El Real Oviedo reina en el caos

Un grave error de Braat en el primer tiempo permitió a los locales ponerse por delante en el marcador. Luego encajó el segundo, pese a tener buenas intervenciones. En el descanso Javier Calleja realizó tres cambios que cambiaron el encuentro por completo. Chaira recortó diferencias y Braat detuvo un penalti que pudo suponer el 3-1 de los locales. Luego, con el equipo volcado sobre la portería local, llegó un gol de Alemao de cabeza y en el añadido llegó el definitivo 2-3 que marcó Chaira.

Los azules se colocan en la tercera plaza de la clasificación, empatados con el Almería, que es segundo con un encuentro menos. El próximo sábado el Real Oviedo cierra su mejor primera vuelta desde el regreso a Segunda recibiendo al Córdoba.

La alineación ayer en La Romareda puede considerarse como una auténtica revolución, con hasta siete novedades en el once. La más sorprendente fue la presencia de Braat en la portería, en sustitución de Aarón Escabdell. En la defensa entraron Lucas y Rahim en los laterales, mientras que Oier Luengo pasó al centro de la defensa. Portillo, Del Moral y Sebas Moyano también entraron en el once inicial, mientras que en la delantera formaron Alemao y Paraschiv, una pareja inédita, ya que el rumano disfrutaba de su primera titularidad.

Los azules, con un once inédito, daban la sensación de necesitar que fueran pasando los minutos para acomodarse a un partido ante un rival que lo intentaba más por necesidad que por convicción y juego. El partido daba la sensación de inestabilidad por parte de los dos equipos que no las tenían todas consigo. Los locales eran presa de su mala racha, mientras que los visitantes estaban tratando de acomodarse a la vuelta al 4-4-2 y las numerosas novedades en el once.

Ninguno de los contendientes tenía la iniciativa y todo parecía que podría decantarse del lado que menos errores se cometieran. En el juego insulso del centro del campo apareció un disparo lejano de Liso que Braat no fue capaz de atrapar y se le coló entre las piernas. El meta francés había dado síntomas de seguridad antes de este error garrafal. Se rehizo y fue clave con varias intervenciones decisivas para evitar que el resultado fuera peor.

El equipo ovetense daba más sensación de inconsistencia que de inferioridad ante un rival que tampoco tenía el control del partido. En el intercambio de golpes volvió a salir beneficiado el equipo local, que en una de las pocas jugadas claras de las que dispuso acabó haciendo el segundo gol de la tarde. Fue una acción de Tasende que dejó para que Adu Ares rematara al fondo de la red de la portería ovetense.

Los azules estaban por detrás en el marcador sin merecerlo, al menos por una diferencia de dos goles. Un par de ocasiones antes del descanso fueron desaprovechadas por el Oviedo para tratar de recortar diferencias y meterse en el partido.

En el descanso el técnico oviedista optó por darle una vuelta al equipo y realizó tres cambios. Entraron David Costas, Álex Cardero y Chaira, por Lucas, Del Moral y Paraschiv. Los cambios dieron sus frutos y los carbayones lograron empezar a tener el control del juego. El exoviedista Femenías empezaba a ver como su portería era asediada y las ocasiones cada vez eran más claras.

Ilyas Chaira salió dispuesto a echarse el equipo a la espalda y así fue como logró recortar diferencias en el marcador con un gran disparo desde la frontal.

Sin embargo, solo tres minutos después llegó una acción que pudo cambiar el encuentro. Braat cometió penalti, pero rectificó el error deteniendo el lanzamiento de Keidi Bare.

Los ovetenses ya estaban mejor que el Zaragoza y empataron el encuentro con un remate de cabeza de Alemao a un buen centro de Álex Cardero. Daba la sensación que un partido que había estado perdido podía caer del lado de los ovetenses.

La primera ocasión para ello fue de Paulino. Más tarde tuvo una muy clara Chaira tras una asistencia de Hassan, que aprovechaba su velocidad por banda. Sin embargo, hasta pasado un minuto del tiempo reglamentario no llegó el tanto definitivo, en una acción personal desde la frontal con un disparo ajustado al poste ante el que nada pudo hacer el portero.

Era el epilogo del un encuentro en el que hubo de todo para los ovetenses, con Braat como uno de los protagonistas para lo bueno y para lo malo.