¿Cómo elegir unos bastones para hacer trekking o senderismo?

Un elemento que cada vez cuenta con más adeptos y que muchos ya incluyen como un imprescindible más en las mochilas para sus rutas. Pero precisamente por eso, la oferta en el mercado es cada vez más amplia. Y es que, a la hora de elegir unos bastones para hacer una actividad como es el senderismo, podemos encontrarnos con diferentes materiales, numerosos sistemas de bloqueo, agarres con materiales para todos los gustos y un sin fin de detalles que pueden llegar a hacernos complicado dar con los bastones más adecuados para esta práctica. A continuación te detallamos los diferentes tipos de bastones, los más adecuados para senderismo o trekking y también algunos consejos útiles para sacarles el máximo partido y de la mano de los expertos en deportes de montaña de la tienda ovetense, D-Ruta, quienes nos han desvelado las características, los materiales y modelos más solicitados y recomendados para esta práctica. Toma nota.

Reducción del cansancio y del riesgo de lesiones: Durante las rutas de montaña las piernas y sobre todo las rodillas, son las partes del cuerpo que más sufren. En este caso el buen uso de los bastones durante la ruta, ayudará a que los músculos de las piernas se sientan menos sobrecargados, ya que repartiremos la carga entre el tren superior y el inferior. De esta forma reduciremos el cansancio, el riesgo de lesiones y los dolores musculares.

Más seguridad: Al añadir más puntos de apoyo, tanto en las bajadas como en las subidas, ganaremos en seguridad sobre todo al recorrer tramos más técnicos o complicados.

Otros usos: En terrenos en los que nos encontremos con vegetación abundante, podremos ayudarnos de los bastones para abrirnos paso.

Empuñadura: La zona por la que agarramos los bastones puede ser de diferentes materiales: corcho, goma, espuma o espuma foam. Lo importante es que siempre busquemos una empuñadura que nos asegure un buen agarre y de un material que evite la sudoración. En este caso, los propietarios de la tienda ovetense especializada en montaña, D-Ruta, nos aconsejan las empuñaduras de espuma foam, unas de las más solicitadas por el público montañero: «Este tipo de empuñaduras hechas con foam son las que más se venden para senderismo, tanto por la comodidad que aseguran en el agarre del bastón, como por la buena vejez que tiene este tipo de material«, explican.

Otro punto a favor de este material destacan que es «el refuerzo doble« con el que ya vienen muchos de estos bastones con empuñadura de foam: »Este refuerzo doble lo que hace es incluir el mismo material bajo la empuñadura, de forma que en un momento dado puedas agarrar el bastón por debajo de la empuñadura para afrontar por ejemplo un paso lateral o un tramo en el que no quieras volver a regular la altura del bastón». Aún así, elijas el material que elijas en esta zona del bastón, recalcan que «lo importante en cualquier bastón es buscar una empuñadura ergonómica, que te permita hacer un buen apoyo de la mano y un buen apoyo del bastón».

Dragonera: La dragonera es otro de los elementos de gran importancia en cualquier bastón. ¿La razón? Este pequeño arnés situado junto a la empuñadura, no solo evita que perdamos el bastón, sino que también nos ayudará a agarrarlo con mayor seguridad, hará más fácil el impulso y liberará parte de la fuerza que tengamos que hacer con la mano.

Roseta: La misión de la roseta, es la de frenar el clavado del bastón en el suelo y la de evitar que se cuele dentro de grietas o piedras, pero en cualquiera de los casos, es importante distinguir cuándo debemos usar o no los diferentes diámetros de roseta disponibles: «Las roseras de mayor diámetro normalmente suelen utilizarse en invierno para la nieve, con el fin de que tengan una mayor superficie de apoyo, evitando así que se hundan los bastones en la nieve. En verano en cambio, se utiliza la de diámetro más pequeño, para que sigamos teniendo un apoyo seguro sin que el bastón se quede clavado en el suelo o atascado en grietas, en el caso de que vayamos a caminar por ejemplo por zonas de caliza», explican en D-Ruta.

Punta: La punta es esa parte intercambiable del bastón que está en contacto con el suelo y que suele estar fabricada en tungsteno/carburo. Este tipo de material es especialmente resistente al desgaste, pero igualmente se trata de la parte que más sufre del bastón, por lo que tendremos que revisar su desgaste para saber cuándo sustituirla por una nueva. Algo que tendrá mucho que ver con el uso que le demos y también con el tipo de suelos por los que nos movamos en montaña: «La caliza es lo que más gasta la punta del bastón, en cambio por caminos de tierra o de barro siempre se gastarán mucho menos».

Sistemas de bloqueo: Actualmente se pueden encontrar bastones con numerosos sistemas diferentes de bloqueo (de rosca, de botón, de pinza, abrazaderas, de gatillo...). La función de todos ellos, es la de ajustar la longitud del bastón y bloquear los diferentes segmentos de este, pero no todos cuentan con los mismos pros y contras: «En el caso de los clásicos bastones de rosca, siempre es necesario un mantenimiento y limpiar las diferentes secciones del tubo y la rosca y normalmente este es un mantenimiento que la gente no suele hacer, así que tienden a fallar antes que otros sistemas de bloqueo, hasta el punto de llegar a hundirse al hacer un apoyo».

Esta es una de las razones por las que los sistemas de bloqueo con abrazaderas se han convertido en una de las opciones favoritas: «Los bastones con cierres de abrazaderas son los que hasta el momento dan mejor resultado y los que más piden, ya que son un tipo de cierre que regula la altura con una especie de palanca y que no tiene ningún tipo de mantenimiento».

Por lo general los bastones suelen estar fabricados en dos tipos de materiales: aluminio y fibra de carbono. Y aunque el carbono es algo más ligero que el aluminio, también es menos flexible por lo que puede llegar a partir más fácilmente: «Los bastones de carbono normalmente se utilizan en el trail running porque son más ligeros y porque pliegan más fácilmente y en el trail se utilizan sobre todo para subir más que para bajar y al final es bajando donde más puede sufrir el bastón».

Así que lo más recomendable para hacer senderismo nos aseguran que es decantarse siempre por «un bastón de aluminio porque es un material más resistente que el carbono y que, aunque tiene tendencia a doblar no rompe». Por otro lado, también es recomendable que sea un bastón de tres tramos «porque de esta forma la fuerza se distribuirá mucho mejor por esos tres tramos del bastón y además al recogerlos quedarán mucho más compactos a la hora de llevarlos en la mochila».

Una vez hayamos encontrado los bastones más adecuados para salir a la montaña y para ayudarnos en nuestras rutas, es el momento de aprender a usarlos de forma correcta. Para empezar tendremos que ajustarlos a la medida de cada usuario y siguiendo la regla de los 90 grados: «Para caminar en terreno llano o poco pronunciado, al agarrarlos y flexionar los brazos tiene que haber un ángulo recto de 90 grados con nuestro cuerpo». Si los ponemos más bajos de lo recomendado o nos pasamos con la altura, lo que conseguiremos es perder estabilidad o que incluso tengamos que hacer aún más esfuerzo con los brazos y los hombros.

¿Pero y qué pasa cuando la inclinación del terreno es más elevada? ¿Y en las bajadas? «Lo que se recomienda, es que en subidas se lleven un poco más cortos para no tener que tirar tanto del brazo hacia arriba. Para bajar simplemente tendremos que ponerlos un poco más largos, para que el apoyo del bastón nos ayude a apoyarnos antes de dar el paso».