Ruta al Pico Torre desde Pesquerín

Tampoco faltan las leyendas en la zona y alguna que otra historia sobre la Guerra Civil que los lugareños nos han trasladado y que consiguen hacer esta caminata aún más interesante.

Para iniciar esta ruta tendremos que desplazarnos hasta el bonito y pequeño pueblo de Pesquerín situado en el Concejo de Piloña y concretamente en la parroquia de Villamayor. Para acceder a este pequeño pueblo primero tendremos que dirigirnos en coche hasta Villamayor y una vez nos encontremos en él, coger la carretera N-634 que nos llevará hasta Pesquerín, situado a poco más de 5 km. En Pesquerín no encontraremos un aparcamiento como tal, así que tendremos que intentar dejar el coche aparcado a la entrada del pueblo y en algún lugar en el que no moleste. Después ya podremos dar comienzo a nuestra ruta de hoy hasta el Pico Torre.

Para comenzar la caminata de hoy tendremos que coger primero una pista hormigonada que encontraremos en ascenso y situada a la entrada del pueblo y a nuestra derecha. Esta al comienzo se bifurca en dos caminos, de los cuales tendremos que coger el de la izquierda que nos llevará en ascenso hasta la parte alta de Pesquirín.

Mientras damos nuestros primeros pasos hasta nuestro objetivo de hoy, podremos contemplar las primeras vistas que nos regalará esta ruta, con la Sierra del Sueve a nuestras espaldas y al Este con la Peña Priede (615 m).

Seguiremos por esta pista hormigonada en todo momento y sin salirnos de ella. Esta pista nos llevará durante los primeros kilómetros por una pendiente bastante pronunciada, aunque nos dará un pequeño respiro al llegar a la Fuente de la Bobia, donde podremos darnos ese primer descanso antes de continuar con la subida.

Dejando atrás esta primera fuente, no tardaremos en encontrarnos con otro tramo en ascenso pero con alguna que otra zona más cómoda de andar y con un poco menos de pendiente, que nos hará la caminata algo más liviana.

Por este tramo de la ruta y si el día está despejado, comenzaremos a disfrutar también de las panorámicas que nos regalará la subida con el Pueblo de Pesquerín a lo lejos y con Sierra del Sueve.

Seguiremos con la subida hasta llegar a la Majada de La Bobia.

Después de dejar atrás la Majada de la Bobia seguiremos nuestro camino por la pista, en todo momento evidente, por la que no tardaremos en llegar a un collado que nos situará entre los Picos Los Foyos y Los Forcos.

A partir de aquí la subida vuelve a darnos un pequeño respiro, con otra bonita panorámica de las cumbres y montañas cercanas, a la que ahora también se nos unirán los imponentes Picos de Europa al fondo, marcados en esta época del año por un bonito manto de nieve fruto de esas primeras nevadas que nos ha dejado diciembre.

Ante nosotros no tardaremos en reconocer también el Pico Torre, nuestro objetivo de hoy. Desde este punto de la ruta solo nos quedará continuar por la pista, la cual bordea durante unos 2 km el Pico Torre por su parte izquierda.

Por ella y a los pocos metros acabaremos llegando a las cabañas del Corralín, pero antes de llegar pasaremos junto a la segunda y última fuente de nuestro recorrido de hoy.

Una vez hayamos dejado la fuente a nuestras espaldas, continuaremos por la pista hasta llegar a las cabañas de El Corralín. Desde este punto tan solo nos quedarán unos 600 m más y unos 100 m de desnivel para conseguir alcanzar la cumbre del Pico Torre.

Cabe destacar que toda esta zona fue uno de los últimos lugares que los maquis (guerrilleros de resistencia durante la Guerra Civil) utilizaron como escondite. Aquí se sitúo uno de los últimos grupos combativos más activos y entre los que los lugareños cuentan que se encontraba Bernabé, un llanisco que acabó convirtiéndose en todo un mito dentro de la comarca oriental después de unirse a los maquis y que el director Pablo Casanueva llegó a convertir en película en 2013.

Pero demás de historias de la Guerra Civil, este lugar también cuenta con sus propias leyendas, como la que los vecinos del pueblo de Pesquerín cuentan sobre el Picu Niaño, que puede verse desde estas cabañas. Cuenta la leyenda que un pastor se encontró por estos lugares al diablo, el cual amenazó con llevárselo al infierno si no conseguía llevar una enorme piedra a la espalda hasta el Picu Niaño y llegar antes del amanecer. Dicen que esa piedra puede verse unos metros antes de llegar a la cumbre con la marcas de las costillas del pastor, por lo que según la leyenda, este no habría conseguido llegar finalmente a su objetivo.

Dejando todas estas historias y leyendas a un lado y después de darnos un pequeño respiro en las cercanías de las cabañas de El Corralín, llega el momento de ponernos rumbo a la cumbre a la cual llegaremos cogiendo un sendero a mano derecha y en ascenso que sale desde estas cabañas.

Este nos conducirá por encima de unas zonas de pastos, tras las que poco después cogeremos una serie de caminos que encontraremos marcados por las pisadas del ganado y que nos acabarán guiando hasta unos cerros que hay antes de llegar a la cumbre.

Una subida con vistas a nuestra derecha de Los Picos de Europa, El Picu Pierzu y La Mota Cea y Cetín. A nuestra izquierda La Sierra de Las Aves junto con el Pico Vízcares y al frente el misterioso Picu Niañu. Desde esta parte de la ruta también podremos echar la vista atrás para ver la subida desde El Corralín hasta estos cerros.

Subiendo un poco más, comenzaremos a acercarnos a la cumbre, donde no tardaremos en reconocer a pocos metros su vértice geodésico y próximo a él la cruz de la cumbre del Picu Torre.

Una cruz colocada por el Grupo de Motaña San Ignacio en la Navidad de 1999 y en la que se indica la altura de 828 m de este pico y junto a la que podremos ver un pequeño Belén de cumbres.

Desde la cumbre solo nos queda disfrutar de una de las mejores panorámicas de esta ruta desde lo alto y tras la que después solo tendremos que seguir un sendero que sale justo de frente de la cumbre y que nos acabará dejando nuevamente en la pista de subida.

Por ella solo queda volver sobre nuestros pasos hasta regresar al pueblo de Pesquerín.