Secciones
Servicios
Destacamos
A. VILLACORTA
Sábado, 12 de octubre 2019, 04:03
Quien traspasa los muros de La Vega está perdido, porque se dispone a caer presa de sus encantos. «Una pasada», «Increíble», «Muy guay», fueron solo algunas de las expresiones que utilizaron ayer varios de los cientos visitantes que acudieron a esta factoría cultural a pleno rendimiento durante el arranque de la Semana de los Premios Princesa de Asturias. Una maquinaria artística perfectamente engrasada en el corazón de Oviedo recién salida de su letargo para acoger una ambiciosa programación que, tras la inauguración del jueves, ayer volvió a la carga con un nuevo pase de 'Tríptiko', esa fantasía de imagen y sonido con la obra de El Bosco como 'leitmotiv' que corre a cargo del artista italiano Rino Stefano Tagliafierro y su compañía, Karmachina, junto al grupo musical Fernweh, y que el público despidió con una calurosa ovación (hoy vuelve a las 21.30).
Y, tras rendir tributo al Prado, flamante Premio de Comunicación y Humanidades, los afortunados que accedieron La Vega previa inscripción en su segunda jornada de actividad pudieron aproximarse a la figura del galardonado en la categoría de Artes: el monstruo de la escena que es mister Peter Brook.
A él estuvo dedicada la proyección de 'El señor de las moscas', que, al igual que 'Tríptiko', colgó el cartel de «aforo completo». Un lleno total que se repitió pasadas las once de la noche para asistir a 'Ruido verde', un concierto de melodías improvisadas que el músico americano John Falcone dirigió en el Almacén, donde los instrumentos orgánicos dialogaron con los sonidos armónicos creados por las plantas a través de electrodos que miden y registran su actividad. Toda una experiencia sensorial que homenajea a las biólogas Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz, galardonadas con el Premio Princesa de Investigación Científica y Técnica.
Es un hecho. La vieja Fábrica de Armas engancha y suscita una reclamación unánime: «Es una lástima que no podamos disfrutarla más. Debería estar abierta todo el año», decía, por ejemplo, Catalina Cuart. Una opinión que compartía, a su lado, Camino Lorenzana: «Es un espacio maravilloso. Una pena que no se utilice más».
Y la fascinación que ejerce, además, no entiende de edades, porque Horacio Laca, «felizmente jubilado», confesaba estar «disfrutando muchísimo». Como también lo hacía la pequeña Irene Fernández, que, con seis años y los ojos abiertos como platos, tenía muy claro que lo suyo son «las cosas antiguas» y que su abuelo había trabajado allí «haciendo piezas».
Estaban los madrugadores, que hasta se pusieron una alarma en el móvil para no quedarse sin entradas, como la actriz Carmela Romero, para quien «Peter Brook es casi un Dios». Y quienes el año pasado se vieron sin ellas, así que esta edición se han apuntado «a casi todo», como Elena Corte. A aquellos que no hayan llegado a tiempo a inscribirse a cualquiera las actividades previstas hasta el día 17, les quedan, eso sí, las exposiciones permanentes. Desde un 'Eslalon' que recorre los hitos de la biografía de la esquiadora Lindsey Vonn a una muestra de la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos que nos acerca a 'La nueva asturianía'. Para no perdérselo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.