Vías ferratas: todo lo que necesitas saber para iniciarte

Un deporte de aventura que en los últimos años se ha popularizado cada vez más y que permite transitar e integrarse en acantilados, barrancos o paredes que de otra forma serían imposibles de recorrer. Si tú también estás pensando en iniciarte en este deporte, pero antes quieres saber todo lo necesario para iniciarte con seguridad en las vías ferratas, aquí te damos todas las claves que necesitas.

Al igual que sucede en la escalada, en las vías ferratas también existen diferentes grados de dificultad. Por este motivo y sobre todo si estás empezando, es importante conocer la graduación de dificultad de las vías ferratas antes de recorrerlas, para ver si están o no a nuestro alcance. Al igual que sucede en la escalada con la dificultad, en las vías ferratas esta también varía dependiendo de la exposición de la vía o la dificultad técnica de los pasos que tengas que realizar para ascender a través de ella. La única diferencia, es que en el caso de las vías ferratas no existe un sistema estandarizado a nivel español y existen unas cinco escalas diferentes para valorar la dificultad, aunque las más utilizadas son la escala Hüsler y la escala francesa, además de la graduación simplificada y basada en colores que crearon las guías Desnivel.

Nueva Escala Hüsler (la más utilizada): K1 (fácil), K2 (poco difícil), K3 (algo difícil), K4 (difícil), K5 (muy difícil), k6 (extremadamente difícil).

Escala francesa: F (fácil), PD (poco difícil), AD (algo difícil), D (difícil), MD (muy difícil), ED (extremadamente difícil).

Sistema de graduación por colores: Verde (baja), Naranja (media), rojo (alta), negro (muy alta).

Sistema de aseguramiento dinámico: Este es el elemento fundamental, junto con el arnés, y también uno de los que más ha evolucionado en los últimos años. Como ya sabrás, el aseguramiento en las vías ferratas es mediante esa línea de vida (cable metálico) que antes mencionábamos. Pero como cualquier cable metálico, no cuenta con puntos dinámicos ni tampoco de disipación de energía, algo que por ejemplo no ocurre en el caso de la escalada, donde tanto la cuerda como los seguros intermedios o el propio elemento asegurador o Grigri, ayudan a absorber la energía en caso de caída.

Precisamente por ello y para evitar lesiones en caso de caída en una vía ferrata, es importante que dispongamos de un sistema de aseguramiento dinámico, con el que podamos estar siempre asegurados a la línea de vida pero que a la vez absorba energía en el caso de caída. Actualmente hay varios sistemas dinámicos de aseguramiento para vías ferratas en el mercado, pero sea cual sea el que elijas, tendrás que asegurarte de que disponga de un par de cintas en Y, que cuente con un elemento disipador como puede ser un tramo de cinta en bucle cosida entre sí y mosquetones diseñados para ferratas, que aseguren una apertura fácil, pero que también dispongan de cierre de seguridad automático.

Arnés: Este elemento será el encargado de unirnos al disipador o al sistema de aseguramiento dinámico que escojamos. Un arnés que deberá estar homologado para escalada, ser cómodo y adaptarse a la perfección a la morfología de nuestro cuerpo y talla. El arnés podrá ser pélvico o integral, en concreto este último siempre tendrá que ser usado por menores que pesen menos de 40 kg, al igual que si tenemos pensado llevar una mochila con bastante peso, ya que con este tipo de arnés también evitaremos el volteo

Casco: Otro de los elementos imprescindibles en cualquier vía ferrata es el casco. Un elemento de seguridad que nos protegerá en caso de caída de piedras o de material y que además protegerá nuestra cabeza en caso de caída, también cuando nos encontremos con algún saliente de roca o incluso de los peldaños, clavijas, pasamanos o de cualquier otro elemento de la propia vía ferrata. El casco debe estar homologado para alpinismo o escalada (UIAA / CE).

Guantes: Aunque su uso no es indispensable en vías ferratas, sí que es un elemento recomendable para llevar encima ya que protegerán las manos de rozaduras, ampollas, callos y también de heridas. Lo más recomendable es que estos guantes dejen libres los dedos para evitar que estos puedan limitar nuestros movimientos en las maniobras que vayamos a hacer durante la vía. En el caso de que necesitemos hacer rápel o asegurar, los guantes también darán un extra de seguridad y evitarán que podamos quemar la mano si la cuerda corre muy deprisa.

Gafas y frontal: Como sucede siempre en prácticamente todas las actividades de montaña, nos encontraremos especialmente expuestos a los rayos solares. Así que además de una buena crema solar, también es recomendable el uso de gafas. Además de las gafas de sol, el frontal también será un elemento necesario, sobre todo si vamos a recorrer vías ferratas con túneles o por si simplemente se hace de noche en medio de la vía.

Calzado adecuado: Para hacer vías ferratas no necesitaremos pies de gato como en el caso de la escalada, ni tampoco botas como en el senderismo, pero sí que será imprescindible un calzado que sea cómodo, que cuente con suela gruesa y que sobre todo tenga una suela que agarre y no resbale. En el mercado existen varias marcas de calzado con modelos especialmente indicados para la práctica de ferratas.

Cuerda y sistemas de aseguramiento: En algunas vías ferratas es necesario hacer algún rápel o incluso que necesitaremos un aseguramiento extra al de la propia línea de vida. En este tipo de vías ferratas, será imprescindible que llevemos con nosotros una cuerda, que también dispongamos de un sistema adecuado de aseguramiento como podríamos emplear por ejemplo en el caso de la escalada deportiva o clásica, además de algunas cintas exprés, mosquetones, algún cordino, baga o Daisy.

Mochila: Por supuesto también tendremos que llevar con nosotros una mochila adecuada, que se adapte a nuestra espalda, que sea cómoda y que no limite nuestros movimientos. En ella siempre tendremos que llevar agua, comida, un botiquín con todo lo necesario, ropa de abrigo, teléfono móvil, el frontal y unas pilas de repuesto, además de lo que te hemos nombrado anteriormente. Es importante que no sea demasiado pesada, ya que en ocasiones tendremos que enfrentarnos a algunos tramos desplomados en los que una mochila demasiado pesada podría hacernos voltear.

La técnica en este tipo de vías siempre es la misma. En el disipador tendremos dos mosquetones que siempre tendrán que estar enganchados a la línea de vida. Cada pocos metros por esa línea de vida irás encontrando anclajes que impiden que los mosquetones sigan avanzando, así que al llegar a estos puntos tendrás que anclar uno de esos mosquetones en el siguiente tramo de línea de vida y cuando esté cerrado y anclado ese mosquetón, ya podremos hacer lo mismo con el otro. Este es uno de los pasos más importantes ya que de esta forma en caso de caída siempre estaremos agarrados a la línea de vida. De esta forma, pasaremos siempre los mosquetones de uno en uno evitando que queden los dos sueltos y que en algún momento nos quedemos sin asegurar.

Los pasos a través de la ferrata tendrás que ir superándolos con calma y tomándote el tiempo necesario, buscando los agarres disponibles o incluso ayudándose de la propia roca de la pared en ocasiones.

Si es la primera vez que vas a probar una vía ferrata, sin duda sí tendrás que contar con la ayuda de un guía o con algún acompañante experto. Pero una vez hayas entendido el mecanismo de las ferratas y estés seguro de desenvolverte bien en ellas, podrás ir por libre, pero siempre escogiendo la dificultad acorde a tu nivel.