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P. A. MARÍN ESTRADA
gijón.
Martes, 28 de abril 2020, 02:58
Pedro Gómez Cuevas coordina las seis residencias geriátricas de Mensajeros de la Paz en Asturias y las dos con las que cuenta en Cantabria. Frente a la de Navia, el pasado viernes, agentes de la Policía Local, Guardia Civil y personal de ambulancias reconocían ... con sus aplausos la labor de los trabajadores del centro. En él se registraron a finales de marzo los dos únicos casos de internos afectados por coronavirus que se han dado en nuestra región en la red de la ONG fundada por el Padre Ángel. «Fue un detalle muy emocionante, porque tanto los cuerpos y fuerzas de seguridad, como los técnicos de Transinsa están haciendo un trabajo excepcional. Nuestro personal también y si hasta ahora solo hemos tenido esos dos casos, que ya se han recuperado, supongo que además de a la suerte se ha debido a su gran profesionalidad y a que hemos actuado con rapidez desde el primer momento. En Cantabria tampoco hemos tenido contagios», detalla su responsable.
El coordinador territorial de la red Edad Dorada extiende su reconocimiento «al personal de todas las residencias del país, porque están haciendo un esfuerzo enorme» y sobre el hecho de que la pandemia se haya cebado especialmente en los geriátricos opina que «ha sido una auténtica tragedia. No estábamos preparados para una situación de este tipo. Las personas mayores son vulnerables a cualquier clase de contagio, pero somos centros residenciales, no estamos dotados con equipos sanitarios y hasta que la administración nos facilitó material hemos hecho lo que hemos pedido». Defiende que el servicio que presta el sector en Asturias «tiene futuro y en general se hace un buen trabajo», aunque considera que lo sucedido debería marcar «un antes y un después. Deberíamos meditar todos, ver hasta qué punto debe implicarse Sanidad, Servicios Sociales, establecer criterios de actuación, ver en qué podemos mejorar para afrontar situaciones como ésta y evaluar lo que se ha hecho bien o se ha hecho mal. La administración, pero especialmente el mundo de las residencias, debe reflexionar bastante al respecto», expresa.
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En el caso de los geriátricos asturianos que regenta Mensajeros de la Paz, Gómez reconoce haber pasado «semanas muy duras, porque estaban vidas en juego, no era un brote de diarreas», y sobre todo ante la escasez inicial de material y los dos positivos de Navia. «Solo una de esas personas requirió hospitalización. Las dos ya están bien y han dado negativo en los últimos tests. Ya disponemos de material y no ha habido más casos, ni entre el personal, aunque no se puede bajar la guardia». La vida diaria de los cerca de 360 residentes de la red ha ido adaptándose a las medidas de protección: ahora reciben la comida en sus habitaciones y alivian su confinamiento con salidas invididuales al jardín o videollamadas con sus familiares. En cuanto al futuro próximo, Pedro Gómez se muestra «más optimista que hace un mes».
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