Qué llevar en la mochila para afrontar una travesía de senderismo de varios días

No hay que olvidar que este tipo de grandes rutas, son travesías en las que normalmente tendrás la opción de pernoctar y comer o cenar en algún refugio o albergue, aunque también tendrás la alternativa de vivaquear en el exterior y de llevar contigo todo lo necesario para cada día. Sea cual sea la opción que elijas y en cualquiera de los casos, necesitarás más de una jornada para realizarlo y también tendrás que decidir sobre qué llevar en tu mochila para toda la travesía. Esta es una tarea que de primeras puede parecer complicada, sobre todo porque si te excedes con el peso tendrás que cargar con él sobre la espalda desde el primer hasta el último día y porque tampoco puedes olvidar o echar de menos ningún elemento importante por el simple hecho de llevar menos peso en la mochila.

Precisamente por todo ello, en 'De Montaña por Asturias' hemos querido hacértelo algo más fácil recopilando una lista de materiales que no podrán faltar en tu gran ruta.Toma nota.

Mochila de trekking: La capacidad recomendada de mochila para hacer una ruta de varios días va desde los 35 a los 60 litros, en función de los días que vaya a durar la ruta y por supuesto del material que necesitarás para ella. Un material que aumentará sobre todo si necesitas llevar tienda de campaña o esterilla para dormir al aire libre o si necesitas llevar comida para varios días, en cuyo caso te recomendamos que te decantes por una mochila de entre 45 y 60 litros. También influirá el clima y si necesitas llevar más ropa de abrigo o impermeable. Pero sobre todo, tendrás que asegurarte de que se trate de una mochila que sea cómoda y que pueda adaptarse perfectamente a tu espalda, no olvides que durante esos días la mochila será una parte más de ti durante todas las etapas.

Agua: En cualquier ruta el agua es siempre el gran imprescindible y aún más cuando se trata de rutas de varias jornadas. No tenemos que olvidar que la deshidratación en la montaña es lamentablemente algo muy común y también peligroso, sobre todo si no tenemos la suerte de encontrar por el camino fuentes potables, ríos o lagos. El agua además de mantenernos hidratados y de ayudarnos a evitar un golpe de calor, también nos será de gran ayuda para aclimatarse a la altura si la ruta implica un gran desnivel, así que no escatimes en peso cuando se trate de llevar agua y decántate por botellas o cantimploras que conserven la temperatura del agua para que se mantenga fresca.

Protección solar: Aunque asociemos la crema solar, las gafas de sol y la gorra solo al verano, estos dos elementos nunca deberían faltar en cualquier mochila de senderismo o en una salida a la montaña, sobre todo si queremos evitar en un futuro problemas en la piel o en la visión. Asegúrate de elegir unas gafas de sol con protección 100% UVA, una crema de sol con una protección alta y por supuesto no te olvides de proteger la cabeza con una gorra. Esto último lo agradecerás sobre todo cuando lleves varias horas sin parar de caminar y sin una buena sombra.

Un buen calzado de montaña: ¿Zapatillas de trekking o botas de montaña? Este es el gran dilema cuando se trata de elegir un calzado adecuado para afrontar cualquier ruta de senderismo y aún más importante cuando ese calzado tendrá que acompañarnos durante más de 50 km y durante varios días. Aunque una opción que nunca falla es decantarse por unas buenas botas de montaña que protejan la zona de los tobillos para evitar torceduras y cuya suela nos garantice un buen agarre en terrenos complicados, las zapatillas de trekking también han ido ganando adeptos en este tipo de rutas por tratarse de una opción más ligera y cómoda.

Sea cual sea la opción que elijas, asegúrate de que sea un calzado que proteja tus pies, que tenga buen agarre en la suela, que sea resistente y con el que sobre todo te sientas cómodo caminando largas distancias. Otra buena opción es decantarse por algún modelo con membrana de Gore Tex que sea transpirable y que evite que entre el agua en caso de lluvia o de pasar por terrenos embarrados o pantanosos, algo que asegurará que tus pies se mantengan secos toda la travesía. Es importante que elijas la opción que elijas, te asegures de prevenirte de las típicas ampollas, rozaduras y demás problemas que pueden aparecer durante una gran ruta. Una buena manera de asegurarte puede ser ponerte las botas o las zapatillas de trekking varios días o semanas antes para comprobar que es el calzado que querrás llevarte a la ruta.

Las tres capas: ¿Quién no ha escuchado nunca hablar de las 3 capas a la hora de elegir la ropa adecuada para salir a la montaña o para hacer cualquier ruta de senderismo? Esta es la manera más prudente de vestirnos e implicaría llevar una primera capa como puede ser una camiseta térmica de manga corta o larga que nos permita entrar en calor pero sin retener la humedad y manteniéndonos secos, una segunda capa que podría ser un forro polar para retener el calor y una tercera capa como un cortavientos o alguna chaqueta impermeable. Por supuesto en terrenos de alta montaña o en lugares en los que sepamos que las temperaturas pueden llegar a bajar bruscamente incluso en verano, no estará de más incluir también plumífero ligero y unas camisetas transpirables ligeras.

Guantes y gorro también en verano: A pesar de encontrarnos en pleno verano, los termómetros siempre pueden bajar y más en las últimas y primeras horas del día o sobre todo en el norte. Una razón más que suficiente para incluir siempre en tu mochila unos guantes térmicos y un gorro. Dos complementos imprescindibles y que seguro echarás en algún momento en falta si te los dejas en casa. Además su peso y el espacio que ocupan es mínimo por lo que no hay motivo alguno para que no los incluyas en tu mochila.

