Ideas de cenas sencillas para disfrutar en familia

Llega el momento de la cena y a veces estamos nos faltan las ideas, no se nos ocurre nada para poner en la mesa. En ocasiones es casi más complicado pensarlo que prepararlo y aún más cuando estamos con el tiempo justo. Por eso, es buena idea guardar siempre un as en la manga, como tener algunas propuestas sencillas para preparar en un momento.

Siempre es muy socorrido montar una cena de lo que ha ido quedando por aquí y por allí, sobre todo si cocinamos una tarde a la semana en previsión para distintas comidas para toda la familia.

Otra posibilidad es armar una tabla de quesos deliciosos, acompañados con distintos tipos de pan, unas uvas, un puñado de nueces y ya tenemos una cena improvisada deliciosa, para una noche de película o de serie en familia.

Si tenemos en la nevera un calabacín, una berenjena, una cebolla y algunos tomates, sólo tenemos que cortarlos en rebanadas más o menos del mismo grosor y colocarlos alternativamente en una fuente de horno.

Salpimentamos, añadimos un poco de tomate triturado, unas bolas de queso mozzarella y metemos al horno. Lo mejor de esta receta es que prácticamente se hace sola, por lo que una vez en el horno podemos dedicarnos a otras cosas como leer, charlar con la familia o a buscar algo para hacer después todos juntos.

Lo más cómodo es programar el horno más o menos una hora a 180º. Cuando termine tendremos preparado un delicioso y colorido ratatouille para cenar que, además de sencillo, es una forma de que los más pequeños coman verduras.

Asar verduras siempre es sencillo y agradecido porque se pueden acompañar de unos huevos revueltos o unos huevos rotos y tenemos un plato completo y equilibrado nutricionalmente hablando.

Si preguntamos a los más pequeños lo de la verdura nunca suele ser su elección, aunque siempre hay excepciones, pero a veces y aunque a priori no les apetezca, si preparamos una salsa que les haga apreciar otro sabor además del sabor que asocian a la verdura, puede que se haya encontrado la solución a una cena.

También están las más que socorridas cremas de verduras, desde la clásica de calabacín a la crema de calabaza y zanahoria o la de coliflor con queso de cabrales.

Pero también las podemos actualizar un poco añadiéndoles un chorrito generoso de leche de coco, una cucharada de queso mascarpone o un poco de queso rallado por encima o unas pipas peladas a la hora de servirlas. Estos trucos le darán un toque diferente, divertido y saludable.

¿Qué tal un primer plato de brócoli con una salsa casera de yogur y mostaza? ¿Por qué no rehogar unas espinacas y añadirlas unos piñones, unas pasas y unas anchoas cortadas en pequeños cubos?

Si las servimos encima de una rebanada de pan tostado y le añadimos un poquito de aceite, estamos haciendo unas tostas cargadas de verduras que seguro que les encantan y es una forma de comer los mismo pero de distinta manera.

Con niños pequeños en casa la opción de preparar una pizza casera implica estar entretenidos prácticamente toda la tarde. Desde empezar con la elaboración de la masa hasta terminar disfrutándola juntos.

Además, una pizza admite un montón de alimentos para combinar al gusto del consumidor. Se pueden hacer masas más pequeñas y organizar una cata de pizzas caseras a la hora de la cena.

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