el comercio
Oviedo
Viernes, 12 de agosto 2022, 02:44
Las madres gozan, por lo general, del don de ofrecer sabios consejos a sus hijos. Sus lecciones más habituales resuenan como un mantra durante años en la cabeza de quienes crecieron bajo el influjo de sus palabras. Hay quien entierra con el paso de los ... años las exhortaciones maternas y quienes las abrazan de por vida.
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Robert Cameron pertenece al segundo grupo y una de las frases de su madre le ha llevado a embolsarse un millón de libras –más de un millón de euros- en la lotería. Ella siempre decía: «Una victoria conduce a una victoria». Por eso, por pírrico que fuera el triunfo, cuando ganó 3,7 libras con un boleto decidió invertir la escuálida cifra en una nueva combinación de números.
Él, padre de cinco hijos, siempre había tentado a la suerte pero, desde hace un año, había dejado de comprar lotería. El 29 de julio se acordó de un reciente ganador del Euromillón y cogió la calderilla –que no suele llevar encima- para probar de nuevo suerte en la lotería.
Ganó prácticamente lo jugado y la voz de su madre resonó en su cabeza. «Ella siempre nos decía que si ganabas algo, lo tomásemos y lo pusiéramos en otra cosa. Así que decidí seguir su consejo y usar mis ganancias para comprar dos tickets de la lotería de esa misma noche«.
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Sin embargo, se olvidó de hacerlo. Ya tumbado en el sofá se acordó de que finalmente no había adquirido los boletos. Hubiera vencido la pereza si su hijo pequeño no llega a pedirle que fuera a buscarlo. Ya que tenía que salir de casa, decidió apostar de nuevo. Era el 30 de junio. Lo hizo por los números 7, 16, 17, 19 y 33, y el extra del 12.
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Ya en casa, dio de comer a su pez, disfrutó de una taza de té y miró en una aplicación del móvil qué tal le había ido. «Siempre reviso la aplicación y, por supuesto, apareció el mismo mensaje de felicitación que el día anterior con mi ganancia de £3.70. Esperaba ver algo similar y cuando miré al principio, pensé que decía £ 1,000».
Volvió a mirar y pensó que se trataba de £ 100,000. A la tercera ya se dio cuenta de la cuantía real del premio. Verificó e internet los números y llamó a la Lotería Nacional para verificar que, en efecto, su vida había cambiado para siempre.
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«La señora con la que hablé fue encantadora, pero tuve que esperar un minuto más o menos mientras revisaba todo. Fue el minuto más largo. Escucharla decir esas palabras, que en realidad había ganado £ 1,000,000, fue tan surrealista », rememora en declaraciones al periódico británico Mirror.
Se lo contó a su hijo menor, que no le creyó. Pensó que se trataba de una broma más de un hombre que usa habitualmente la guasa. Después guardo el papel premiado dentro de un marco de fotos por miedo a perderlo. El sueño de un coche y una casa nueva se harán, por fin, realidad.
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