IVÁN ÁLVAREZ JAVIER BARRIO
GIJÓN.
Domingo, 12 de diciembre 2021, 00:55
A David Gallego se le amontonan los chaparrones. En el ojo del huracán por las diez jornadas sin victorias encadenadas por el Sporting, había encontrado una tenue luz entre sombras con una reivindicación inconclusa en el choque ante el Huesca. Aunque los rojiblancos cedieron un ... empate en el tramo final, cuando disfrutaban de superioridad numérica, la recuperación de las virtudes plasmadas durante el amanecer del campeonato liguero permitió al técnico catalán esquivar la destitución. Lo que asomaba como una tregua en su delicada situación terminó empañada por el episodio de alta tensión que se produjo minutos después del pitido final del choque.
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Con las pulsaciones todavía altas fruto del vibrante desenlace, Gallego aludió de forma vehemente a la posibilidad de su destitución con un tono reivindicativo que desembocó en un encontronazo con Javi Rico. Envalentonado, el preparador de Suria, que confiaba en su continuidad en el cargo, originó una tensa conversación con el vicepresidente. El director deportivo salió entonces en defensa del dirigente y la situación se caldeó.
Con Javi Rico y David Gallego a punto de llegar a las manos, como anticipó EL COMERCIO en su edición digital, muchos de los presentes en la escena cerca a la zona de vestuarios tuvieron que mediar para que la situación no pasase a mayores. Javier Fernández no estuvo la noche del viernes en El Molinón por su desplazamiento a Madrid para acudir a la Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en la que se dio luz verde al acuerdo con el fondo de inversión CVC, pero a su regreso a Gijón intervino. Llamó a capítulo al entrenador y al director deportivo para apaciguar los ánimos y que tratasen de limar asperezas en la mañana de ayer en Mareo. Al encuentro también se convocó al director deportivo al vicepresidente Javier Martínez después del encontronazo vivido en las entrañas del estadio rojiblanco tras el decepcionante desenlace de partido ante el Huesca. En esa clave,
El entrenamiento regenerativo programado para las once y media de la mañana de ayer comenzó sin el técnico de Suria, que se encontraba dentro de las oficinas para mantener una reunión presidida por Javier Fernández, que tomó cartas en el asunto para abordar un contexto en el que aflora el nerviosismo. El gabinete de crisis en Mareo tuvo una segunda parte tras la conclusión de la sesión. David Gallego volvió a pasar por el edificio de las oficinas y salió de él sonriente, diez minutos antes de que bajase las escaleras el director deportivo. En total, casi una hora reunidos en el despacho.
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La relación entre Gallego y Rico, a la que se añade el episodio del viernes en El Molinón, se ha tensado en la última semana, especialmente a la vuelta del equipo desde Las Palmas de Gran Canaria, tal y como informó EL COMERCIO. Al técnico no le gustó que se divulgara que Javi Rico llevaba peinando el mercado de entrenadores desde la rueda de prensa que protagonizó hace más de dos semanas, en la que, por otra parte, transmitió su respaldo y toda su confianza a Gallego.
Tampoco le agradó que el director deportivo fuera partidario del relevo, que finalmente no se llevó a cabo por falta de alternativas, aunque en los últimos días Rico ha seguido manteniendo contactos con otros técnicos, entre ellos José Luis Martí, como adelantó este diario, o Aritz López Garai, además de alguna otra posibilidad. En clave conciliadora, tras la tensión palpada entre director deportivo y técnico el martes, hubo un intento del club en el que Javier Martínez intentó ejercer de mediador entre ambos.
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Fiscalizado por una racha de tres puntos sumados de los últimos treinta en juego, el entrenador sportinguista está apremiado por la necesidad de enlazar dos victorias que silencien los murmullos del despido y le devuelvan la confianza depauperada en los dos últimos meses. Ya sin margen de error por la espiral de resultados negativos a la que no encuentra salida desde su derrota en Cartagena el pasado 19 de octubre, afronta una situación peliaguda, todavía sin sentir las brasas del descenso, pero obligado a una escalada clasificatoria para mantener sus opciones de alcanzar el sexto puesto.
El Sporting se encuentra inmerso en una gran crisis, a la espera de ver cómo se desarrollan los resultados de la jornada y qué repercusiones tienen en la clasificación. El consejo de administración, mientras, ha optado por esperar, sin adoptar ninguna decisión y con la esperanza de poder alcanzar el parón navideño de la competición con su entrenador actual en el cargo. Gallego seguirá en el banquillo al menos hasta el miércoles, cuando le espera otro duelo a cara o cruz en El Molinón con la eliminatoria de la Copa del Rey ante el Alcorcón.
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