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Los jugadores del Avilés agradecen el apoyo de su afición tras el partido. Damián Arienza

Real Avilés 0 - 2 Recreativo Granada

El Avilés se queda sin premio

Dos goles del Granada en la primera parte frustran el ascenso a Primera Federación de los blanquiazules

Santy Menor

Avilés

Domingo, 11 de junio 2023

Todo parecía enfocado a que el Real Avilés Industrial ascendiese a Primera Federación. Récord histórico de asistencia al Román Suárez Puerta desde su reinauguración con 6.700 espectadores, recibimiento al autobús a la altura de un equipo de superior categoría, la ciudad volcada, el ascenso no sólo a un triunfo, sino a un empate, pero el fútbol, como la vida, no entiende de justicia, tampoco de merecimientos, y ayer el que acertó en las áreas fue el Recreativo Granada (0-2), que el próximo curso jugará en la categoría de bronce del fútbol español.

No empezó mal el Avilés. Los jugadores salieron 'enchufados', pero no parecían pasados de vueltas, ni mucho menos. El planteamiento era muy similar al de las semifinales frente al Gernika. Salida de balón desde atrás, posesión del balón y dejar que el Recreativo Granada se descubriese, que era el equipo que necesitaba marcar para ascender.

Sin sorpresas en las alineaciones, los primeros minutos transcurrieron con relativa tranquilidad, alguna amarilla y disparos lejanos del filial nazarí que no inquietaron en absoluto a Álvaro Fernández. El partido pudo cambiar por completo superado el cuarto de hora. Javi Fontán sacó un balón parado, peinó Natalio y Alorda, en boca de gol, remató, también de cabeza, al cuerpo de Adri López, que despejó a córner.

Parecía más cómodo en el partido el Avilés, arropado por un Suárez Puerta irreconocible, a rebosar y con cánticos y apoyo constante al equipo. Sin embargo, el Recreativo Granada tenía claro a lo que jugar y en dos fogonazos puso la final patas arriba. Pérdida en salida de balón, pelota filtrada a Samu, Morcillo fue con todo abajo y se llevó por delante al melillense, cometiendo penalti. Según las imágenes, la falta pudo ser fuera, pero entonces habría significado la segunda amarilla del valenciano. Sin VAR, lo comido por lo servido.

El encargado de lanzar la pena máxima fue Martín Solar, a quien no le pudo la presión de toda una grada supletoria de La Exposición chillando y golpeando las vallas. Con total parsimonia, engañó a Álvaro y puso el balón a media altura en el fondo de las mallas. El tanto hizo daño al Avilés, que estuvo algo 'grogui' los últimos diez minutos de la primera parte y, en el añadido, encajó el 0-2.

De nuevo balón largo para Samu, Álvaro salió, evitó el disparo pero no pudo embolsar, el rechace se quedó en el área y Samu, a pesar de la presión de Iván Serrano, que llegaba a cerrar, soltó un zambomazo que podía haberse ido por encima del travesaño. Pero fue a la escuadra. No parecía el día.

Las celebraciones de Samu y sus compañeros, así como algunos gestos, hacia la grada de animación del Real Avilés, dieron lugar a lanzamientos de vasos e insultos racistas, de tal manera de que al descanso se advirtió desde megafonía que, de repetirse ese comportamiento, el partido podía ser suspendido.

Quedaba mucho y el Real Avilés, por 6.700 razones, debía seguir creyendo e intentándolo. El paso por vestuarios dio pie a un cambio de sistema por parte de Emilio Cañedo, que dejó a Javi Fontán en el banquillo y pasó a jugar con tres centrales, situando a Rodri Suárez junto a Morcillo y Mayorga.

En la segunda mitad, sin alcanzar el mejor juego de la temporada, el Avilés provocó saques de esquina, faltas peligrosas y alguna ocasión clara de gol. Hubo tres seguidas a la hora de partido, una de Isi Ros y dos a la salida de un córner, la primera evitada por Adri López y la segunda, un remate de cabeza de Morcillo que se iba fuera por poco pero despejó con el pie.

Marcar una de ellas habría metido de lleno al conjunto blanquiazul en el partido de cara a soñar con el empate, la prórroga y, por ende, el ascenso, pero cuando la pelota no quiere entrar es muy difícil. El Avilés no había remontado un resultado en toda la temporada y ayer tampoco fue capaz de conseguirlo. El Recreativo Granada, a pesar de ser un filial y bastante joven, supo jugar sus bazas. Cada golpe o caída al suelo era una pérdida de tiempo de cinco minutos y todo ello acabó por sacar el partido a los jugadores blanquiazules, que en los últimos minutos lo intentaron más con el corazón que con la cabeza.

Se vaciaron, pero les costó llegar con claridad a la portería de un Adri López que se mostró muy seguro en los balones aéreos. Además, ya con las líneas del Real Avilés muy avanzadas y César García, Espina, Isi Ros, Natalio y Primo en el campo, el filial nazarí tuvo también un par de ocasiones en las botas de Cova para haber ampliado el marcador, pero respondió bien Álvaro y el 0-2 resultó finalmente inamovible.

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