La opción fue el 'plan B' y comer un bocadillo

La reunión de ayer supuso un giro en el plan inicial y con el que se venía trabajando en los últimos días. En el transcurso de la misma se comenzó por exponer un nuevo protocolo que había sido planteado inicialmente por la afición del Sporting y apoyado por el club rojiblanco.

Por el contrario, la Aparo había enviado una propuesta la pasada semana en la que se acortaba el plazo, se evitaba el segundo cacheo en los accesos al Carlos Tartiere y suponía recortar el tiempo para la afición en unas dos horas. Los argumentos planteados en la reunión por la afición azul hicieron que la Delegada del Gobierno, en un momento de la reunión, dijera que se decantaba por «el 'plan B'», que era mantener las condiciones de los últimos derbis y acortar plazos.

En ese momento, fue cuando la representación sportinguista expuso, entre otras cuestiones, que la hora del partido no permitiría comer a los aficionados, ya que deberían estar sobre las 12 del mediodía en El Molinón. A eso respondió la delegada en tono distendido diciendo que «entonces habrá que comer un bocadillo». En ese punto, los responsables de las fuerzas de seguridad también dijeron que los agentes que participen en el dispositivo tampoco tendrían tiempo para comer y lo asumían por tratarse de parte de su trabajo.

En el transcurso de la reunión, quedó clara la sintonía entre los representantes de los clubes y de sus aficiones, que siempre mantuvieron posturas similares. Además, dejando claro en todo momento que las mismas medidas que se aplicarán en este partido deberían ser mantenidas para el de la segunda vuelta en El Molinón. Los responsables de los clubes y de las aficiones abandonaron la reunión una hora después del inicio de la misma, a la espera de que se tomara la decisión definitiva por parte de la delegada del Gobierno y los responsables de las fuerzas de seguridad que estaban allí representadas.