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JAVIER BARRIO
GIJÓN.
Martes, 12 de noviembre 2019, 04:47
17 de noviembre de 2018. Oviedo-Sporting. El conjunto azul logra una victoria con muy poca discusión (2-1) frente a un oponente roto y totalmente hundido. Será la sentencia de Rubén Baraja, en una noche de sábado muy dura para el entrenador ... vallisoletano, despedido tras una espiral de malos resultados. La decisión ya toma cuerpo en el mismo Carlos Tartiere, con algunas llamadas y contactos extraoficiales en las horas posteriores. José Alberto, que recibe al día siguiente la visita del presidente Javier Fernández en un hotel de Bilbao en el que se encuentra el filial antes de afrontar un partido, es su sustituto. Quiere transmitírselo de primera mano, aunque el técnico ya lo sabe.
Desde aquel simbólico día, el entrenador del Sporting, que el lunes cumple un año en el cargo, ha dirigido 42 partidos entre el tramo que lideró el curso pasado y el que va del presente. Una temporada regular en la que ha logrado 16 victorias, 12 empates y 14 derrotas, arrancando con aquel inolvidable triunfo en Los Cármenes. Esa irregularidad que desprende su ejercicio le ha llevado ahora a una situación de riesgo en el presente, con muchas dudas internas y el crédito casi consumido. Y delante, otra vez, el Oviedo en el Tartiere. Un hueso duro de roer y un altavoz de mucha repercusión. Hasta el momento, el club ha evitado el debate sobre el técnico, manteniendo su confianza en el entrenador. Pero ahora mismo hay muchas dudas sobre qué pasaría si el equipo tiene un nuevo tropiezo este domingo.
Ante este supuesto, la percepción es que la continuidad del técnico quedaría sujeta a debate como poco, especialmente por la situación de emergencia en la que se encontraría el proyecto, que no tiene un rumbo estable en este punto de la temporada. En Mareo han tratado de mantener todo lo que han podido la confianza en José Alberto, sobre todo el presidente Javier Fernández, esperando que el domingo logre un resultado que le permita enderezar el rumbo de la nave. Pero nadie oculta que la situación actual es más delicada que nunca para el entrenador rojiblanco, un profesional hecho a sí mismo, con una dilatada trayectoria en la base del Sporting, implicado con la causa y muy respetado y querido en el club por trabajadores y futbolistas.
Buscando aislarse del ruido, José Alberto ha diseñado una agenda de preparación clásica de un derbi. La habitual en este tipo de partidos, encerrándose con sus futbolistas para evitar distracciones durante casi toda la semana y, también, blindar las pruebas a posibles espías. En ese sentido, cuatro de los cinco entrenamientos, comenzando por el de hoy, serán a puerta cerrada y en las instalaciones de Mareo. La única excepción estará en el del sábado, que abrirá sus puertas para los aficionados que quieran dar un último apoyo al equipo de José Alberto. También figura como singularidad en la semana la sesión de este jueves, que se trasladará a la tarde, a partir de las 16.30 horas.
El técnico no quiere distracciones ante el que se presenta como el partido más trascendental de este inicio de temporada, con capacidad para marcar el futuro dependiendo de lo que pase sobre el césped del Tartiere, donde el Sporting no ha conseguido ganar todavía desde que ambos equipos se reencontraran en el fútbol profesional hace dos años y medio. No es menos cierto que la única victoria que logró el conjunto rojiblanco en esta nueva era fue con José Alberto en el banquillo, en el curso pasado en El Molinón, donde los rojiblancos completaron un notable encuentro.
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