Secciones
Servicios
Destacamos
VÍCTOR M. ROBLEDO
GIJÓN.
Viernes, 2 de marzo 2018, 03:34
La imagen se repitió como un goteo constante durante toda la mañana de ayer en El Molinón: un conductor detiene su coche en el parking de la zona este con las luces intermitentes encendías, desciende de su interior con algún objeto rojiblanco entre las ... manos y lo deposita con sumo cuidado en alguno de los pocos huecos que quedaban libres bajo la puerta 9 del estadio. El funeral celebrado la noche sobre el césped del templo rojiblanco no fue el último que la afición del Sporting quiso brindarle al mayor mito de su historia.
El Molinón amaneció ayer con la misma estampa triste con que cerró el miércoles. Medio centenar de velas continuaban encendidas pese al intenso frío que atravesó Gijón la noche anterior. A su alrededor permanecían extendidas las bufandas y camisetas que muchos aficionados habían ido dejando desde que se conoció el trágico fallecimiento. Después, según pasaron las horas, el espacio comenzó a quedarse pequeño y a ganar terreno por sus costados. «Se fue el mito, empieza la leyenda. Ahora, Quini, ahora», se podía leer en uno de los mensajes. En otro, junto a una foto, una niña despedía de un futbolista al que nunca vio jugar, pero que sabía todo lo que tiene que saber. «Una leyenda y un mito del fútbol. Nunca te olvidaré. Ejemplo a seguir en todos los aspectos por todos los que queremos llegar a ser futbolistas», escribió con letra infantil sobre un folio en blanco.
Enormemente llamativa resultó la presencia de algunos objetos de enorme valor sentimental para los seguidores de un club de fútbol, como es el caso de las camisetas. Algunos abrieron su armario para entregar a la memoria de Quini sus piezas más valiosas. En el altar se depositaron prendas del Centenario del Sporting con breves textos y otras más recientes, pero de no menos valor.
Los aficionados que no pudieron acudir al funeral aprovecharon la jornada para acercarse al estadio y rendir homenaje a su ídolo. A media tarde una madre acudió junto a su hijo y depositó una fotografía con una cariñosa dedicatoria. Su mensaje quedó entremezclado con las bufandas que peñas sportinguistas como La Folixa, El León Rojiblanco o José Ángel 'Cote' habían colocado anteriormente.
Algunas peñas del Oviedo también se sumaron al homenaje. Los colores rojos, blancos y azules, no obstante, no fueron los únicos visibles. La Federación de Peñas del Betis dejó una bandera, mientras que otros aficionados aportaron recuerdos de la época de Quini como futbolistas del Barcelona. El temporal que azotó Gijón a última hora de la tarde apagó muchas de las velas y rompió la estampa al hacer volar algunos de los mensajes para 'El Brujo'. Fue, tal vez, el punto final al homenaje popular tras dos días de enorme tristeza en El Molinón y en sus aledaños.
Por la mañana, la figura de Quini se convirtió en una especie de asignatura obligatoria en muchos colegios de Gijón, que aprovecharon la jornada para rendir homenaje al mítico exfutbolista y, de paso, compartir la trascendencia de su figura con sus alumnos. Ya el día antes, algunos de los centros habían adaptado su agenda a los actos en memoria del exdelantero del Sporting para que los alumnos pudieran participar de una forma u otra en un acontecimiento que ha marcado enormemente a la ciudad.
«No le vamos a olvidar»
«Nuestro colegio, que tiene como objetivo fomentar valores, tiene en Quini un ejemplo a seguir», se leyó en un emotivo acto celebrado en el colegio Cervantes. Los alumnos, muchos de los cuales acudieron al centro con bufandas del Sporting y lazos negros, guardaron un minuto de silencio en el recreo y redactaron varios mensajes en memoria de 'El Brujo'. «Que no vayamos a verle no significa que le vayamos a olvidar, pues siempre estará en el corazón de todos», destacaban en las últimas líneas de su texto.
Una imagen similar se vivió en el colegio Jovellanos, donde a las 12.15 horas los alumnos despidieron a Quini elaborando un mural con la bandera del Sporting y fotos del mejor goleador de sus 113 años de historia. El acto concluyó con un minuto de silencio y el himno del equipo sonando en la voz de los escolares.
La comunidad educativa de Gijón se ha volcado con Quini desde el momento en que se supo su fallecimiento. En el colegio Los Pericones, por ejemplo, muchos alumnos y profesores acudieron de forma espontánea a las clases del miércoles con camisetas, gorros y bufandas del Sporting. Su homenaje se extendió ayer por muchos centros de la ciudad. Fue su manera de decir adiós a una figura de la historia local que trascendió a su papel como futbolista. Su legado y sus valores forman parte ahora de la cultura popular gijonesa.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.