El presidente Barbón, orgulloso de la «explosión de asturianía» vivida en el Descenso del Sella

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha manifestado hoy la emoción y el orgullo que siente cada año «al ver el buen ambiente» y «la explosión de asturianía» que envuelve el Descenso Internacional del Sella, que celebra este año su 85 edición entre Arriondas y Ribadesella. «Hace muchos años que vengo al Sella y no recordaba tanta gente, es impresionante. Y es impresionate en el buen clima, el buen ambiente», valoraba Barbón. «Esto es ser Asturias», celebraba. «Muy agradecido a todos las personas que están trabajando para que la fiesta de les piragües salga tan bien. Me siento muy, muy orgulloso». Y es que además, según informan los servicios de emergencia, apenas han tenido hasta el momento tres llamadas para incidencias leves. Más allá de alguna intoxicación etílica en Arriondas la noche previa y pequeños cortes, no hay constancia de incidencias más graves hasta el momento.

Barbón ha estado acompañado esta edición por la vicepresidenta de su Gobierno, Gimena Llamedo; la delegada del Gobierno en funciones, Delia Losa; la consejera de Educación, Lydia Espina; la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco; los alcaldes de Parres, Emilio Manuel García Longo; de Ribadesella, Paulo García, y de Cangas de Onís, José Manuel González, y por los presidentes de las federaciones española y asturiana de Piragüismo, Javier Hernanz y Miguel Ángel Gallo, respectivamente, así como del presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), Juan Manuel Feliz.

Al concluir la competición, antes de entregar las medallas a los vencedores en Ribadesella, ataviados con la tradicional montera picona, Barbón ha comentado que «la bandera de Asturias no divide, une. Todo el mundo se siente profundamente orgulloso del sentimiento de ser asturiano. La identidad asturiana es perfectamente compatible con ser parte del proyecto común, plural y diverso que es España. Esa es la grandeza de los asturianos y de nuestra bandera». Y es que el Sella, este año, con buen tiempo, ha vuelto a batir records. Se calcula que unas 300.000 personas han seguido este año la salida desde Arriondas, a los que hay que sumar miles más en las riberas del río y en Ribadesella. Y destacaban muchos de los participantes como, después de varios años en los que reinaban los sombreros de paja y otros atuendos, cada vez se observa más cómo los participantes en la fiesta vuelven a lucir orgullosos los símbolos ideados por Dionisio de la Huerta: montera picona, chaleco y collares de flores. Hay que decir, eso sí, que triunfan los de papeles de colores, mucho más baratos, accesibles y duraderos. La fiesta de las piraguas ha sido, un año más, una de las citas más coloridas y animadas del verano asturiano.

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