La hoja de ruta de Orlegi para el Sporting

La operación pondrá fin a 28 años de control de la familia Fernández al frente del club. Con una gestión deportiva muy criticada, la intervención de José Fernández, fallecido este año, resultó clave en varios momentos de las últimas décadas para que el Sporting no se viera abocado a un descenso administrativo y a perder la posibilidad de jugar en el fútbol profesional. Su hijo Javier, al frente de la institución desde 2016, ha sido objeto de duras críticas en los últimos años, sobre todo en la temporada que acaba de finalizar, con unos resultados deportivos que a punto estuvieron de suponer la pérdida de categoría.

Lo que se abre ahora es una etapa nueva y también desconocida. El Grupo Orlegi viene avalado por los buenos resultados en México, aunque aún se desconocen los planes concretos que este conglomerado tiene para el club. Lo que sus responsables tienen claro es que quieren mantener una buena relación con las instituciones y preparan ya reuniones con, entre otras, el Ayuntamiento de Gijón.

La previsible llegada del Grupo Orlegi supondrá la reactivación de la planificación de la próxima temporada, lastrada por la incertidumbre que rodea al club desde que se conoció el interés del conglomerado mexicano por hacerse con el Sporting. Tras una temporada con unos resultados deportivos nefastos, la planificación pasaba por una nueva revolución en el equipo, con cerca de diez incorporaciones. Con Abelardo Fernández manejando las prioridades en lo que a entradas y salidas se refiere, una de las primeras cuestiones que tendrá que aclarar el grupo mexicano es cómo quedará estructrurado el organigrama del club. La propiedad pasará a estar en México, pero la gestión del día a día se circunscribe a Gijón, por lo que la fórmula de coordinación entre ambas partes será fundamental para mejorar la eficiencia de un club que siempre aspira a jugar en la Primera división del fútbol español.

Los planes del grupo mexicano pasan por ponerse a trabajar desde el momento de la compra. El calendario aprieta y el Sporting aún no ha firmado ninguno de los esperados fichajes para la próxima temporada. Algunos jugadores por los que el club gijonés mostró interés, como el lateral izquierdo Ríos Reina, han decidido firmar por otros clubes. Mientras, en el club rojiblanco se trabaja en incorporaciones, pero sin llegar a sellar acuerdos.

Los próximos días se revelan cruciales para el futuro próximo del Sporting. Las acciones del Grupo Orlegi, si la operación no se frustra, servirán para medir la ilusión de la afición. Y el mejor termómetro será la campaña de abonados. Con una masa social superior a la de muchos equipos de Primera, el club rojiblanco necesita volver a enganchar a la gente tras una temporada decepcionante y alcanzar una buena cantidad de abonados que garanticen un estadio lleno y unas buena inyección económica.

No solo las acciones de la nueva propiedad van a ser determinantes para la que la afición muestre ilusión. También los fichajes influirán. El Sporting trabaja en la incorporación de futbolistas y, en algunos casos, las negociaciones están muy avanzadas. Es el caso del central Pablo Insúa, jugador del Huesca con el que el club rojiblanco tiene ya un principio de acuerdo. La incorporación de este defensa depende en buena medida de que su club le dé la carta de libertad, una medida en la que el futbolista confía.

Otros nombres que suenan con fuerza y que ya fueron avanzados por este periódico son los de Ibai Gómez, Didac Vila y Darío Poveda. La previsión pasa por que la llegada de los nuevos propietarios permita activar las operaciones y componer una plantilla que llegue con garantías al inicio de la nueva temporada.