Ruta hasta la cascada de la Mexona

La ruta para acceder hasta esa parte final del recorrido y para descubrir el bonito entorno que nos regalará su cascada, comienza desde al final del pueblo de Argüero, así que tendremos que dejar el coche en el mismo pueblo. No hay un aparcamiento como tal para dejarlo aparcado mientras hacemos la ruta, pero podremos dejarlo en alguna zona que encontremos dentro del pueblo, aunque lo mejor es preguntar a los vecinos antes para asegurarnos de dejarlo en una zona que no moleste.

El inicio de la ruta se encuentra señalizado y marcado al final de Argüero, este nos llevará por un camino ancho entre fincas sin dificultad y muy evidente, que finalizaremos en un bosque de eucaliptos y que atraviesa el regato de la cascada.

Tendremos que cruzar ese regato a través de un pequeño puente de madera, desde donde seguiremos las indicaciones hacia 'La Mexona' y donde pasaremos a encontrarnos con un camino bastante más estrecho y boscoso, pero igual de evidente que el anterior.

Una vez hayamos cruzado el puente, continuaremos por el camino que seguirá al margen del río y el cual nos guiará hacia la propia cascada.

Aunque de primeras lo único que podremos es intuirla por el ruido de su caída y por las vistas que tendremos según nos vayamos acercando al acantilado, lo cierto es que podremos disfrutar igual del bello entorno que rodea a esta parte más alta de la cascada y es que esta nos regalará una bonita estampa con el mar de fondo que contrastará a la perfección con el paisaje rocoso propio del acantilado y la vegetación que lo rodea.

Una vez llegados a este punto nos encontraremos con un último tramo opcional, pero sin duda el que nos regalará el mejor paisaje de este paseo. Este nos conducirá por un camino en descenso algo menos marcado, pero sí evidente, por el que podremos acceder a los pies de esta cascada.

Si decidimos bajar por él, lo mejor es que nos ayudemos de la cuerda que encontraremos, la cual nos facilitará algo más el descenso sobre todo cuando esta zona se encuentre más húmeda y resbaladiza a causa de las lluvias.

Pero antes de llegar a ver el salto principal que cae al mar, por este camino también nos encontraremos con pequeñas y bonitas cascadas.

Hay que tener en cuenta que este tramo es algo más peligroso, sobre todo si se va con niños, pero sin duda las vistas que tendremos al final y una vez lleguemos a ese pie de la cascada principal merecerán mucho la pena.