Calzado de descanso y calcetines secos: Para las salidas de trekking de varios días tampoco podrás olvidarte de llevar un calzado de descanso para ponerte al finalizar cada etapa o incluso para cuando llegues a los refugios o albergues, si escoges esa opción. Tampoco te olvides de incluir calcetines secos de más para evitar que los pies te queden fríos después de terminar cada jornada y sobre todo para tener de repuesto si la lluvia o la humedad te juega alguna mala pasada. Te aconsejamos que elijas unos calcetines que queden ceñidos al pie, de fibra sintética y sin costuras y también unos más gordos para retener el calor y utilizar al acabar la jornada.

Aunque actualmente la mayor parte de las rutas se encuentran perfectamente señalizadas, siempre hay que tener claro que esto no asegurará que no podamos perdernos y que podamos equivocarnos en algún momento por el camino. Precisamente por ello, es importante que contemos con algunos elementos imprescindibles para afrontar esta situación.

Mapa y brújula: Un mapa y una brújula siempre son dos elementos recomendables para llevar con nosotros, pero siempre y cuando sepamos usarlos.

GPS: Este elemento se ha convertido en los últimos años en el gran favorito para los aficionados a la montaña y a las rutas de senderismo. Y es que, no solo nos mantiene informados de nuestra posición y de la altitud, sino también del recorrido, los puntos de interés y de muchos otros detalles que facilitarán la ruta. Asegúrate de llevar pilas de repuesto o una batería externa y no dejes en casa el mapa, no olvides que el GPS también puede llegar a estropearse.

Si durante tu gran ruta no entra dentro de tus planes dormir en refugio o en albergue, entonces necesitarás llevar contigo los siguientes elementos:

Tienda de campaña o tarp: Dimensiones, peso, características, resistencia a las inclemencias del tiempo… Todo esto es lo que tendrás que tener en cuenta a la hora de elegir una tienda de campaña para una gran ruta. En función del uso que vayas a darle, del presupuesto y de la climatología que puedas tener a lo largo de la ruta podrás decantarse por uno u otro modelo. La mejor opción son las tiendas de doble techo y ligeras, en este tipo de tiendas no tendrás problemas de humedad por la condensación y también estarás a salvo de la lluvia y el frío. En el caso de que tengas pensado dormir al aire libre sin tienda de campaña y vivaqueando, la mejor opción es que lleves en la mochila un toldo o tarp, una alternativa más ligera que hará de techo protegiéndote de la humedad, pero que al contrario que la tienda de campaña, no te mantendrá aislado del suelo.

Esterilla o colchoneta: Tanto si te decides por una esterilla clásica acolchada, como por una colchoneta inflable, será importante que te aísle del suelo, que no sea demasiado pesada y que sobre todo sea cómoda y resistente para dormir al aire libre.

Saco de dormir y Funda de vivac: Los sacos van graduados en función de la temperatura que soportan, algo que también dependerá de si eres una persona friolera o no y de la climatología que esperes durante la ruta. También tendrás que elegir entre un saco de fibra o de pluma, siendo este último el más caluroso, el más ligero y también el más caro. Para hacer rutas en verano y con buen tiempo un saco ligero de unos 10 º o 15º es suficiente, mientras que para alta montaña en verano o si esperamos temperaturas más bajas, es recomendable algún saco que resista temperaturas aún más bajas.

Otro imprescindible para dormir al aire libre es una buena funda de vivac que sea impermeable y transpirable. Esta te mantendrá aislado de la humedad y de la condensación. En el mercado actualmente existen fundas de vivac de todas las categorías según el tejido y la eficacia que oscilan entre los 75 a los 200 euros.

Los bastones son unos grandes aliados para reducir el impacto en las piernas y rodillas durante una actividad de senderismo, esta es una de las razones por las que han pasado a convertirse en un elemento imprescindible para cualquier salida de senderismo. Un imprescindible para el que también tendrás que elegir la opción que mejor se adapte a ti y a tu bolsillo. Elige unos bastones ligeros y que también sean resistentes, pero que sobre todo cuenten con un sistema de bloqueo cómodo, ya sea a través de botones, de rosca, de pinza o con abrazaderas, siendo estos últimos los grandes favoritos por la rapidez de ajuste. También es importante que cuenten con una empuñadura que asegure un buen agarre y un material que evite la sudoración, como el corcho o la espuma foam.

- Botiquín con manta térmica, tiritas, vendas, agua oxigenada y alguna otra solución para el tratamiento de heridas, suero fisiológico, paquete de sutura, guantes desechables, gasas, algodón, cinta quirúrgica, tijeras, pastillas potabilizadoras, antiinflamatorios y analgésicos, sales de rehidratación, pinzas, silbato, pomada para golpes y algún parche para curar ampollas

- Licencia federativa o seguro de accidentes y DNI

- Material de aseo

- Funda impermeable para aislar la mochila de la lluvia y la humedad

- Bolsa interior impermeable para aislar la ropa o bolsas de plástico

- Bolsas de plástico para guardar los desperdicios y la basura que generes durante el trekking

- Frontal y pilas de repuesto

- Navaja

- Móvil y batería portátil

A partir de estos imprescindibles, el resto del material dependerá de cada persona, del tipo de ruta que vayamos a afrontar, de las condiciones meteorológicas y de si por ejemplo vamos a llevar nosotros la comida o no. En cuyo caso tendremos que incluir en la mochila toda la comida necesaria para cada día, además de camping gas, mechero o encendedor...