Ruta desde el Alto de la Collaona hasta el Picu Fermosu

Para llegar al inicio de nuestra ruta de hoy tendremos que dirigirnos en coche hasta Cabañaquinta, aproximadamente a la mitad del pueblo encontraremos un desvío en dirección a Laviana que nos conducirá por el puerto de La Collaona por la AS-252.

Continuaremos varios kilómetros por esta carretera hasta llegar a la parte más alta del Puerto de La Collaona, donde encontraremos justo al lado izquierdo de la carretera una explanada hormigonada cercana a un antiguo bar, que actualmente encontraremos abandonado.

Una vez aparcado el coche en esta explanada, cruzaremos la carretera para aproximarnos al punto de inicio de nuestra ruta de hoy.

Este lo encontraremos en una zona de pastos evidente, la cual veremos al cruzar la carretera y a la que podremos adentrarnos cruzando una verja metálica. Este tipo de vallados son imprescindibles para que el ganado continúe pastando en su pradería y no salga a la carretera, así que nunca está de menos recordar que después de pasar este tipo de vallados nunca deberíamos olvidarnos de volver a cerrar la verja.

Una vez dentro de esta pequeña pradería, podremos ver una torre de alta tensión, justo detrás de esta reconoceremos un camino evidente que bordea toda esta área allerana y por el cual podremos dar comienzo a nuestra ruta hasta el Picu Fermosu.

Continuaremos siguiendo este camino en todo momento evidente bordeando el alto del Rosellón (945 m), siempre con las vistas a lo lejos de la cumbre del Fermosu a la que hoy nos dirigimos y a las bonitas y amplias vistas que nos brindará el paisaje allerano.

Si nos detenemos a admirarlo unos segundos, podremos distinguir también el pueblo de Cabañaquinta, el Macizo de Ubiña, Cotobello o el Puerto de San Isidro, entre otros.

Continuaremos con nuestro camino aproximadamente durante un kilómetro hasta llegar a una especie de collado que nos brindará otra de las mejores vistas de la ruta de hoy, sobre todo si el día está despejado y sin niebla.

Para llegar a este collado tendremos que pasarnos sin salirnos del camino hacia la parte de Laviana. Para ello, el camino nos obligará a bordear por la parte izquierda una zona de piedras, tras la que acabaremos encontrando al fondo este bonito collado y sus imponentes vistas.

Después de este punto, el estrecho camino pasa a convertirse en un camino más ancho, pero igualmente evidente y con la imponente Peña Mea observándonos desde lo alto, a la cual también se puede acceder por esta ruta que hoy te proponemos.

Aunque en este caso, nos decidimos a visitar la modesta cumbre del Fermosu, que se encuentra frente a Peña Mea y que gracias a su privilegiada ubicación nos regalará una vista inmejorable de su famosa vecina.

Siguiendo nuestros pasos por este camino, no tardaremos en ver la Vega de Llar a la que accederemos bajando desde el collado por un camino de tierra muy evidente que nos situará a la parte derecha de esta Vega. Una vez lleguemos a este punto, la ruta volverá a adentrarnos la vertiente allerana.

Seguiremos ese camino evidente, tras el que no tardaremos en encontrar una cabaña situada en la parte derecha del camino.

Continuando la caminata sin desviarnos y una vez hayamos pasado esta cabaña, el camino comienza a volverse más estrecho y nos obliga a adentrarnos en un terreno algo más incómodo por la abundante vegetación y los tramos de felechales.

Siguiendo nuestros pasos a través de él volveremos a ver a los pocos metros como el camino vuelve a ensancharse ligeramente justo a la altura en la que encontraremos un abrevadero para el ganado.

Una vez lo hayamos pasado y como a unos diez metros nos desviaremos del camino por otro bastante más estrecho pero evidente, que nos conducirá de nuevo entre tramos de felechales.

Este nos conducirá por un ascenso algo incómodo por encima del Collado del Palmayín que se sitúa a la falda de nuestra cumbre.

Una vez en este punto de la ruta, tendremos que seguir ganando un poco más de altura siguiendo el camino estrecho e intentando abrirnos paso entre la vegetación, siguiendo en algunos casos nuestra propia intuición para llegar a unas paredes de caliza evidentes que encontraremos situadas en la parte alta. El camino en esta parte de la ruta se encuentra algo abandonado y debido a la vegetación no es tan evidente como en las partes anteriores. En esa zona de rocas, se encuentra el paso que nos dirigirá a la cumbre.

Una vez alcanzada esta zona, nos desviaremos hacia la derecha, desde donde ya podremos ver nuestro objetivo con el Picu Fermosu a lo lejos.

Ahora solo nos quedará atravesar el collado que nos conduce hasta la cumbre y ascender a ella con cuidado combinando tramos de camino con alguna que otra trepada en la que tendremos que ayudarnos también de nuestras manos para acercarnos finalmente a la cumbre del Pico Fermosu, donde no tardaremos en reconocer en esta época del año un pequeño belén de cumbres.

Pero sin duda lo que más llamará nuestra atención es que esta cumbre rápidamente se convierte en un mirador privilegiado, con las vistas del Puerto de San Isidro, el de Piedrafita, al Macizo de Ubiña, el Picu de Tres Concejos, el Picu Torres, El Toneo, el Esturbín, Collanzo, Peña Mea, Laviana y de todo el valle de Aller.

Una panorámica perfecta para disfrutar de las vistas durante unos minutos y para coger fuerzas antes de comenzar nuestra vuelta, la cual tendremos que hacer siguiendo nuestros pasos hasta el punto de inicio.