olvido o la ya invalidada de estar fumando, pero en Cangas de Onís los pretextos llegaron este fin de semana a límites insospechados. Ocurrió en ... la tarde del sábado en la avenida Covadonga, por donde transitaban dos hombres sin mascarilla. La Policía Local procedió entonces a recordarles la norma que obliga a su uso, sin éxito. A la negativa siguió todo un espectáculo, observado con estupefacción - y documentado en vídeo- por cangueses y turistas. Uno de los hombres se tiró al suelo y, a cuatro patas, procedió a imitar a un can.

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«Dijo que era un perro y que no se la tenía que poner», relató el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro. A cuatro patas siguió avanzando por la arteria principal de la ciudad, llegando incluso a levantar una pierna para imitar el gesto de los perros para orinar, todo ello ante la presencia de agentes de la Policía Local. Testigos de los hechos apuntaron que los hombres, asturianos según fuentes oficiales, presentaban claros síntomas de embriaguez. Según un testigo, «el que iba de pie hablaba de los babilionios y el otro amagó con chuparle una bota a un agente».

Hasta el lugar del incidente, a la altura del parque, se desplazó una patrulla de la Guardia Civil, que junto a la Policía Local puso fin al 'paseo perruno'. Los infractores fueron trasladados al cuartel de la Benemérita y denunciados tanto por no llevar la mascarilla como por alteración del orden público.

A pesar de lo llamativo del caso, el alcalde destaca que tanto vecinos como visitantes cumplen mayoritariamente con las normas de seguridad impuestas por la pandemia. Para ello, el Ayuntamiento ha contratado este verano vigilancia privada para el mercado y dos informadores que cubren los principales puntos turísticos. También han habilitado señalización en las calles, de sentido único para evitar el cruce de personas.

Amenazas y cierres

El de Cangas de Onís no es el único incidente registrado en el Oriente por no llevar mascarilla. En el bar Bulnes, en el pueblo homónimo, un camarero llegó a «recibir amenazas con un bastón» por recordar la normativa a un visitante, explicó Mercedes Mier. «Lo de la mascarilla es tremendo. En el funicular sí suben con ella, pero luego por el pueblo no la traen», afea la hostelera. En Bulnes se ha registrado por el momento un positivo en un bar, lo que llevó a los tres restantes y al albergue a cerrar sus puertas viernes y sábado «por responsabilidad». Ayer, dos establecimientos reabrieron, mientras que en otros están a la espera de pruebas PCR al haber existido un contacto estrecho con el afectado.

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El reguero de cierres por positivos llegó además en la jornada de ayer a Arriondas, donde echó la persiana 'El Tonel de Gigi' por el contagio de una empleada. La mujer pidió la prueba al sentirse «cansada y con dolor de cabeza», explicó el propietario, Gigel Ciubotariu, quien es además presidente de la asociación Hotupa.

La clausura es la primera que se registra en bares de Arriondas y llega en la recta final de un verano «de mucha gente, era demasiado», relató Ciubotariu. A diario, abundó, «tenía que discutir con gente por no llevar mascarilla». El local estará cerrado.

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