El Sporting ultima la renovación de César García

Por el potencial del extremo avilesino, el club ultima su renovación y existe buena sintonía entre ambas partes para alcanzar un acuerdo que, si nada se tuerce, está próximo a rubricarse. Las condiciones de la operación para ampliar su contrato responden a los parámetros habituales para los canteranos más prometedores, con una estructura pendiente de ser concretada que contempla un par de temporadas en el filial y la opción de activar la ficha del primer equipo si muestra un rendimiento ascendente.

El club rojiblanco se movió rápido para acometer el proceso de blindaje de un atacante que a sus 20 años reúne unas características que no abundan en el mercado. En su bautismo en Segunda B se ha destapado como un extremo descarado, potente en la conducción y muy hábil para proteger la posesión del balón con su cuerpo. Con personalidad para no bajar los brazos cuando el viento sopla en contra, progresó en su sacrificio defensivo durante el año que pasó a préstamo en Luanco.

Antes de salir cedido al Marino el pasado curso, firmó un contrato que le liga al Sporting hasta junio de 2020, con la inclusión de una cláusula que otorgaba a la entidad la opción de prorrogar unilateralmente ese vínculo con licencia del primer equipo. Con apenas una decena de partidos en la categoría de bronce, la entidad apuesta por flexibilizar ese salto a través de una mejora de las condiciones y con la idea de no forzar los plazos en su progresión para que sea su evolución la que marque su bautismo en El Molinón.

Tras una sonora irrupción, un esguince de tobillo le frenó, pero ha regresado con fuerza. Firmó su tercer tanto del curso después de agitar el duelo frente al Atlético B y ejerció un rol clave en la sentencia del contundente triunfo sobre el Castilla, provocando el penalti que desembocó en el cuarto gol rojiblanco.