Atraca un supermercado para robar 50 euros y abonar una multa

Frenre a las cámaras de Espejo Público, la dependienta Paloma ha explicado cómo transcurrieron los hechos. Fue ella quien consiguió apaciguar al delincuente y que explicara qué necesitaba exactamente después de que situara el arma frente a su vientre y le emplazara a darle todo el dinero de la caja.

Con sangre fría, y ante el temor de darle la espalda, trató de dialogar con él. El hombre, poco a poco, fue abriéndose y le explicó su situación. Le dijo que debía abonar una multa y necesitaba el dinero. Consiguió que apoyara el cuchillo en el congelador y prosiguió la particular negociación.

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Le emplazó a darle su identificación si le daba el dinero, advirtiéndole que daría parte a lo sucedido. El atracador vio tan afectada a la mujer que, para tranquilizarla, le insistió en que no se preocupara y prometió regresar en torno a las ocho de la tarde a devolver el dinero, aunque nunca regresó. De haberlo hecho, hubiera sido arrestado, ya que la Guardia Civil anda tras su pista. Al parecer, cuenta ya con causas pendientes con la justicia.

Paloma trabaja habitualmente con un 'cutter' en el bolsillo para desempaquetar cajas y encargarse de otros menesteres del negocio. Ahora, celebra que ese día no lo llevara encima, consciente de que lo había esgrimido en su defensa, echando por tierra la posibilidad de usar la que, a la postre, se ha ocnvertido en su mejor arma, el diálogo.