Secciones
Servicios
Destacamos
G. MAESE / P. G-PUMARINO
gijón.
Jueves, 20 de agosto 2020, 02:04
El primer día de prohibición de fumar en la vía pública se saldó con numerosos requerimientos para que algunos fumadores apagasen sus cigarrillos.La Policía Local y los propios hosteleros realizaron varias llamadas de atención para que se cumpliera la norma. Hubo quien no ... se enteró o no se quiso enterar. También quien no comprende la norma: «¿Si me siento con mi pareja en una terraza, tengo que levantarme para fumar», se preguntaban en una céntrica terraza de Gijón.
«Yo ante la duda apago el cigarro», reconocía Nuria González. Esta cocinera ovetense de 44 años cree que «los fumadores debemos tener consideración con el resto de ciudadanos. Entiendo, además -añadía- que haya miedo al humo». También se mostró comprensible Andrés Becerra, fumador desde hace diez años, que no comprendía «por qué por tener malos hábitos podíamos ir por la calle sin mascarilla». Becerra insistía: «A mí no me molesta separarme para fumar un cigarrillo».
Hay quien no entiende la medida. Es el caso de Mercedes Solís y Rocío Elizalde, madre e hija fumadoras, que lamentaban la falta de coherencia. «¿Por qué antes sí y ahora no?», se preguntaban ayer en una terraza frente a la playa de San Lorenzo. «Ni que echáramos el humo a la cara de la gente», insisten.
Más noticias
L. R. LORENZO/ M. VARELA / L. RAMOS / A. ARCE
LAURA MAYORDOMO / RAMÓN MUÑIZ
En Avilés, varios negocios habilitaron mesas para fumadores en sus terrazas, señalizándolas con carteles que indicaban que un fumador podía sentarse ahí sin incumplir la normativa.
En Gozón, las comunidades de vecinos del edificio Nautilus de Luanco denunciaron ayer la existencia de botellones organizados en el entorno del polideportivo municipal Jenaro Fernández. En esta ocasión, las reiteradas llamadas al servicio de Emergencias Asturias-112 dieron su fruto y una dotación de la Guardia Civil se personó en el lugar solicitando las correspondiente identificaciones a los allí presentes.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 3.30 horas. Sonaba música estruendosa y voces de vítores que despertaron a todo el vecindario.
Según el testimonio de los vecinos de la zona, los asistentes también compartían bebidas alcohólicas y ninguno de los participantes de un grupo de 12 a 15 jóvenes llevaba protección facial o mantenía la distancia mínima de seguridad.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.