«Fue un dirigente que solo ayudó al Sporting, pero el fútbol es muy ingrato»

En este punto coinciden absolutamente todos los consultados. Para Fernández el Sporting era casi una religión, una obsesión, una forma de vida. De él dice Juan Arango, precisamente, que «fue un gran dirigente que solo ayudó al Sporting», pero implícitamnte reconoció que su ejecutoria pudo verse con cierto nivel de crítica, ya que «el fútbol es así, muy ingrato». Arango, manifiestamente emocionado, recordó que «trabajé cerca de 40 años con él, y de él aprendí mucho. Como empresario fue un trabajador nato, que siempre miró por sus empleados. Era una persona bellísima que jamás hizo mal a nadie nunca».

Como Díaz-Vega, Arango estaba anoche sorprendido por la noticia: «Pepín era muy deportista, andaba y hacía bici, muchos kilómetros, y cuando iba a Marbella a visitarle me agotaba caminando». Respecto a su ejecutoria en el club, quiso recordar que «cuando se hicieron los contratos consiguió 300 millones -de pesetas- más al año después de haber firmado y lo dejó porque el futbol es muy ingrato, no da más que disgustos. A los dirigentes, puede haber un día pasajero, por una victoria o un ascenso,pero al día siguiente no se acuerda nadie». Y remató, recordando que tras su etapa en la Presidencia del club, a Fernández «todo el mundo acudía a pedirle dinero y avales».

Otro presidente histórico del club, Manuel Vega-Arango, recordó sus «muchos años de trabajo juntos», que dieron pie «a recuerdos muy duros. La primera etapa fue muy satisfactoria, y la segunda, muy dura», anotó, subrayando que «siento mucho su fallecimiento, no tengo palabras para decir lo que siento».

Con mucho cariño se expresó el también expresidente Antonio Veiga, que se confesó «colapsado, sin palabras. Ha sido todo muy rápido, en tres o cuatro semanas. Por el club siempre hizo lo que nadie, aunque cierto sector de la gente no lo vea así. Hay que respetarlo, pero no es justo».

A los inicios en el club se remontó el hostelero Pedro Morán, de Casa Gerardo, que recuerda «que fui en su candidatura cuando el grupo de hostelería. Fue una época muy bonita y dificil, cuando los dos éramos neófitos en el fútbol». También fueron socios «en el Somió Park», y destacó Morán que la de Fernández es «una pérdida muy importante. Fue un personaje desde lo empresarial muy importante, buena gente en lo personal y como directivo de futbol no se sabe decir si bueno o malo, son los resultados los que lo determinan».

El exentrenador Carlos García Cuervo tiene una historia larga con Fernández, al que conoció «jugando en el Burgos». Siempre «fue una persona muy cercana a mí, con un trato muy bueno, siempre positivo. Se dicen muchas cosas de él, pero nadie puede negar que era un sportinguista de pro. En el fútbol pasan cosas no agradables, pero lo que queda de fondo es el buen trato y el buen recuerdo. Que descanse en paz, lo siento por su familia y amigos, que estarán pasando un mal momento».

Técnico y jugador, Eloy Olaya conoció a Fernández «a través de su hijo, Javi, con el que estudiaba en el Inmaculada». Cuando volvió del Valencia, «en 1995, Fernández era presidente. Y mandaba, quería controlarlo todo y dar su opinión sobre todo. Siempre tuve un trato muy cordial y respetuoso con él».

Al frente de la gerencia tuvo Fernández al medallista olímpico candasín Herminio Menéndez, que anoche puso por delante que «fue un gran sportinguista que dio todo por el club. El fútbol tiene momentos buenos y malos, y él supo aguantar, haciendo lo que creyó mejor por el Sporting».