![El violador de Tinder: encuentros a ciegas que ocultaban su rostro](https://s1.ppllstatics.com/elcomercio/www/multimedia/202211/04/media/cortadas/violador-tinder-kQFC-U180601336246Ts-1248x770@El%20Comercio.jpg)
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Sábado, 5 de noviembre 2022, 17:35
Las engañaba después de meses de conversaciones en la aplicación de contactos más popular en la actualidad, Tinder, en donde prometía un encuentro distinto a cualquier otro. Transcurriría a oscuras, para así estimular el «contacto sensorial» e «incrementar los sentidos y dejarse llevar». La opacidad, en realidad, le permitía ocultar su rostro para esconder un problema de psoriasis pero, sobre todo, dificultar su identificación cuando llegaran los abusos.
La Policía Nacional informó este jueves de la detención en Móstoles de un hombre de 43 años acusado de agredir sexualmente a al menos diez mujeres, y violar a una de ellas, con las que había concertado una cita por internet. La operación Escamas daba sus frutos.
Los perfiles falsos del acusado le servían para establecer inicialmente contacto con sus víctimas. Subía a la red fotos de hombres bien parecidos pero normales, ni muy guapos ni muy feos, para así no levantar sospechas. Las conversaciones se prolongaban durante meses hasta que llegaba la erótica proposición. Tras un primer contacto en la penumbra, prometía, verían sus caras pero esa parte nunca acababa por consumarse.
Los encuentros clandestinos transcurrían en casa de ellas y, cuando alguna rechazaba ofrecer su domicilio, él reservaba un hotel. Después, pasaba la factura a las mujeres para compartir los gastos, cobrándoles mucho más de lo que en realidad costaba la habitación. A veces, los encuentros ni siquiera se producían porque desaparecía una vez que había recibido el abono. Cuando sí llegaban a término, se producían los abusos. A veces, utilizaba la violencia, otras robaba dinero y pertenencias.
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En febrero, la denuncia de una mujer alertó a la Policía. Su relato les incitó a pensar que no era un caso único y montaron una operación para desenmascarar a un agresor sin apenas pistas. Tras las citas, desaparecía, bloqueaba los móviles de sus pretendientes, facilitaba direcciones de comicilio falsas y borraba su rastro. Su rostro era un misterio con una salvedad.
Durante su único encuentro, la primera víctima que habló con la Policía alumbró con la linterna de su móvil la cara del hombre durante apenas unos instantes fugaces. Descubrió que no era la persona con la que había chateado durante meses. Él reaccionó nervioso, enfadado, y la violó en dos ocasiones.
La Operación Escamas permitió, al ir avanzado, identificar nuevas mujeres engañadas. No había, aún así, forma de dar con él. Los agentes consiguieron, tras una complicada investigación, descubrir que tampoco tenía un trabajo fijo donde ser localizado. Cuando finalmente fue arrestado, llevaba encima dos teléfonos con 400 números bloqueados.
Ocurrió en marzo -en la actualidad permanece en libertad- pero hasta ahora la Policía no ha hecho público el caso. Los agentes han localizado a diez mujeres que padecieron sus abusos. Podrían ser muchas más.
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