Oviedo y Sporting escenifican su divorcio a las puertas del derbi

Las relaciones entre el Oviedo y el Sporting siguen «interrumpidas». Ese es el término que utilizó en su día el club azul para hacer público su enfado tras el último derbi celebrado en Gijón y que hoy, ocho meses después, sigue vigente. Lejos de lo que se podía pensar, la reconciliación no ha sido posible y el derbi de este domingo escenificará la ruptura que existe entre ambas entidades. Nadie quiere dar su brazo a torcer y hasta que eso se produzca no se restablecerán las relaciones de antaño.

La reunión de junta de seguridad, celebrada ayer en Oviedo, constató que las discrepancias todavía no se han resuelto, al menos, públicamente. El Sporting aún espera, en palabras de su vicepresidente, una disculpa después de que el Oviedo señalara al club rojiblanco la pasada temporada, después del último duelo regional.

«Estamos esperando aún las explicaciones públicas del presidente del Oviedo que dijo iba a trasladar, argumentando los motivos por los que había roto las relaciones de forma unilateral», advirtió el vicepresidente rojiblanco, Javier Martínez. En su opinión, esas «explicaciones» no se han dado y por tanto nada ha cambiado desde el cruce acusaciones tras el encuentro de rivalidad celebrado en El Molinón. «Estamos en las mismas condiciones que antes», lamentó Martínez.

Tesis que, sin embargo, rebaten desde el Oviedo. El portavoz del consejo de administración, Fernando Corral, afirmó tras el encuentro de ayer que las relaciones con «totalmente cordiales». «Ha habido una comunicación entre los presidentes y nosotros vamos a recibir al Sporting, como hemos hecho en los últimos años».

Es cierto que la comunicación entre los dos presidentes existió pero también que el Sporting en esa conversación trasladó la necesidad de llevar al ámbito público las disculpas. Fernando Corral quiso quitar hierro a sus anteriores manifestaciones y atribuyó a los medios de comunicación que se hayan magnificado las discrepancias. «Siempre hubo una comunicación cordial y la relación será de normalidad».

No parece que lo haya entendido así el club gijonés, molesto con la actitud de los ovetenses y, sobre todo, por no escuchar de boca de ninguno de sus dirigentes disculpas en público por las manifestaciones vertidas el pasado mes de marzo.

«Creo que los consejeros debemos estar para solucionar problemas más que para crearlos», avisó Javier Martínez, que transmitió su tristeza porque los dos clubes más representativos del Principado «estén en una situación de enfrentamiento».

Dos puntos de vista antagónicos que no hacen más que dejar al descubierto la escasa confluencia que hay entre ambas entidades. La mejor prueba de que el entendimiento es nulo es que no habrá comida de directivas como era norma cuando la relación era estable. Según explicó el propio Fernando Corral, ese almuerzo institucional no tiene cabida en esta ocasión al estar fijado para las 16 horas el comienzo del choque.

Las desavenencias son tales que el consejo de administración del Sporting estudia internamente si acudir o no al choque ante el contexto que se ha generado. Una decisión que llega después de que el club rojiblanco rechazara la posibilidad de vender las 1.200 entradas que el Oviedo iba a enviar (de acuerdo al protocolo habitual entre ambos clubes) por desacuerdo con el dispositivo de seguridad que se iba a emplear para el traslado de los seguidores hasta la capital. El Sporting también ha rechazado las entradas de cortesía y protocolo. «Si no van aficionados igual no es procedente que esté presente el consejo», deslizó Javier Martínez.

No parece fácil que se solventen las diferencias en los próximos días a la vista de los acontecimientos. Ahora mismo, la reconciliación parece compleja a tenor de las opiniones de unos y otros.