Secciones
Servicios
Destacamos
Una frase del salsero Rubén Blades en la radiografía rítmica de Pedro Navaja es 'la vida te da sorpresas'. Se puede adaptar a casi toda la historia del Sporting y más a esta temporada.
El año futbolístico fue una sorpresa negativa. Las primeras diez jornadas ... fueron el clavo ardiendo de Javier Rico para colgarse medallas, pero el fracaso posterior fue mala suerte. El consejo está en esa línea, con respaldo a un director deportivo nefasto. Ahí está el penoso resultado de su planificación y rendimiento de sus fichajes.
El final de la competición fue otra sorpresa, con un final de pesadilla. Influyó en Javier Fernández para acabar su etapa al frente del Sporting. Se le deben apuntar aciertos en el orden financiero, pero un suspenso en la gestión deportiva, que le desequilibró sus aparentes buenos números. Otra sorpresa fue la rápida aparición del Grupo Orlegi. Casi tanto como el vertiginoso acuerdo, programado para firmarlo el viernes.
El grupo mexicano analizó un club que parece ordenado financieramente, respaldado por una afición de ensueño. Alejandro Irarragorri, cabeza visible del holding norteamericano, tiene en mente celebrar la compra con una fabada. Para que no se le corte la digestión debería analizar con tiempo la estructura interna. Se llevará más de una sorpresa cuando conozca el organigrama deportivo y sus fórmulas de trabajo, con muchos resultados decepcionantes y una escasa productividad. Si el primer equipo tuvo un rendimiento lamentable, Mareo es una calamidad, con quejas de jugadores que quieren irse, de algunos técnicos del organigrama y de la mayoría de progenitores de los chavales que van a los entrenamientos, a los partidos y los torneos.
Cuando el previsible nuevo dueño entre en las oficinas y vea cómo es la exótica sección Márketing, la inverosímil de Comunicación o la imagen de balneario que transmite Mareo se sorprenderá, pese al esmero de Súper Barcia. Los mexicanos tienen fama de ser excesivamente tranquilos y poco activos, pero no parece probable que el señor Irarragorri vaya a permitir que el Sporting mantenga su línea de incompetencia, ni que se contagie de la cachaza azteca. Por el bien suyo, el de su grupo empresarial y, por supuesto, el del Sporting.
Mientras se produce el trasvase accionarial, Javier Rico sigue al frente de la nave deportiva, sin ninguna autocrítica después de un ejercicio horrible que volvería a planificar igual, pese al caótico final. La culpa no es suya, sino de quienes lo permiten. Hasta ahora, Lo respaldaba Javier Fernández. Desde el viernes la responsabilidad será de Alejandro Irarragorri, si se confirma el cambio.
Peor es inimaginable que pueda hacerse. La experiencia en la gestión deportiva del grupo mexicano permite recuperar la ilusión perdida. Pese a las dudas que generan las novedades, no mejorar sería otra sorpresa. Van demasiadas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.