El plan de El Molinón: 300 millones de coste, cinco años de obra y un hotel como opción

En la Federación, tras la presentación efectuada el jueves por el Grupo Orlegi, la sensación que queda es que la de El Molinón es una propuesta «ganadora» y de primerísimo nivel, desglosada en algunos detalles llamativos, aunque se mantiene un gran hermetismo en torno a esta operación. Pero la propiedad del Sporting ya está haciendo números para el cambio del estadio, apoyada en la firma especializada en asesoramiento financiero KPMG (ya participó en la operación para la compra-venta del club este verano). Algunas fuentes consultadas cifran la operación cerca de los 300 millones. Incluso más. Sería, de confirmarse, una cifra récord en la región para un proyecto ambicioso a nivel nacional.

Esta cantidad refleja la magnitud del proyecto que Orlegi ha ideado para que El Molinón sea sede mundialista, con el diseño de un estadio prácticamente nuevo, que incorporaría guiños a Asturias y a Gijón en su estructura, y una serie de utilizaciones futuras y ampliaciones de calado. Entre ellas, la de las gradas, para cumplir con los requisitos de la FIFA, que exige un aforo mínimo de 40.000 aficionados para albergar un partido del Mundial. Sobre esa base, con la misma altura para las cuatro gradas, también se multiplicarían los palcos privados, que pasarían de 24 a más de 100. En el Estadio Corona de Torreón (México), diseñado por Orlegi para el Santos Laguna, estos palcos cuentan con plazas de garaje propias.

La idea original, que necesita el visto bueno del Ayuntamiento y, sobre todo, la gran respuesta a la pregunta sobre quién se hará cargo de la financiación y qué contrapartidas tendría esta, va más allá de presentar el simple proyecto para la mejora del estadio. Orlegi mostró en Las Rozas, en imágenes, un proyecto que busca transformar toda la zona que hay alrededor de El Molinón. Todo se integraría en el nuevo estadio, de aspecto futurista y rompedor, dentro del mismo paisaje, incluso el Parque de Isabel la Católica, como ha sucedido en algunos aspectos con San Mamés. Habría nuevas zonas de acceso y conexiones a puntos de la ciudad, como un gran paseo a la playa. También posibilidades de levantar un hotel y nuevos espacios comerciales para rentabilizar a futuro las inversiones, desapareciendo la zona del aparcamiento, puesto que este sería subterráneo, con posibilidad de alcanzar las 5.000 plazas. Todo esto habría que articularlo con el Plan General de Ordenación Urbana.

Orlegi, que tiene todo el proyecto esbozado y que pivota su idea en clave regional, no gijonesa -«Asturias 2030»-, espera hacer una presentación a los grupos municipales en breve, posiblemente la próxima semana, guardándose de momento muchos detalles de este macroproyecto, pionero en la región. Si se llevase a cabo, El Molinón vería levantada una nueva estructura, con sus cuatro gradas, a unos metros de su ubicación original exacta, como adelantó EL COMERCIO. Muchos aficionados se preguntaban ayer si esto conduciría a que el estadio perdiera su condición del más antiguo de España, algo que, sin que el proyecto esté cerrado, no tiene aún respuesta.

Fuentes consultadas aseguran que el futuro estadio, si se lleva a cabo sobre la idea planteada, mantendría su esencia en el fondo y en las formas, permaneciendo parte de su estructura sobre el terreno original. En todo caso, el proyecto necesita madurar y de un consenso, cuando sea expuesto. De lo que no hay duda es de que esta sería una inversión récord, situando a El Molinón en la élite de los estadios del fútbol español, generando ya asombro en la presentación que se realizó el jueves. Tanto que desde algún sector se ve como un proyecto de una magnitud demasiado elevada como para poder llevarlo a cabo en Asturias.

La obra que se proyecta, diseñada por el arquitecto mexicano Fernando Sordo Madaleno y que será coordinada con técnicos municipales, necesitando del visto bueno del Ayuntamiento y de que la candidatura prospere, prevé su ejecución en un periodo cercano a los cinco años. Si todo va según lo previsto, el nuevo estadio estaría listo, como avanzó EL COMERCIO, para 2027, tres años antes del Mundial.

Además, la obra no afectaría, sobre el papel, a la actividad del Sporting en su andadura por la Liga, teniendo que conciliar el avance de este macroproyecto con los partidos del conjunto rojiblanco, ya sean en Primera, si el equipo ascendiera, o en Segunda División, el escenario actual.

La última renovación del estadio, que se realizó hace casi quince años, con el diseño de una nueva cubierta y arreglos en todas las zonas del campo, con la creación de la sala de prensa y de unos nuevos vestuarios, ya obligó a convivir con una normalidad de andamios. Incluso de casetas de obra, que fueron acondicionadas para hacer las veces de vestuario de los jugadores tras el ascenso de la temporada 2007-2008. En todo caso, el proyecto que se plantea ahora mismo estaría en otra dimensión, siendo, a nivel de infraestructuras, el más importante desde la creación de El Molinón.