La OCU alerta sobre el «engaño masivo» en la miel de los supermercados

En diciembre de 2020 entró en vigor en España una norma nacional y europea que marca la obligación de indicar los países concretos de origen de las mieles que se envase en nuestro país. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han denunciado un «engaño masivo» al consumidor.

Sin embargo, algunos productos pueden indicar como país de origen aquel en el que han sufrido la última transformación o elaboración justificada. Por ejemplo, si la miel es originaria de China y se mezcla con la que procede de otro país (en una proporción superior al 50%), obtiene esa nueva «nacionalidad». Si ninguna de las miles mezcladas llega al porcentaje determinado, se puede declarar como país de origen aquél en el que se ha hecho la mezcla.

El sector apícola de COAG (Coordinadora de Agricultores y Ganaderos) y la OCU presentaron este noviembre una investigación después de notar que el origen China había desaparecido en muchas etiquetas de miel en muchos productos y cadenas de distribución. En España, la miel llega principalmente de Portugal y China. Pero estas entidades han comprobado que en los supermercados se ha reducido notablemente los productos que tienen estos dos países como origen. «No creemos que estén cometiendo ninguna ilegalidad; creemos que tanto la aplicación de la normativa comunitaria y estatal analizada la facilitan», ha apuntado el responsable del sector apícola de COAG, Pedro Loscertales.

Desde OCU recuerdan que la determinación analítica del origen de la miel se hace mediante el análisis del polen presente y así se identifica la flora presente en la zona de recolección y con eso el origen. Si la miel se somete a ultrafiltración elimina el polen y se hace imposible determinar, analíticamente, al menos, por el momento, el origen botánico de la miel, cuyos resultados quedarán falseados, ya que la ultrafiltrada será invisible en cuanto a su origen.

Por ello, COAG y OCU piden a la Unión Europea y al Gobierno español que modifique la normativa en torno al etiquetado y el origen de la miel para evitar este presunto engaño a los consumidores.

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